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Las ferias de Nadal guarnen Cataluña

En el territorio se celebran más de 400 ferias locales y comarcales durante el año para dinamizar la economía de los pueblos, muchas de ellas concentradas en el periodo navideño

Unos jóvenes se fotografían después de comprar un abeto a la Feria de Espinelves
Unos jóvenes se fotografían después de comprar un abeto a la Feria de Espinelves
Aiats Agustí / Aida Corón
07 de Diciembre de 2016
Pasar página en el calendario y poner los pies en diciembre es pensar en la Navidad. Sobre todo cuando llega este puente entre la Purísima y la Constitución, que este año ofrece unos días perfectos para desconectar o aprovechar por compras. O trabajar, según se mire, porque esto es el que harán los comerciantes y empresarios que hacen su agosto con las ferias navideñas que se celebran en Cataluña por estas fechas. Un tipo de Black Friday nostrat y ancestral, que a pesar de no contar# con promociones, intenta ser un revulsivo de la economía local.

El Principado tiene tradición firaire y esto se constata con algunas de los datos presentados en la 23a edición del Congreso de Ferias de Cataluña celebrado en Olot el pasado mes de noviembre. Durante el 2016, se han acogido 454 encuentros, de las cuales 410 son de carácter catalán, comarcal o local, una cifra que se ha mantenido estable en los últimos años y que se espera que se mantenga de cara al 2017.

A pesar de que ahora durante la Navidad se concentran un buen número de encuentros, a lo largo del año se movilizan más de 240 municipios para organizar su fiesta. Ferias y mercados importantes que ayudan a dinamizar la economía y a promover los atractivos de municipios los que destacamos.

De la Feria de Santa Llúcia a la Purísima
La ciudad de Barcelona  se empieza a preparar para la llegada de la Navidad y sus celebraciones. Uno de las primeras señales de esto es la apertura de las ferias navideñas que empiezan su actividad los próximos días. Y la más conocida es la Feria de Santa Llúcia.

La avenida de la Catedral acoge un total de 287 paradas que venderán figuras y pesebres, plantas, musgos, el Tió, árboles y guarniments y también artesanía y las típicas zambombas. La Feria de Santa Llúcia es una de las más antiguas de la ciudad, puesto que está datada de 1786. Este 2016, la feria ha dado el pistoletazo de salida el 27 de noviembre y restará abierta hasta el 23 de diciembre.

Así mismo, otro gran certamen que se celebra esta semana es la Feria de la Purísima, que este año llega a su 70 edición, en Sant Boi de Llobregat, donde los santboians la celebran como si fuera la fiesta mayor del pueblo. Una feria inicialmente rural que se celebraba para vender planteles y herramientas del campo en los meses de menos trabajo del labrador y que ya es una entidad local. En esta ocasión cuenta con 52.084 metros cuadrados de recinto ferial y 11.940 metros cuadrados de superficie de exposición con 481 expositores.


Santo Boi organiza la 70a Feria de la Purísima. Ayuntamiento de Sant Boi de Llobregat

Los paradistes son de todo tipos y venidos de todo Cataluña: desde automoción, alimentación a entidades sociales, pasando por artesanía, planteles, herramientas del campo y exposiciones. Paralelamente, también se celebra la III Feria de la Cerveza Artesana y la II Muestra de Food Trucks. El impacto económico estimado de la Feria de la Purísima a la localidad del Baix Llobregat es de 5.402.800 euros.

Abetos de Espinelves

Este pequeño municipio osonenc puede presumir de tener la segunda feria más importante de Cataluña en número de visitantes, sólo superada por la Feria de Santa Llúcia. Se trata de la Feria del Abeto, la cual acoge este 2016 un total de 87 paradas de todo Cataluña y algunas del País Valenciano y de Andorra. A pesar del nombre, sólo nuevo de ellas venden y exponen las diversas variedades de este árbol que se cultivan en la zona, el resto traen decoración navideña, embutidos y artesanía en general.

Son nuevo días de intensa actividad para los 200 habitantes del pueblo. Prevén recibir 80.000 visitantes durante la feria, razón por la cual los no más de seis o siete restaurantes y tiendas aprovechan para hacer la facturación del mes. "Para el Ayuntamiento es un trabajazo, pero los ingresos que genera son beneficiosos porque cómo que somos un pueblo pequeño, tenemos un presupuesto pequeño", explica a VÍA Emprendida la gerente de la feria, Ariadna Cabanas, quien concreta que la actividad supone un superávit de 15.000 euros, contando una subvención de 6.000 euros, que revierte en mejoras por el pueblo.

Pasadas estas fechas, la feria sigue generando un impacto en Espinelves durante el resto del año: "Mucha gente viene a visitar el pueblo por aquello que ha sentido. Si esto nos permite tener turistas los fines de semana, es fantástico por los restaurantes y el pueblo". El auge del turismo rural es otro de los motores que dan vida al municipio, que sitúa entre el final del verano y el inicio de la temporada de esquí su mejor época.

La cara medieval de Vic
La capital de la comarca de Osona cede el espacio de su casco urbano a las más de 350 paradas a mbproductos tanto de Cataluña cómo de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid, Galicia, Andalucía, Valencia, Euskadi, Portugal y el sur de Francia. "Son artesanos y vendedores de diferentes puntos que vienen al Mercado Medieval de Vic para aprovechar el espectáculo y promocionar el que hacen", señala la cabeza de comunicación del Ayuntamiento, Isaac Romero.



Un artesano al Mercado Medieval de Vic. ACN

El consistorio no cuenta con datos exactos, pero Romero apunta que prevén lograr el mismo número de visitantes que años anteriores, donde se estima que cerca de 100.000 personas visitaron la feria coincidiendo con el puente. Este año, se celebra hasta este martes y es una fecha perfecta porque los comerciantes locales aprovechen la afluencia de gente y empiecen a notar un aumento de las ventas con la campaña de Nadal.