Dicen que Maria Àngels Vallvé i Ribera (Barcelona, 1942) es la dama del parqué. En 1971, fue la primera mujer en aprobar la oposición de agente de cambio y bolsa en España, en un mundo en el que el requisito para ser diplomático, notario o bróker era ser "varón y español". Licenciada en Economía y con inicios en la empresa familiar dedicada al negocio del cobre, impulsó posteriormente la gestora de fondos GVC Gaesco en un mundo de "corbatas" en el corazón de la Diagonal de la ciudad condal. Una oficina que visita cada día, mañana y tarde, a sus 83 años y que combina con su gran pasión: la familia, la música y las escapadas a la Alta Garrotxa. En una mañana lluviosa de marzo, Vallvé recibe a VIA Empresa en sus instalaciones y reclama valentía en un mundo de turbulencias geopolíticas, mientras se muestra partidaria de introducir cuotas de género en las organizaciones. Definida por muchos compañeros como una profesional enérgica, crítica, agradecida y con amor, tiene claro que hace falta más cultura financiera en la sociedad y rodearse de gente modesta y con ganas de aprender.
Una de las oposiciones más inaccesibles que ha existido nunca es, sin duda alguna, la de agente de cambio y bolsa. Además, usted fue pionera porque se convirtió en la primera mujer agente de bolsa en España en 1971. ¿Qué la llevó a esta situación y a querer dedicarse a este ámbito?
Cuando terminé la carrera de Economía, tuve un primer trabajo en la empresa familiar, que era metalúrgica y, por tanto, tenía como materia prima el cobre. Este metal tiene un precio muy fluctuante, ya que cotiza diariamente en muchos mercados, como Londres, Nueva York y Chicago. Me atrajo mucho este mundo y de ahí di el salto a la bolsa a raíz de la convocatoria de unas oposiciones de agentes de cambio y bolsa, en las que por primera vez en la historia esta institución permitía que pudieran acceder mujeres. El apoyo de mi marido, Joan Hortalà, fue crucial, porque me animó a aceptar este reto. Y en octubre de 1971, pasé a formar parte del Colegio de Agentes de Cambio y Bolsa de Barcelona.
Incluso, este suceso fue tan novedoso que querían hacerme entrevistas en los periódicos de la época, pero lo rechacé de inmediato (ríe). Era una oposición de méritos y no quería que el hecho de ser mujer fuera un mérito adicional o, incluso, contraproducente.
¿Es fácil moverse en un mundo que, durante los años 70 y 80, estuvo protagonizado en muchas esferas profesionales por hombres? ¿Cuáles han sido sus grandes aprendizajes?
Es cuestión de proponérselo. Debo confesar que fui bien recibida en la bolsa, con mucha cortesía y educación, pero con unas sonrisas burlonas que hacían suponer que no confiaban en mi capacidad y continuidad para ejercer esta profesión. Tuve que demostrar que sabía y que estaba preparada, algo que se daba por sentado respecto a mis compañeros de promoción, que eran todos hombres.
"El primer día en la bolsa fui bien recibida, con mucha cortesía y educación, pero con unas sonrisas burlonas"
Además, si en 1971 usted se atrevió a ser transgresora, 30 años después repitió la jugada cuando formó parte del primer grupo de mujeres admitidas en el Cercle del Liceu, un club privado estrechamente vinculado al teatro barcelonés. Siempre rompiendo límites.
Desde joven había asistido a las funciones de ópera del Liceu, donde mis padres eran grandes aficionados. De hecho, mi padre también era socio del Cercle y recuerdo con simpatía las meriendas que celebraban en la institución. Me lo propusieron y, efectivamente, formé parte del primer grupo de mujeres que accedieron a ser socias de esta entidad. Un hito más.
Volviendo a su trayectoria profesional, muchos compañeros la definen como una profesional enérgica, crítica, agradecida y con amor. ¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo? ¿Y cómo es su día a día?
Agradezco mucho que me definan así (sonríe). Me gusta mi trabajo y es interesante hablar con los numerosos colaboradores, profesionales y clientes que buscan asesoramiento para sus inversiones.
El aprendizaje es continuo en el día a día, desde la comprensión del mercado (que nunca es completa) hasta aprender sobre las nuevas tecnologías que nos ayudan a avanzar en los procesos administrativos y en la toma de decisiones. Me llena tanto mi trabajo que vengo cada mañana y tarde a la oficina y me encanta combinarlo con la familia o la música. O, al menos, lo intento.
Supongo que estará contenta con los buenos resultados de su organización. Lo contamos en VIA Empresa, que GVC Gaesco obtuvo un beneficio neto de 2,7 millones de euros en 2024 e incrementó sus ingresos un 11%. Así pues, la compañía alcanzó los 23 millones de euros de facturación. ¿Fueron complicados los inicios de su empresa? ¿Y hacia dónde se dirige?
Seré sincera. Los inicios no fueron fáciles, ya que estábamos acostumbrados a trabajar en un entorno casi monopolista y, de repente, en 1989 tuvimos que convertirnos en sociedades anónimas y competir con las grandes estructuras del mundo financiero. Poco a poco, y mediante alianzas y fusiones, ahora somos el grupo GVC Gaesco, con muchos años de experiencia y con un equipo de grandes profesionales, además de jóvenes llenos de ilusión y conocimientos del siglo XXI.
"Somos una compañía muy relevante en Catalunya y Madrid. La sede más importante está en Barcelona"
Para quienes no nos conozcan, somos un grupo mediano en el mundo financiero y tratamos de ofrecer al ahorrador soluciones de todo tipo para que pueda preservar su capital y rentabilizarlo de acuerdo con el riesgo que pueda o quiera asumir. Ofrecemos desde la posibilidad de operar directamente en los mercados hasta hacerlo a través del asesoramiento o mediante una gestión de patrimonio.
Somos una compañía muy relevante en Catalunya y Madrid. La sede más importante está en Barcelona, pero también tenemos oficina en la capital española y otro establecimiento en Valencia. Además, contamos con muchos agentes financieros en Valladolid, Sevilla, Oviedo, Zaragoza y, por supuesto, en muchas ciudades catalanas.
En varias entrevistas ha detallado que compró a sus socios de GVC cuando Irak invadió Kuwait y adquirió Gaesco (en aquel momento su competencia) durante el estallido de Lehman Brothers en 2008. ¿Es momento de ser valientes e invertir en tiempos en los que la geopolítica es la gran protagonista?
Sin ninguna duda. Para seguir creciendo, es necesario un avance orgánico, pero también convienen alianzas inorgánicas. En GVC Gaesco siempre hemos realizado nuevas adquisiciones y alianzas en épocas muy difíciles, como las que ha mencionado. Quizás sí es el momento de actuar teniendo en cuenta los retos geopolíticos que existen hoy en día.
¿Cuál es el mejor sector para invertir en estos momentos? ¿Y cuál sería mejor evitar?
No es fácil responder a esta pregunta. En épocas como las actuales, es difícil prever qué sectores se verán más beneficiados o perjudicados por las decisiones políticas de las grandes economías mundiales. No hay duda de que uno de los sectores más interesantes es el tecnológico. Desafortunadamente, aunque no esté de acuerdo porque no cumple con los principios de ESG (Environmental, Social and Governance), el sector de armamento y defensa es muy rentable.
"Aunque no cumple con los principios de ESG, invertir en el sector de armamento y defensa es muy rentable"
Sin embargo, las decisiones que toman nuestros gestores en los fondos de inversión o en carteras gestionadas se basan más en sectores de determinadas empresas, analizando la situación de su compañía, sus perspectivas, su actividad y la valoración que le otorga el mercado. En GVC Gaesco, con profesionales como Jaume Puig, intentamos conocer en persona a los equipos directivos de las empresas cotizadas y, junto con estos factores, tomamos la decisión de invertir o desinvertir.
El sector turístico también es muy rentable y, de hecho, contamos con un fondo dedicado a las compañías que operan en este ámbito. Apenas existen fondos similares en el mundo, y prueba de ello es que desde Japón nos han contactado para asesorarles en un fondo similar. Además, ofrecer un fondo de turismo desde Barcelona encaja perfectamente, ya que somos muy reconocidos en este sector.
¿Dónde invertiría 50.000 euros? ¿Y un millón de euros?
O incluso 100 euros (ríe). Se puede empezar a invertir con pequeñas cantidades. Lo primero es conocer el perfil y las necesidades de la persona que invierte. En términos generales, podría tratarse de una cartera con bonos, acciones y algunas participaciones en fondos de inversión. Por ejemplo, una persona joven con ingresos modestos podría invertir 100 euros al mes en un plan de inversión.
"Si una persona no puede dormir porque la bolsa ha bajado, significa que debe optar por una inversión mucho más conservadora"
Y lo más importante: usted suele comentar que la clave es que el inversor pueda dormir tranquilo.
Efectivamente, este concepto se conoce como sleeping point. Si un día la bolsa cae por un motivo concreto, la persona debe poder dormir sin que esto altere su estabilidad diaria. De hecho, si una persona no puede dormir por esta razón, significa que debe optar por una inversión mucho más conservadora.
¿Cuál es su mayor lección después de estos 50 años de aprendizaje en el mercado?
Creo que hay que ser muy humilde en la vida. Nunca sabemos lo suficiente sobre nada. El mercado es una realidad en la que confluyen las voluntades de millones de personas, por lo que nunca puedes predecir con certeza cómo reaccionará. Y en este sentido, no se puede ser dogmático. Por otro lado, es fundamental rodearse de buenos profesionales y, sobre todo, de buenas personas.
Y ahora hablemos de Catalunya. Si miramos su árbol genealógico, su abuelo era Joaquim Ribera Barnola (de Metalls i Platerías Ribera, que acuñaban la peseta) y su padre, Joan Vallvé Creus, fue gerente de la misma compañía y cofundador de Òmnium Cultural, que presidió entre 1978 y 1984. ¿Hacia dónde se dirige económicamente Catalunya? Hace pocos días vimos que la Fundación "la Caixa" ha trasladado nuevamente su sede a Barcelona, a pocos metros de donde nos encontramos realizando esta entrevista.
Estamos en un momento más tranquilo en Catalunya, combinando nuestra identidad catalana dentro de un marco español y europeo. Creo que estamos en una fase de recuperación importante de nuestra actividad económica. También lo hemos visto con el éxito del Mobile World Congress 2025 esta semana. Siento orgullo cuando digo que soy de Barcelona. Vamos por muy buen camino.
¿El otoño de 2017 fue un momento complejo para ustedes?
Fue un momento muy complejo en muchos sentidos. Mi padre fundó Òmnium Cultural y mi marido, Joan Hortalà, había sido secretario general de Esquerra Republicana (ERC), y algunos medios de comunicación aprovecharon para decir medias verdades o, directamente, mentiras. Nosotros no preguntamos la ideología de nuestros clientes, solo necesitamos estabilidad para llevar a cabo nuestro trabajo. Nuestro holding tiene sede en Barcelona, al igual que nuestra gestora. En Madrid tenemos la parte del asociado de valores. Es decir, agradecemos la bonanza económica y estabilidad de los últimos meses. Y concluyo: hay que ser tolerante con todas las ideas, pero sin que perjudiquen a los demás.
"Nosotros no preguntamos la ideología de nuestros clientes, solo necesitamos estabilidad para llevar a cabo nuestro trabajo"
En el marco del 8 de marzo, Día de la Mujer, ¿está a favor de las cuotas de género en las empresas?
Debo confesar que hace años estaba en contra de las cuotas de género en las organizaciones, pero ahora estoy a favor. Si hay una facilidad y oportunidad, más mujeres accederán. Tenemos muchas mujeres con muchos méritos y capacidades que cumplen perfectamente su rol. Eso sí, lo que más me sorprende es que, a veces, me han otorgado premios por mi trayectoria profesional y todos los miembros del jurado eran hombres.
Vallvé está a favor de las cuotas de género en las organizaciones | Mireia Comas
Además, se habla mucho de grandes mujeres profesionales que se encuentran en cargos intermedios. ¿Cómo se puede promover que el género femenino lidere más compañías?
Creo que hace falta mucha meritocracia y las oposiciones son perfectas para la igualdad. Incluso en muchas de ellas, las mujeres ocupan las primeras posiciones en valoraciones y resultados. Además, cuando te tienen que calificar para entrar en un consejo de administración o un comité de dirección, es más difícil porque hay mucha subjetividad. Creo que es cuestión de seguir trabajando y creyendo en ello. Vamos por buen camino.
Un breve cuestionario final:
- ¿Quién la inspira? Mis antepasados, sobre todo mis abuelos que eran grandes emprendedores. O mis padres, llenos de cariño y al mismo tiempo disciplina para educar y afrontar el futuro.
- Último libro que ha leído:Mesa para dos del escritor Amor Towles. Un conjunto delicioso de seis cuentos con un estilo elegante.
- ¿Una serie o película que recomendaría para adentrarse en el mundo de las finanzas? Se han producido muchas películas que son exageradas. Una de las que más me ha impactado, pero porque reconozco que tiene una base ética, es Margin Call estrenada en 2011 y dirigida por J. C. Chandor.
- ¿Uno de los momentos en los que se ha sentido más orgullosa de su trayectoria? Creo que he hecho lo mejor que he podido en cada momento. Ese afán, yo creo, de perfeccionismo es lo que también te mueve cada día para ser mejor. Agradezco mucho las muestras de afecto y reconocimiento que he recibido por parte del Instituto Catalán de Finanzas, el Instituto de Analistas Financieros o el Col·legi d'Economistes de Catalunya.
- Dos empresarias a las que no perderle la pista: Imma Amat (Amat Immobiliaris) y Silvia Alsina (Roman). Son mujeres espectaculares a las que no hay que perder la pista.
- Si volviera a tener 18 años, ¿qué le gustaría estudiar? Me encantó estudiar Economía. Ahora bien, si pudiera estudiar de nuevo, apostaría por conocer más idiomas, como el árabe, o profundizar en la carrera de Historia.
- El mejor rincón de Catalunya para perderse: La Alta Garrotxa. Es única.