"Barcelona tiene que vivir dentro del mar, no solo verlo", expresa Luis Conde. Con estas palabras, el presidente del Salón Náutico ha dado el pistoletazo de salida a la 61a edición del acontecimiento. Hasta el fin de semana, la zona de los muelles de Fusta, España y Marina Port Vell acogerá 240 expositores y 640 embarcaciones, 160 de las cuales forman parte de la muestra flotante. "Tenemos una gran oportunidad para visibilizar la tarea de las pymes que luchan todo el año para hacer gran parte de su negocio durante cinco días", añade Conde. En este sentido, el máximo responsable del Salón destaca "el carácter dinamizador del certamen".
Más allá del componente estrictamente comercial y empresarial del evento, este año la Copa América ocupa gran parte del protagonismo. "Hablamos de una gran victoria para Barcelona", define Luis Conde a la hora de valorar el impacto de la competición. Por su parte, Josep Antoni Llopart, director del Salón, expresa su satisfacción "por volver poner a Barcelona en el centro de la náutica europea reuniendo las mejores marcas y, a la vez, atrayendo las últimas innovaciones y tendencias".
La organización confía que esta edición del Salón Náutico, con una superficie expositiva de 22.000 cuadrados y una previsión de 50.000 visitantes, sirva para dejar atrás, definitivamente, los efectos de la pandemia. Entre los meses de enero y agosto, en toda España se han registrado un total de 5.190 matriculaciones, una cifra que representa un incremento de un 5,4% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Si se analiza el mercado de los barcos con eslora inferior a los seis metros, el crecimiento es del 13,6%.
La Copa América, "un proyecto de legado"
El Salón Náutico ha abierto puertas a menos de un año para la celebración de la fase final de la Copa América en las aguas de Barcelona. La reflexión alrededor de los efectos del acontecimiento también han ocupado buena parte del acto institucional del Salón. "La parte brillante de la Copa es que tiene muchos aspectos diferentes, pero unidos a la vez", describe Aurora Catà. La vicepresidenta de la empresa organizadora de la competición ha puesto en valor cómo "la tecnología y la sostenibilidad van ligadas a los valores" de la aventura deportiva del verano del año próximo.
En su turno de palabra, Ignasi Armengol ha celebrado "el proyecto de legado" que es la Copa América y se ha autoexigido abrir "el certamen a la ciudadanía en toda su transversalidad". Desde la dirección general de la Fundació Barcelona Capital Nàutica se mantiene el compromiso "para hacer realidad el concepto de acercamiento del mundo náutico". Lluís Salvadó ha aprovechado el altavoz del Salón Náutico para proyectar todo el conjunto de transformaciones, en gran parte urbanísticas, del Port de Barcelona para acoger la Copa América. "Es tiempo de reforzar la concepción de puerto abierto y generar espacios para todo el mundo", concluye el presidente del equipamiento.
Según un informe de la Universitat Pompeu Fabra, la Copa América puede generar un impacto económico de 1.200 millones de euros en la ciudad de Barcelona y al resto de Catalunya. El incremento de actividad creará 19.000 puestos de trabajo a tiempo completo. Durante la celebración del evento, la organización prevé la presencia de 2,5 millones de visitantes. El informe contempla que los gastos con impacto asociados a la celebración de la Copa América ascienden a 1.115 millones de euros. 195 corresponden a inversiones y organización, 231 millones a los gastos de los equipos participantes (entre los cuales se incluyen los 6 equipos de la categoría principal y los equipos femeninos y de jóvenes) y 689 millones de euros son los gastos derivados de los visitantes.
La economía azul, una "excusa perfecta" para ampliar horizontes
Una vez finalizada la apertura institucional del Salón, a pocos metros del tradicional revuelo de la feria, ha sido el turno de la economía azul. El acto ha contado con la participación de Emma Cobos, directora de Innovación y Estrategia del Port de Barcelona; Anna Majó, directora de Innovación Empresarial de BarcelonaActiva y UgoValentí, director del Smart City Expo. Tres voces que han tratado la economía azul desde una perspectiva transversal.
"Es una excusa perfecta para ampliar los horizontes de instituciones cómo el Port de Barcelona", expone Cobos. Desde el equipamiento se apuesta para explorar nuevas oportunidades con "la colaboración de las administraciones y la ayuda de otros puertos de referencia cómo el de Róterdam o Amberes". De cara al año 2030, el objetivo del Port es acelerar la descarbonización hasta lograr una reducción del 50% de las emisiones.
Sin dejar este ámbito, el camino del Ayuntamiento de Barcelona es aprovechar "el mar para impulsar la promoción económica, cosa que hasta ahora no se había llevado a cabo", manifiesta Majó. A modo de ejemplo, la directiva de Barcelona Activa ha expuesto cómo "donde antes teníamos bares nocturnos, ahora queremos instalar empresas de economía azul". En los últimos años, la agencia de desarrollo ha acelerado 23 proyectos de economía azul.
En un intento de agrupar todo el conocimiento de las iniciativas innovadoras, del 7 al 9 de noviembre, Fira de Barcelona organizará la primera edición del Tomorrow Blue Economy. "Será un punto de encuentro internacional, donde los diferentes actores del universo azul presentarán sus soluciones de innovación", apunta Ugo Valentí. El representante del certamen insta a tener en cuenta que el "65% de las ciudades más grandes del mundo son costeras".