Sólo hay que abrir los ojos cuando salimos a la calle. Los millennials prefieren un smartphone que un coche. A pesar de que cuando se abre el foco más allá de las áreas urbanas sacarse el carné y tener vehículo propio sigue siendo sinónimo de libertad; en las ciudades este deseo se reduce a marchas forzadas y los conductores de entre 18 y 24 años no paran de disminuir. "La generación más joven cada vez tiene más instaurado el concepto donde-demand. Que hayan salido tantas opciones de movilidad a las ciudades facilita que se pueda mantener la libertad sin tener coche en propiedad", evidencia Jaume Suñol, Country Manager de Drivy en España.
Lo hace en una de las conferencias del Bizbarcelona, donde comparte mesa con otro de los culpables que la idea de comprarse un coche pierda adeptos. "Fuimos los primeros a intentar hacer más sexy el carsharingaplicando marketing y creando una plataforma más aspiracional", recuerda Ignasi Fàbregas, General Manager de Avancar. "Ser propietario de un coche siempre ha sido cool, pero pagándolo por horas también puedes serlo", defiende con ironía.
Los fabricantes de automóviles también son conscientes de esta tendencia. "Hoy en día en las áreas urbanas tener coche provoca un gasto muy grande por el uso que se le da", reconoce Fabian Simmer, Digital Officer de Seat. A pesar de que fuera del área urbana se mantenga la necesidad total de tener vehículo propio; a la compañía tienen claro que "para nuestro futuro tenemos que encontrar modelos de negocio más allá de vender coches".
Soluciones para las ciudades
Circular en coche por áreas urbanas es cada vez más incómodo. Incluso, en ciudades como Barcelona se estima que el 20% del tránsito es de gente que está buscando lugar para aparcar. A Seat asumen que "nos sentimos responsables de los problemas de tránsito y con la obligación de buscar soluciones". Lo hacen a través del Lab que han creado al Pier01. "Recogemos datos que nos permitan mejorar la movilidad urbana. Aprovechamos la red de sensores desplegada con el impulso de la smart city", relata Simmer.
Fàbregas (Avancar): "Ser propietario de un coche siempre ha sido cool, pero pagándolo por horas también puedes serlo"
De hecho, Seat ha firmado un acuerdo de colaboración con el Ayuntamiento para tener acceso a estos datos y crear varias aplicaciones. "Creemos que podemos hacer una aplicación que realmente mejore la movilidad, compitiendo con un Google Maps o un Waze", asegura el responsable del fabricante de automóviles.
A su vez, Ignasi Fàbregas recuerda que "por cada vehículo de carsharing hay 15 personas que dejan de tener coche". Así pues, asegura que plataformas como Avancar ayudan a reducir el impacto en la ciudad con menos tránsito y menos emisiones.
Con las áreas urbanas concentrando la mayoría del PIB mundial, el responsable de Avancar reitera que "vamos a un mundo de ciudades donde el carsharing es una tendencia que complementa, no todo el mundo dejará de ser propietario". Eso sí, apunta que "estamos empezando a visualizar que si el coche es autónomo y compartido y hace de taxi; uno sólo quizás lo podrá hacer todo y no harán falta tantas aplicaciones".
Simmer (Seat): "Para nuestro futuro tenemos que encontrar modelos de negocio más allá de vender coches"
Nuevos modelos
coincide Jaume Suñol, que defiende Drivy como una más de estas opciones que tiene que tener el consumidor, pero que "a la larga pueden acabar convergiendo". El importante en su caso, destaca, es que "la experiencia de alquilar el coche a otro particular tiene que ser cada vez más sencilla".
Vivir este momento de cambio de paradigma provoca que "los planes de negocio de los nuevos servicios de movilidad sean inciertos, es difícil hacer planes a 10 años"; evidencia Ignasi Fàbregas. Por lo tanto, la colaboración es fundamental. "Los fabricantes ven quetienen que entrar y nosotros que los necesitamos". Avancar se integra dentro de Zipcar, que busca acuerdos con fabricantes como el que tiene en España con Hyundai para alcanzar su flota o en los Estados Unidos con Ford por los vehículos de carsharing disponibles en los campus universitarios.
A la vez, Zipcar es propiedad del grupo Abuelos. "Nos complementamos bien. Los dos alquilamos coches pero lo hacemos de forma diferente", dice Fàbregas. "Ellos alquilan a los viajeros y nosotros a los vecinos. Nuestra ventaja es la capilaridad y la oferta por horas. Pero hay mucha gente que utiliza los dos servicios", reconoce.
Suñol (Drivy): "La experiencia de alquilar el coche a otro particular tiene que ser cada vez más sencilla"
Las cosas claras
Uno de las principales trabas de las nuevas formas de movilidad es encontrar una regulación que no genere dudas. "El más importante que podemos pedir es una legislación clara. Hoy no sabemos cuál es el plan estratégico de cabeza de las administraciones", lamenta el responsable de Avancar. "Las empresas no necesitamos subvenciones, sino reglas claras", insiste.
Suñol recuerda que si bien en el sector del taxi las licencias son un conflicto, en el del alquiler de coches no lo es porque se eliminaron el 2009. Aún así, concluye resignado, "España es de los países más a la cola en las facilidades por el prosumer".