Las entrevistas en papel o en formato digital solamente escrito sufren una carencia debido a su naturaleza: es difícil hacer llegar al lector las sensaciones que transmite la persona entrevistada en el momento de la conversación. El tono, la forma de expresarse, los gestos o el ritmo del discurso, por citar algunos aspectos, se disuelven entre las palabras que el público lee. El diálogo con la exdirectiva y primera secretaria de la historia del club, Maria Teixidor, no es una excepción y, en un tablero de ajedrez como el del Barça y su entorno, las percepciones son útiles para extraer una conclusión precisa de la entrevista.
De entrada, Teixidor muestra alegría y satisfacción por el trabajo bien hecho en el Barça femenino de fútbol cuando ella fue su responsable en su mandato. No se apropia del éxito ni se cuelga en la medalla a sí sola, sino que destaca el trabajo colectivo para conseguir un primer equipo campeón de Europa. El caso del femenino le sirve a lo largo de la conversación on y off the record para analizar el actual estado del club y del fútbol en general. Y es aquí donde Teixidor muestra discurso, conocimientos y visión de lo que quisiera para el Barça. Ella misma explica que su cerebro funciona en varios planos a la vez. Se nota, pues, que además de empresaria y abogada es una culé que piensa e imagina por dónde debe ir el club. Podríamos llamarlo trabajo discreto.
Eso sí, la ilusión transmitida por la trayectoria y el horizonte de futuro del primer equipo femenino se disuelve de repente al cambiar de tercio. Se la nota decepcionada -muy decepcionada, para ser más precisos- cuando explica que la actual directiva del FC Barcelona se ha negado a avalarla para ser candidata a la presidencia de la futura Liga Profesional de Fútbol Femenino. Le duele el hecho de que se la sitúe en una trinchera opuesta a la actual junta por haber formado parte de los directivos de Bartomeu y que no se valore su labor en el fútbol femenino.
Si alguien en Arístides Maillol quiere ir a por todas en las próximas elecciones a la presidencia del club, que sepa que Teixidor está preparada para plantar cara
En cambio, a Teixidor le brillan los ojos cuando se le pregunta si encabezará una candidatura a la presidencia del Barça. El brillo ocular contrasta con la respuesta calculada para no cerrar la puerta a nada en un futuro electoral. Aquí pone en valor su labor en la directiva de Bartomeu y subraya lo que la distancia de la gestión de esos años. Recuerda – y lo remarca durante la entrevista- su dimisión de la junta tras el Bartogate y su oposición al pacto con la fiscalía en el caso Neymar como muestras de criterio propio y de desmarque respecto al pasado mandato.
En pocas palabras, Maria Teixidor sabe comunicar, se distancia de forma calculada del pasado de Bartomeu sin dejar de reivindicar su labor en el fútbol femenino, imagina cómo debe ser el Barça del futuro y no dice no a ser presidenciable. Ya que hablamos de sensaciones, aquí la nuestra: si alguien en Arístides Maillol quiere ir a por todas en las próximas elecciones a la presidencia del club, que sepa que Teixidor está preparada para plantar cara. Algo muy distinto es si da el paso finalmente para presentarse o si el club se ha convertido en una SAD y, por tanto, ya no hay comicios a la presidencia del club. El tiempo lo dirá.