Catalunya ya tenía desde décadas una limitada, pero pionera producción de biogás, pero la publicación en marzo de 2022 de la Hoja de Ruta del Biogás, por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MYTECO), ha impulsado el desarrollo de nuevos proyectos para producirlo. Esto es desde muchos puntos de vista una muy buena noticia.
¿Qué es el biogás? Según definición del mismo Hojas de Ruta “el biogás es un combustible gaseoso producido a partir de biomasa mediante digestión anaerobia de materia orgánica procedente de residuos. Es decir, proveniente de la fracción biodegradable de los productos, residuos y desperdicios de origen biológico procedentes de actividades agrarias, incluidos los residuos de origen vegetal y de origen animal, de la silvicultura y de las industrias conexas, incluidas la pesca y la acuicultura, así como la fracción biodegradable de los residuos, incluidos los residuos industriales y municipales de origen biológico. Un concepto asociado es el biometano, que es un gas combustible, compuesto principalmente por metano, obtenido a partir de la depuración del biogás o mediante procesos de metanización de hidrógeno de origen renovable”.
El biogás es un combustible gaseoso producido a partir de biomasa mediante digestión anaeróbica de materia orgánica procedente de residuos
Para hablar de biogás debemos dar la palabra a Xavier Flotats el catedrático emérito de ingeniería ambiental que ha dedicado toda la vida a hacer evidente lo que ahora empieza a considerarse evidente. Algo que quizás no ha tenido suficiente reconocimiento ni agradecimiento. Siguiendo el guion de este científico, el biogás es mucho más que un recurso energético.
En primer lugar, es energía renovable. Efectivamente, el CO2 resultante de la combustión del metano (CH4) que retorna a la atmósfera es CO2 que previamente había sido retirado de la atmósfera en el proceso de la fotosíntesis vegetal. En un momento en que, para mitigar el cambio climático, debemos sustituir urgentemente la combustión de combustibles fósiles, el biogás ofrece una alternativa sostenible.
En segundo lugar, hay un efecto positivo añadido, ya que hablamos de una energía que lanzaríamos a la atmósfera en forma de metano con un efecto incremental de emisiones de GEI, ya que el metano tiene un efecto invernadero 80 veces superior al CO2, si bien su efecto dura solamente unos veinte años. En otras palabras, las plantas de biogás evitan las emisiones GEI de los purines y otras deyecciones ganaderas, de residuos agroforestales, de la gestión de los residuos orgánicos urbanos y de la depuración de las aguas residuales.
En un momento en que, para mitigar el cambio climático, necesitamos sustituir urgentemente la combustión de combustibles fósiles, el biogás ofrece una alternativa sostenible
En tercer lugar, el procesado y uso de los digeridos puede aportar una serie de nutrientes y productos de alto valor añadido para la agricultura, la industria alimentaria, química y farmacéutica. Entre otros productos, puede aportar fertilizantes nitrogenados de alta calidad y medioambientalmente adecuados, en contraposición a los fertilizantes químicos altamente exigentes en energía para su producción. Con palabras de Xavier Flotats: "una planta de biogás y biometano (...) no es una planta de tratamiento de residuos, es una fábrica de producción de nuevos bienes y servicios energéticos a partir de recursos propios que hasta ahora considerábamos residuos". El resultado es la reducción de las emisiones GEI y de NH3. Es el milagro de la bioeconomía circular.
En cuarto lugar, es una herramienta de desarrollo rural. La actividad de una planta de biogás aporta puestos de trabajo, actividad industrial y nueva vitalidad rural.
La periodista Lorena Farrás nos acerca a las dificultades para desarrollar los propósitos de la Hoja de Ruta. Hay retraso en el desarrollo de la producción de biogás, mientras que en 2022 Alemania contaba con unas 730 plantas de biometano, en España había 5. El principal obstáculo es la lentitud de los procesos burocráticos para su autorización. La otra barrera es la falta de un adecuado marco regulatorio que permita adaptar la red de distribución del gas para acoger a este nuevo productor.
Con relación al biogás, en Catalunya, tal y como recoge Lorena Farràs, cabe destacar la iniciativa de la empresa Alcarràs Bioproductors, una iniciativa de 150 ganaderos que han unido sus esfuerzos para construir y gestionar una planta de biogás. Tal y como afirma su presidente, Jordi Jové, "competíamos entre nosotros por las tierras de cultivo donde verter los purines, algo que generaba inseguridad y disparaba los costes de producción. (...) ahora hemos convertido un problema en una oportunidad". Un tema también recogido en VIA Empresa por David Rodriguez.
En Catalunya, tal como recoge Lorena Farràs, cabe destacar la iniciativa de la empresa Alcarràs Bioproductors, un proyecto de 150 ganaderos que han unido sus esfuerzos para construir y gestionar una planta de biogás
La importancia estratégica del impulso del biogás no ha evitado las protestas de grupos de defensa del territorio y también, con cierta sorpresa, de grupos ecologistas. En todo el mundo existen grupos que se oponen a la modificación de su entorno de confort. Puede ser el deterioro posible del paisaje o las molestias que la nueva instalación pueda provocar. En este caso se arguyen los malos olores, aunque la digestión anaerobia tiene un efecto de reducción de estos.
Sin duda, estos proyectos deben ser planificados desde una visión globalizadora que contemple todo el territorio, con las compensaciones que sean necesarias por los impactos negativos que puedan producirse. En este caso, hay una Hoja de Ruta, a la que nos hemos referido, que quizás es insuficiente. Pero consideraría más adecuado que en vez de decir no se dijera como. Se aportarán en positivo las vías para alcanzar los beneficios medioambientales imprescindibles que el impulso del biogás debe aportar.