El Centre de Ciència i Tecnologia Forestal de Catalunya (CTFC) lidera un proyecto para promover la producción de madera de alta calidad en Catalunya. Se trata de las frondosas nobles, es decir, especies de árboles que producen una madera de características técnicas y estéticas excepcionales. Algunos de sus principales exponentes son el roble, el castaño o el nogal. En Catalunya, más de un 90% de esta madera se importa del extranjero y a la industria que la usa, cómo la ebanistería, la tornería o la tonelería, le cuesta mucho encontrar este producto de proximidad.
El ingeniero investigador del CTFC Jaime Coello ha explicado que, en condiciones naturales, cuesta mucho encontrar estas especies arbóreas, puesto que "son relativamente escasas" y, además, "conseguir un tronco sin ramas y de cierta medida lleva mucho tiempo". Por eso, desde el Centre trabajan para favorecer la plantación de estas especies en el marco del proyecto europeo Life MixForChange, que tiene como objetivo general, contribuir a una mayor resiliencia de los bosques mixtos mediterráneos ante el cambio climático.
Coello ha detallado que hay diferentes opciones para promover este tipo de plantaciones. Por un lado, se puede hacer una plantación exclusiva de estas especies de árboles en unos terrenos adecuados, pero también se puede hacer una producción combinada. Es decir, se pueden plantar hileras de árboles de estas especies entremedias o en los márgenes de los campos agrícolas. Finalmente, tal como ha apuntado Coello, también se pueden promover estas especies dentro del bosque: "La gestión habitual de los bosques tiende a hacer productos de bajo valor añadido, puesto que se prioriza la cantidad por sobre la calidad".
Además, el investigador del CTFC ha explicado que el cultivo de frondosas nobles es favorable medioambientalmente, puesto que contribuye a la diversificación del paisaje y de los ecosistemas. En concreto, Coello ha dicho que estos árboles "fijan carbono en tierra, son un refugio para los pájaros y la biodiversidad y, además, hacen un filtraje de los lixiviados agrícolas y reducen la problemática de los purines". En conclusión, "se consigue un doble beneficio, tanto económico cómo ambiental y paisajístico".