Más de un centenar de yates, entradas por encima de los 500 euros por persona y día, y tiendas de marcas de alta gama instaladas en la Marina Port Vell. Estos son algunos de los elementos más visibles que denotan el lujo que rodea la Copa América de Vela. La prueba deportiva que ha comenzado esta semana está trayendo a la capital catalana visitantes extranjeros de alto poder adquisitivo, que buscan servicios muy exclusivos y específicos que contrastan con lo que demandan la mayoría de los habitantes de la ciudad. La Marina Port Vell, por ejemplo, ha instalado en el Muelle de la Barceloneta tiendas de firmas como Louis Vuitton o Prada y, en cuatro meses, ha triplicado la plantilla para satisfacer a un cliente "exigente".
Por su parte, la organización de la prueba deportiva ha montado un mirador en el Puerto Olímpico desde donde seguir la competición puede llegar a costar más de 1.100 euros.
Más de 3.000 personas en yates de lujo en la Marina Port Vell
La Marina Port Vell, en la Barceloneta, ha "transformado" las instalaciones en los últimos meses. La organización de la Copa América de vela designó el recinto como Marina Preferente para superyates, y por este motivo, la zona concentra las propuestas más exclusivas. Durante la prueba deportiva, el espacio recibirá más de 110 yates de lujo, por lo que en un día pueden llegar a coincidir más de 3.000 personas entre propietarios de embarcaciones, invitados y tripulantes.
"Ahora mismo tenemos unos 50 yates, pero a mediados de septiembre esperamos estar prácticamente al 100% hasta que termine la competición", explica la directora de marketing y comunicación de la Marina Port Vell, Marta Tuñí, en declaraciones a la ACN. Tuñí indica que tienen reservas desde hace un año y medio, y el perfil del cliente es prácticamente todo internacional. La ocupación irá en aumento a medida que avance la prueba, ya que las regatas de más nivel están previstas a partir del fin de semana del 14 de septiembre.
Tuñí (Marina Port Vell): "Ahora mismo tenemos unos 50 yates, pero a mediados de septiembre esperamos estar prácticamente al 100% hasta que termine la competición"
La directiva evita hablar de precios, pero los servicios que ofrece el recinto ya denotan que está orientado a un visitante de alto poder adquisitivo. "Encontramos marcas de lujo internacional como Louis Vuitton, Prada, Maui Jim, Gloria Diagonal o los coches deportivos Ineos", describe Tuñí. "También hemos abierto un restaurante y una terraza donde se pueden degustar ostras con champán", agrega. En este caso, la copa oscila entre los 14 y los 18 euros.
El espacio incluso ha abierto un punto donde ofrece servicios de bienestar y belleza, como peluquería o manicura, entre otros. Nicoletta, una de las trabajadoras, asegura que ya tienen "bastantes" reservas para los próximos días y vaticina que la demanda irá en aumento a medida que avance la prueba deportiva. Todos estos servicios cerrarán sus puertas cuando finalice la competición.
Más de 500 euros para seguir las regatas desde el AC37 Club
Otro de los puntos que se llena de visitantes de alto poder adquisitivo es el Port Olímpic. Al final de la calle Marina, los organizadores de la Copa América han instalado el AC37 Club, un mirador con vista al campo de regatas. “Este es el Place to be durante toda la competición”, indican en la página web del evento. Según detallan, la entrada más económica para acceder al recinto cuesta 500 euros –para las regatas preliminares que comenzaron este jueves–, mientras que para la final se elevan hasta superar los 1.100 por persona. El espacio, que se ha montado expresamente para la competición, también cuenta con restaurantes y música en directo, y acoge a expertos y comentaristas durante las regatas.
Más allá de eso, las grandes marcas también se dejan ver en otros espacios de la competición, más accesibles al resto del público. Cupra, por ejemplo, ha instalado un cronómetro en la playa de Barcelona para mostrar los “primeros detalles” de su nuevo modelo de coche, el Terramar, que presentará oficialmente el próximo 3 de septiembre. Y el Race Village, el espacio abierto a la ciudadanía en el Muelle de la Fusta, cuenta con el patrocinio de compañías como la catalana Puig o la suiza Omega.