Ante el conflicto político y social de Cataluña, un total de 123 directivos de empresa "de todas las sensibilidades" que dan trabajo además de 155.000 personas han pasado a la acción y se han mojado en prácticamente todo: internacionalización, boicot, DUI o traslado de sede social. Incluso, se han atrevido a materializar un listado de peticiones a los dos gobiernos de cara a las elecciones del 21D. "La mirada económica ha trascendido la mirada política", ha reivindicado el economista Fernando Trias de Bes que ha presentado su estudio Rehacemos Empresa, Rehacemos Cataluña a Esade.
En tiempo de puesto-verdad, los datos recogidos desde septiembre hasta el pasado 4 de diciembre no engañan. Un 46% de los directivos se encuentra en "un compás de espera con unos presupuestos congelados" a la vez que un 24% apunta que hay un "alto riesgo" de disminución de la contratación durante el 2018. Ahora bien, un 92% de los directivos tiene plena confianza en que el conflicto ya se encuentra en su punto álgido y que por lo tanto, sólo puede seguir igual o mejorar después de las elecciones.
Trias de Bes: "La gestión del conflicto en Cataluña en los próximos meses será determinante para la economía catalana"
Según Trias de Bes,"la gestión del conflicto en Cataluña en los próximos meses será determinante para la economía catalana". El estudio confirma que el grado de preocupación económica por los acontecimientos políticos es "alto o muy alto" por un 80% de los directivos. De hecho, los preocupa más la política que temas estrictamente empresariales. "La política nunca tendría que dañar la situación empresarial", añade. El catedrático de Economía de Esade, Francesc Xavier Mena, ha garantizado el rigor metodológico de este estudio que este miércoles compatarà con el debate de más de 300 empresarios.
La carta a los reyes
Ante el conflicto, los directivos han hecho un listado de peticiones a tres bandas. En primer lugar, piden en el Gobierno español asumir que el conflicto "no es una cuestión jurídica sino también política", liderar una revisión de la Constitución y una campaña a favor de Cataluña, generar incentivos fiscales por el regreso de las empresas, trabajar para erradicar el boicot y asegurar el pacto fiscal.
Paralelamente, se emplaza en el futuro Gobierno de la Generalitat a respetar la legalidad, renunciar a salir de la UE, fomentar una campaña de publicidad por la concordia, la estabilidad y la seguridad, reconstruir "puentes rotos" entre catalanes y el resto de españoles, evitar la unilateralidad o invertir en Barcelona como hub, entre otros.
Entre las dos aguas gubernamentales, la plataforma de directivos también pide a la sociedad reconocer las consecuencias reales del conflicto, asumir que las empresas no pueden estar fuera de la UE, volver al marco de convivencia y pluralidad sin segregación, dejar atrás a mediados de comunicación que "crispen" los ánimos, evitar la radicalización y promover la transversalidad a las escuelas, empresas y familias.
Luchar contra el boicot
El 98% de los empresarios entiende que la situación y las perspectivas políticas afectan a la internacionalidad de la economía catalana en ámbitos como la inversión extranjera directa, las operaciones corporativas y las exportaciones. Según el informe, "las marcas Barcelona y Cataluña lastran cuando antes sumaban". A la vez, se critica que "la fractura social se está convirtiendo en una fractura comercial" puesto que un 44% reconoce haber perdido clientes.
El boicot viene en un 95% de los casos por parte de clientes de fuera de Cataluña
Más concretamente, un 56% de los empresarios manifiesta haber visto afectadas sus ventas respecto a un 43% que no. Los motivos? Desaliento por el consumo, reducción del turismo o tráfico en retail, desconfianza exterior, inseguridad y el boicot a productos catalanes. A su parecer, "motivos claramente reconduïbles" siempre y cuando se gane "el gran enemigo de la economía" que es la incertidumbre y es que "el dinero es poruc".
En el caso concreto del boicot, un 19% de los directivos asegura que lo han sufrido. Principalmente a las multinacionales. Ahora bien, en contra de los rumores, el boicot viene en un 95% de los casos por parte de clientes de fuera de Cataluña. De este modo, se ha puesto de manifiesto "una erosión de relaciones entre clientes y empresas".
Despedirse por partida doble
"El cambio de suyo es por causas jurídicas, no comerciales", ha destacado Trias de Bes. Y es que a pesar de que un 58% afirma que alguna de las más de 2.000 empresas trasladadas es cliente o proveedor suyo, las razones principales son la inseguridad jurídica, la incertidumbre o mantenerse bajo el paraguas de los reguladores.
A pesar de que la perspectiva de nuevos cambios de sede en Cataluña es "muy baja", la plataforma Rehacemos Empresa, Rehacemos Cataluña reclama a los dos gobiernos incentivar la recuperación de todas las empresas que se han trasladado. "Si la unilateralidad no sigue, el cambio de suyos se puede dar como finquitat", añade.
Otra de los datos que más ha sorprendido al autor del estudio es el clima laboral. No es con sólo que un 48% de los directivos se haya visto afectado en este sentido sino que un 12% reconoce al menos un despido o no renovación por el conflicto político. Sin ir demasiado lejos, el economista ha puesto sobre la mesa comentarios de algunos directivos en cuanto a la pérdida de concentración y tiempo que ha afectado a la productividad y el rendimiento.
DUI: "Ninguno antes de que corazón"
Por último, Trias de Bes ha destacado que la DUI es uno de los temas que ha obtenido más quorum entre el empresariat. Con los datos en la mano, ha detallado que si se sale adelante un proceso no acordado entre los gobiernos, un 42% de los directivos y profesionales trasladarían total o parcialmente sus empresas y esto afectaría tanto a trabajadores como operaciones. A la vez, un 32% no desplazaría sus negocios pero sí que reduciría sus inversiones en Cataluña.
"Mucha gente no veía la DUI", ha recordado el economista justo antes de poner como ejemplo la visita que el presidente de la Fundación La Caixa, Isidre Fainé, y el presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, hicieron al entonces vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, para "saber qué pasaría". De hecho, sólo uno de cada cuatro directivos defiende que la DUI no afecta a sus negocios.
Según Trias de Bes, "la alarma es clarísima y se necesita tiempo. Hay responsabilidad para todas las instituciones. Los damnificados somos los directivos y los empresarios." Precisamente por eso, las peticiones de la plataforma a tres bandas pasan también por "una descentralización auténtica en el Estado", "cumplir la ley o modificarla pero nunca incomplirar-la" y "ninguna antes de que corazón".