Las promociones masivas de descuentos tienen un impacto inmediato y efectos a corto plazo sobre el consumidor. Según la profesora del grado de Marketing e Investigación de Mercados de la UOC Jessica Lingan, ir a comprar durante el Black Friday puede provocar "una excitación emocional", al pasar de un "estado de nerviosismo" a un "estado de euforia" al conseguir el producto deseado. "También es posible que algunos consumidores experimenten un conflicto psicológico que los traiga a comprar impulsivamente sin tener en cuenta las características del producto ni las condiciones de venta del establecimiento", añade.
Por otro lado, a parecer de la profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC Neus Soler, la compra de objetos innecesarios no sólo sucede en el Black Friday, sino en cualquier periodo de promociones o de rebajas. "A veces, comprando a un precio inferior, nos permitimos pequeños caprichos que no nos permitiríamos si los tuviéramos que pagar a un precio regular", argumenta. Aún así, añade que en el caso del Black Friday la presión publicitaria es "tan poderosa" que puede llegar a dificultar que la persona se pare un momento a pensar en la necesidad real del producto.
Tradición importada con éxito
Ya hace unos años que esta tradición norteamericana se ha consolidado en España como la gran cita de descuentos que da el pistoletazo de salida a la campaña de Nadal. Desde su primera edición en 2011, las cifras de ventas no han parado de crecer, una tendencia que se repetirá este año. Según el estudio Mascupon Black Friday 2017, este año se podría llegar a lograr un gasto mediano de 215 euros por consumidor, un 49% más respecto al año pasado. Qué debe de ser la fórmula mágica porque esta jornada de descuentos seduzca año tras año el consumidor?
Según Soler, España tiene una "disposición positiva" ante la importación y celebración de festividades y jornadas otros países. Este hecho se escenifica en el Black Friday, puesto que se lleva a cabo poco antes de las fiestas de Nadal. "La situación de crisis económica ha enseñado el consumidor a planificar las compras y a saber aprovechar las oportunidades que le brinda el mercado, hasta el punto que le es igual avanzar las compras si puede beneficiarse de un buen descuento", razona.
Soler: "La situación de crisis económica ha enseñado el consumidor a planificar las compras"
A esto se añaden las campañas comunicativas que las empresas utilizan para promocionar este acontecimiento. La intención del Black Friday es crear mensajes que generen "sensación de urgencia" para "incitar" el consumidor a hacer una "compra impulsiva. Esta premisa se consigue a partir de mensajes que hablan de ofertas irrepetibles, centrados en los descuentos de importe elevado y la duración limitada de las ofertas", asegura la experta en marketing digital.