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Enric Llarch analiza el liderazgo y los retos de la candidatura que coge las riendas de la Cambra de Comerç de Barcelona

La nueva cúpula de la Cámara de comercio de Barcelona. | VC
La nueva cúpula de la Cámara de comercio de Barcelona. | VC
Enric Llarch | VIA Empresa
Economista
Barcelona
17 de Junio de 2019
Act. 17 de Junio de 2019

Todo el mundo coincide que la inesperada mayoría absoluta lograda por la candidatura Eines de País a la Cambra de Comerç de Barcelona es uno de los hechos más trascendentes acontecidos en la ciudad y en toda Catalunya en estos últimos meses de gran agitación política, económica y social. No hay duda que la sorpresa y la alarma con la que los tradicionales representantes de las clases dirigentes barcelonesas han recibido la pérdida de este bastión tradicional que constituye la Cambra ha tenido mucho que ver con la beligerancia con que se ha recibido la posibilidad de que también una candidatura independentista –aunque fuera encabezada por un Maragall- lograra la alcadía de Barcelona.

 

"La inesperada mayoría absoluta lograda por Eines de País en la Cambra es uno de los hechos más trascendentes en Catalunya en estos últimos meses de gran agitación política, económica y social"

La candidatura inspirada por el economista y presidenta de la ANC Elisenda Paluzie y encabezada por Joan Canadell ha aprovechado con audacia y decisión la oportunidad que les brindaba un sistema electoral cameral que otorga la misma cuota de representatividad a un autónomo que a la empresa industrial más grande del país. Un sistema electoral que se había intentado blindar con los famosos 14 asientos otorgados a las grandes empresas contribuyentes, además de los seis representantes de las patronales, blindaje que no ha sido suficiente ante la indiscutible mayoría -31 sobre 40 miembros de elección directa- conseguida por Eines de País.

 

Aún así, los ganadores han hablado y han actuado hasta ahora con una notable dosis de prudencia y de realismo, conscientes que a pesar del notable aumento de participación –de 800 votos válidos a 19.000-, se está todavía muy lejos de representar de forma efectiva las 600.000 empresas y autónomos que se estima que tienen derecho a voto a la demarcación de la Cambra.

Una alentada de aire fresco

El equipo ganador presenta algunas fortalezas inéditas hasta ahora en las mayorías que han gobernado la institución. La más importante es el mismo concepto de equipo y el hecho de compartir dos objetivos fundamentales. Primero, sustituir la vieja guardia que durante décadas ha gobernado por cooptació las organizaciones empresariales barcelonesas y catalanas por dirigentes más jóvenes y emergentes de empresas más pequeñas y menos concentradas en los negocios de la ciudad de Barcelona. Segundo, con un proyecto colectivo que va más allá de velar por la misma parcela sectorial y que tiene una vocación global, del conjunto de la economía y del país. Otro elemento positivo es la voluntad que los candidatos que no consiguieron ser elegidos continúen prestando apoyo desde fuera al equipo electo.

"Los loables propósitos de un gobierno muy colectivo y de una presidencia compartida es muy probable que choquen con la dinámica de una institución muy presidencialista y muy personalizada en su máximo dirigente"

Aún así, es evidente que, a pesar de compartir equipo, muchos de los candidatos apenas se conocían entre si hasta ahora y esto es un reto para actuar cohesionados y para forjar unos liderazgos reconocidos por todo el mundo. Los loables propósitos de un gobierno muy colectivo y, incluso, de una presidencia compartida es muy probable que choquen con la dinámica de una institución muy presidencialista y muy personalizada en su máximo dirigente.

El hecho que la gran mayoría de electos no tengan mucha experiencia en organizaciones empresariales constituye también una oportunidad y un reto. Oportunidad por la entrada de aire fresco, que se mira las cosas con nuevos ojos y no es deudor de inercias pasadas. Pero también la necesidad de asumir qué es la Cambra, qué posibilidades reales tiene de actuación y con qué condicionantes se mueve. Ya hablamos en VIA Empresa como el inicio de la campaña, esta y todas las otras candidaturas iban muy despistadas sobre la naturaleza, los dilemas y las posibilidades de actuación de la Cambra. A lo largo de la campaña todo el mundo fue tocando más de pies en el suelo y seguro que en estas últimas semanas los ganadores han tenido ocasión de hacerse una idea más aproximada y real de la entidad, como lo demuestra la modulación de los mensajes iniciales hacia posiciones más inclusivas y realistas.

El liderazgo, patrimonio inmaterial a consolidar

La Cambra, además de su patrimonio material –inmobiliario-, tiene sobre todo un patrimonio inmaterial que constituye su principal valor y que el nuevo equipo tiene que mantener y, si es posible, ensanchar. Un patrimonio que proviene de la representatividad, tan formal o informal, que le es reconocida como defensora de los intereses generales de las empresas y de la economía. Esta posición comporta su presencia en innumerables organizaciones y organismos vinculados a la economía de la ciudad y del país y la diferencia del resto de organismos empresariales de cariz patronal. Una posición que implica una cierta prudencia y que ha evitado jugar papeles tan galdosos cómo lo de Foment del Treball durante la anterior presidencia.

Los posicionamientos de la Cambra –sin duda la entidad que de forma más continuada y rigurosa ha denunciado la sistemática discriminación del Estado en términos de inversión en infraestructuras- se han basado sobre todo en el trabajo de un servicio de estudios que en los últimos 25 años, sobre todo a raíz de la presidencia de Antoni Negre, se ha dedicado con elevado rigor y dedicación a analizar la macroeconomía catalana y que, desgraciadamente, se ha quedado prácticamente sola entre las organizaciones no gubernamentales debido a la desaparición o transformación de los grandes servicios de estudios de cajas y bancos.

"Es un acierto que los nuevos directivos de la Cambra quieran potenciar un servicio de estudios que la crisis financiera de la entidad había dejado en situación de mínimos"

Es un acierto que los nuevos directivos de la Cambra quieran potenciar un servicio de estudios que la crisis financiera de la entidad había dejado en situación de mínimos. Y es evidente que hace falta y es técnicamente posible estudiar muy otros aspectos de la economía catalana hasta ahora no tratados o analizados desde el voluntarismo, como por ejemplo los costes de oportunidad que determinadas decisiones o no decisiones –desde el corredor mediterráneo hasta el diferencial efectivo de fiscalidad que tienen que soportar las pymes respecto a las grandes empresas- representan para las empresas y para el conjunto de la economía. Aun así, temas tan trascendentes y delicados habrá que abordarlos con el rigor de siempre y con los recursos adecuados para mantener la credibilidad y para continuar generando un discurso económico con aceptación generalizada. El prestigio es muy difícil de conseguir pero es muy fácil de perder.

Concentrar esfuerzos y recursos

Es recomendable que la Cambra, con unos recursos más limitados que cuando las cuotas eran obligatorias, focalice su actividad de apoyo al tejido productivo catalán en uno o dos grandes objetivos que sean bastante trascendentes y transversales y que no cuenten con organizaciones o grupos específicamente dedicados a impulsarlos. Estos días, por ejemplo, nos encontramos con la polémica de la necesaria reforma de una formación profesional dual que no acaba de funcionar pero que todo el mundo coincide que es imprescindible. El impulso de la digitalización empresarial también podría ser uno de estos ámbitos que afectan todo tipo de empresas y en los que nos jugamos la competitividad de todos juntos. Son sólo ejemplos, pero se trata de ámbitos que hay que elegir bien y aplicarles el tiempo, la dedicación y los recursos que requieren para lograr resultados tangibles.

"Por dimensiones, capacidad de innovación y de hacer el trabajo bien hecho, la Cambra de Barcelona tiene que ejercer un liderazgo efectivo basado en la generosidad y la empatía con el resto del territorio"

La Cambra de Barcelona tiene, además, una responsabilidad adicional en términos de país, para encabezar la renovación y puesta al día del conjunto de 13 organizaciones camerales catalanas. Por dimensiones, capacidad de innovación y de hacer el trabajo bien hecho, la Cambra de Barcelona tiene que ejercer un liderazgo efectivo basado en la generosidad y la empatía con el resto del territorio.

En definitiva, los nuevos dirigentes de la Cambra de Comerç de Barcelona han logrado el primer objetivo y, paradójicamente, el más asequible, que es el gobierno de la institución. Ahora toca lo más difícil: demostrar que son capaces de trabajar con todo el mundo para avanzar de forma efectiva hacia una economía y una sociedad más próspera, más equilibrada y más libre. Y demostrar que son una excelente herramienta de país.