La manera de celebrar las fiestas de Navidad en el Reino Unido ha ido variando a lo largo de los siglos. Así, por ejemplo, en la Inglaterra de entre los reyes Enrique VII y Enrique VIII, el 6 de enero era tradición esconder una haba en un pastel. La persona que encontraba el haba en su porción se convertía en el “Rey del haba” y todos debían imitarlo. Cuando se levantaba, todos debían levantarse; si se tocaba la nariz, todos a tocarse la nariz. Esta tradición tiene muchos elementos comunes con nuestro Roscón de Reyes. Incluso, se celebraba el mismo día. Hoy, en Catalunya, a quien le toca el haba, le toca pagar el roscón, pero antiguamente, según el Costumari Català de Joan Amades, quien encontraba el haba se convertía en el "Rey del haba", y era el elegido para ir a la iglesia, en representación de la familia, y adorar al Niño Jesús.
Los británicos también celebran el día de San Esteban, como en los Países Catalanes y en muchos otros lugares de Europa. En el Reino Unido, este día se llama Boxing Day. Aunque el origen del término es incierto, no parece estar relacionado con nuestra costumbre de comer canelones o de considerarlo el día del viaje de regreso, después de celebrar la comida de Navidad con los familiares, sino que allí, más bien, lo relacionan con las cajas (boxes en inglés) con regalos que se daban a los trabajadores, como agradecimiento por haber trabajado el día de Navidad, y a las personas más necesitadas.
En el Reino Unido, incluso, tienen una especie de tió. Como en muchos otros lugares, los troncos de la chimenea nos traen el “regalo” de la calidez en invierno. En Inglaterra, al tió se le llama Christmas log o Yule log, es decir, tronco de Navidad. Este era un tronco que la gente iba quemando ceremoniosamente cada día, durante los doce días que hay entre el día de Navidad y el día de Reyes. Sin embargo, hoy esta tradición, en la mayoría de las casas, sobrevive solo en forma de postres de chocolate.
La tradición del árbol de Navidad, importada de Alemania y conocida en Inglaterra gracias a los inmigrantes alemanes, fue popularizada por el príncipe Alberto, de origen alemán
Sin embargo, la Navidad que actualmente se celebra en el Reino Unido es, en muchos aspectos, un invento victoriano del siglo XIX. La reina Victoria y el príncipe Alberto jugaron un papel importante en estos cambios. La tradición del árbol de Navidad, importada de Alemania y conocida en Inglaterra gracias a los inmigrantes alemanes, fue popularizada por el príncipe Alberto, de origen alemán, y por el resto de la familia real, con fuertes lazos con Alemania. Muchos otros elementos de la Navidad inglesa, bien conocidos, también se originaron en este período, incluidas las tarjetas de Navidad o la costumbre de comer pavo, en lugar del ganso, más tradicional, y que, por cierto, es delicioso. Incluso el personaje de Santa Claus parece que llegó a Gran Bretaña proveniente de América, justo hacia el 1880.
Además, hoy en día, las fiestas de Navidad en el Reino Unido son más cortas y tienen menos compromisos sociales que las catalanas. Los días clave son Navidad y Año Nuevo. Una vez pasadas estas fechas, normalmente, durante la semana del 2 de enero, los adultos ya vuelven al trabajo y los niños a la escuela. Sorprendentemente, a pesar de no celebrar ni el tió ni los Reyes, un hogar típico británico gastará, de media, alrededor de unos 900 euros adicionales durante los días festivos. Según el Banco de Inglaterra, de media, los hogares británicos pasarán de gastar alrededor de 3.000 euros mensuales habituales a 3.900 euros, es decir, un 30% más. Si tenemos en cuenta que en el Reino Unido hay alrededor de 30 millones de hogares, estamos hablando de un gasto adicional de alrededor de 27.000 millones de euros.
Según el Banco de Inglaterra, de media, los hogares británicos pasarán de gastar alrededor de 3.000 euros mensuales habituales a 3.900 euros, es decir, un 30% más
A estas cifras, habría que añadir los gastos en fiestas de Navidad de las empresas, que continúan aumentando. El 77% de las empresas considera la fiesta de Navidad el evento más importante del año para los trabajadores. Según algunas encuestas, este año las empresas habrán gastado una media de 200 euros por persona. Esta cantidad muestra una tendencia consolidada en las empresas por intentar crear experiencias festivas memorables y de alta calidad para sus empleados.
La otra actividad económica relevante en estas fechas es el turismo navideño. Londres presenta su mejor aspecto, con sus calles comerciales llenas de tiendas, bien iluminadas y ornamentadas para la ocasión, y sus teatros en el West End, donde se pueden ver musicales para todas las edades y gustos. Sin olvidar su mercado de Navidad, el Winter Wonderland, situado en el Hyde Park de la ciudad. El Reino Unido ha pasado de tener una cantidad más bien anecdótica de mercados de Navidad a tener cientos, en relativamente poco tiempo. Los mercados parecen complementar una oferta turística dominada por las tiendas, los espectáculos y otras celebraciones navideñas, como el Hogmanay, el ritual de Año Nuevo propio de los escoceses. Los mercados de Navidad constituyen un buen reclamo turístico y todo el mundo quiere un pedazo de este pastel económico para su economía local.
Como vemos, los británicos van incorporando más y más elementos de Navidad y saben aprovecharlos para animar sus economías locales. Así, hace que la manera de celebrar la Navidad en el Reino Unido se haya ido adaptando a los nuevos tiempos. En Catalunya, más tradicional, también hemos incorporado alguna novedad extranjera. Sin embargo, todo sigue, en términos generales, los patrones ancestrales y celebramos la Navidad como lo hacían nuestros abuelos. Los pueblos y los barrios se engalanan cuando llegan estas fechas y, por supuesto, los comerciantes también intentan hacer buena caja, como es normal. No obstante, los que vivimos en el extranjero, apreciamos mucho que tradiciones tan nuestras como el belén, los villancicos, els Pastorets, hacer cagar el tió, las comidas de Navidad y de San Esteban, el Año Nuevo y el día de Reyes no sufran muchos cambios y se conserven tal como siempre han sido, bien catalanas, por los siglos de los siglos. Feliz Navidad a todos.