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Las claves para cobrar una pensión más alta

El mes de jubilación es clave para determinar un importe que supera por poco los 1.000 euros de media en Cataluña y que la demografía penaliza cada año que pasa

Crecen las prestaciones por jubilación
Crecen las prestaciones por jubilación
Pau Garcia Fuster
14 de Enero de 2016
Act. 14 de Enero de 2016
Las prestaciones por jubilación en Cataluña han estado de 1.044,93 euros de media este diciembre del 2015, según los datos que ha ofrecido el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. En Barcelona esta cifra se eleva hasta los 1.081,30 euros, y se queda en 917,74 euros en Girona, 879,85 en Lleida y 975,74 en Tarragona. Pero cómo se llega a estas cantidades? La fórmula para calcular la pensión pública de jubilación requiere unos conocimientos matemáticas importantes. Ahora bien, María Reyes Pérez, catedrática de la Universitat de Barcelona y miembro del Grupo de Trabajo de Pensiones del Colegio de Actuarios de Cataluña, advierte que hay un elemento clave que es más fácil de controlar: el mes que se hace efectiva la jubilación.

Lo explica en una mesa redonda organizada por el Colegio de Economistas de Cataluña, y lo justifica por el papel del IPC. "En la fórmula se tiene en cuenta el IPC quehubo 25 meses antes de la jubilación". Por lo tanto, apunta Pérez, "si tienes la suerte que fue alto, la pensión de por vida será más grande".

La fórmula de las pensiones


Así pues, si se tiene la posibilidad de escoger el mes de retirada profesional, vale la pena tener en cuenta este factor para hacerlo coincidir 25 meses después de una cifra de IPC basta elevada. Es más, María Reyes Pérez añade que "hay un patrón que se repite en el comportamiento del IPC. Entre enero y marzo es más bajo, y a finales de año acostumbra a ser más alto". La catedrática de la UB recuerda que "actualmente las pensiones sólo se revalorizan un 0,25%, y sólo atrasando la jubilación contemplando el factor IPC se puede mejorar entre un 0,25 y un 0,5%".

La demografía, en contra de las pensiones
Sea como fuere, el cierto es que la demografía penaliza cada año algo más las pensiones. "A cada año que pasa la esperanza de vida crece. El problema importante vendrá cuando se jubilen los nacidos entre los 80 y 90, cuando se juntarán tres grandes generaciones sin nadie por debajo que las sostenga", alerta Pérez. Y es que desde el 1990 los nacimientos han caído en picado. En un sistema de pensiones basado en el reparto, donde son los trabajadores actuales los que pagan las pensiones con sus cotizaciones, esto es un problema serio. De hecho, desde el 2012 la diferencia entre aportaciones y prestaciones del sistema ya es negativa, con un déficit que no para de acumularse y que ya se ha llevado buena parte de los fondos reservados a esta emergencia.

Por la catedrática de la UB, la caída de la natalidad se explica por el empeoramiento de las condiciones laborales. "Los nacimientos dependen de los cotitzants, las parejas tienen hijos cuando están tranquilas al trabajo y los pueden salir adelante. Da a la gente un trabajo con salario digno y tendrán hijos", asegura.

Una visión sobre la que coincide Jordi Giménez, responsable del área de Previsión Social Complementaria de CCOO. "El que más afecta es el paro, la precariedad salarial y la calidad de los contratos", apunta. Por este motivo, el representante sindical evidencia que la situación no se puede revertir sin una mejora sustancial del mercado laboral.

De todos modos, Giménez recuerda que "hasta el 2003hubo un alto compromiso social y político, sin electoralismo con las pensiones a raíz del Pacto de Toledo". Una situación que, denuncia, "se ha roto". El representante de CCOO destaca que "uno de sus factores era la revalorització de las pensiones según el nivel de vida. La ley del 2013 se lo ha cargado".

El factor de sostenibilidad
Además, por Giménez también se ha roto un elemento básico de las pensiones como su cálculo en función de la contribución aportada durante la vida laboral del trabajador. Un punto que el llamado "factor de sostenibilidad" ha cuestionado.

Tal como explica María Reyes Pérez, el factor de sostenibilidad de la legalidad vigente provoca que cada año los nuevos jubilados pierden una parte de la pensión completa. El motivo es que la esperanza de vida aumenta por cada generación, y por lo tanto, cada nuevo jubilado tiene la expectativa de cobrar durante más años la pensión. Esto "obliga" a reducir el que se percibe cada mes ante la "necesidad" de repartirlo a lo largo de más años.

La necesidad de completar la pensión pública
"Mi hijo de 22 años me pregunta cuando tendría que empezar a ahorrar por la jubilación. Yo a los 22 años ni me lo planteaba!". Lo explica Jaume Viladomiu, director de Previsión Empresarial del Banco Sabadell. La anécdota pone de manifiesto una preocupación creciente de las nuevas generaciones, cada vez más conscientes de las malas expectativas por el sistema de pensiones.

En esta línea, Viladomiu insta a "complementar la prestación pública con ahorro privado para poder tener tranquilidad". A su entender, "el mejor para la jubilación es tener diferentes cajas donde ir tirando ahorro". La perspectiva de pensar en la jubilación para un joven que apenas llega a final de mes puede parecer exagerada, pero el dirigente del Banco Sabadell advierte que "cuando antes empieces, el esfuerzo será menor y la cobertura, mayor".

Una posible vía para hacerlo es que las empresas implanten salarios más flexibles con partidas destinadas a este propósito. "El 23% de la fuerza laboral dispone de un sistema complementario de pensiones, pero sólo un 4% lo tienen dentro de la empresa (y con cantidades bajas de menos de 15.000 euros)", pone de manifiesto Jaume Viladomiu.

El responsable del Banco Sabadell reconoce que "no hemos conseguido canalizar los compromisos de las pymes, que es donde hay el grueso de los trabajadores". Así pues, las pequeñas y medianas empresas son el objetivo a sensibilizar en este sentido.

Por Viladomiu, "la implantación dentro de las empresas de sistemas de previsión social será un instrumento importante en la política de Recursos Humanos". Y lo será a través de las dos figuras principales: el plan de pensiones de ocupación y el seguro colectivo.

El primero es lo más utilizado. "Tiene un atractivo fiscal, pero con límite de aportaciones", explica Viladomiu. Uno de sus puntos básicos es la irrevocabilitat de las aportaciones, clave en un contexto laboral donde difícilmente alguien trabajará toda la vida en la misma empresa. "Allá donde vayas te vas llevando esta mochila", ejemplifica.

En cuanto al seguro colectivo, "no tiene límite de aportaciones y es más flexible"; convirtiéndose en una "buena herramienta para complementar el plan de pensiones". Por Viladomiu, "hay soluciones por cada necesidad, sólo hay que buscarlas".