Andreu Mas-Colell (Barcelona, 1944) es una de las personas que más veces he entrevistado a lo largo de mi trayectoria profesional. Pero, hay un par de frases que me quedaron grabadas a fuego en una entrevista en VIA Empresa durante el congreso de Economía y Empresa organizado por el Col·legi d'Economistes de Catalunya (CEC) el 17 de mayo de 2018. La primera: "En política no puedes hacer todo lo que quieres". La segunda: "Los economistas servimos para todo". Toda una declaración de intenciones, de la que surgieron diferentes preguntas: Cuándo y dónde puedes hacer todo lo que quieres? Querer es poder o poder es querer? Y si los economistas sirven para todo, entonces también pueden hacer todo lo que quieren en política? El caso de Mas-Colell daría para una serie de Netflix.
A Mas-Colell no le hace falta carta de presentación. Exconseller de la Generalitat, fundador de la Graduate School of Economics (GSE), exsecretario general del Consejo Europeo de Investigación, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), Creu de Sant Jordi o Premio Rey Don Juan Carlos I de Economía, entre muchos otros. Doctor Honoris Causa de diferentes universidades, autor de The Theory of General Economic Equilibrium: a Differentiable Approach (Cambridge University Press, 1985), coautor de MicroeconomicTheory (Oxford University Press) y con más de 100 trabajos de investigación a su espalda.
En su CV se puede encontrar prácticamente todo.
El "paréntesis" de la política
Apenas un par de meses después de dejar la Conselleria d'Economia y Coneixement (2010-2016), lo pude entrevistar en su despacho de la UPF y hablamos de universidades, economía y política catalana, teoría de juegos o resolución de conflictos. Incluso, recordamos la fábula del "cepillo" del presidente Tarradellas. Le pregunté por su peor momento como conseller y me respondió: "De peores ha habido muchos. Ahora, quizás, el peor fue en diciembre del 2011 cuando tuvimos dificultades para pagar las nóminas por culpa del colapso monetario europeo y el cierre de los mercados. La angustia fue muy grande y alrededor de aquellas fechas, me costó dormir". El mejor momento? El 9N.
También le pregunté si se jubilaría y me respondió que "el servicio público era un paréntesis", que tenía que hacer la transición de "la vida política a la vida normal y de la vida normal a la vida de profesor jubilado", que quizás daría clases en la universidad y que estaría ocupado con actividades académicas y apoyando a la investigación. "Ahora duermo ocho horas y estoy descansado, pero si solo hubiera esto, sería muy aburrido", aseguraba ya años atrás.
La "figura puente" de la empresa
Desde entonces, Mas-Colell ha descansado de la política pero ha seguido con paso firme en el mundo de la economía y la empresa.
Mas-Colell: "Los economistas servimos para todo"
Para poner solo algunos ejemplos recientes, en las últimas semanas ha sido nombrado vicepresidente de Barcelona Global y presidente del consejo editorial de L'Ara como relevo de FerranRodés, ha presidido el jurado del Premio Fundación Banco Sabadell a las Ciencias y la Ingeniería, ha participado en la XXXVI Reunión del Cercle d'Economia como presidente del BIST o se ha erigido cómo "la figura puente, uno de los grandes impulsores y el eje transversal" del Manifiesto Sí a la Ampliación del Aeropuerto que parece que ahora empieza a despegar de verdad con una inversión de 1.700 millones de euros. Y todo ello, sin hacer demasiado ruido.
Del efecto Streissand a Kafka
Conviene no olvidar este hilo de su hijo y profesor de la Universidad de Princeton Àlex Mas que se viralizó en todo el mundo ante la causa del Tribunal de Cuentas contra la acción exterior de la Generalitat en la cual figura Andreu Mas-Colell (y 39 excárgos políticos más) y por la cual se le piden hasta 2,9 millones de euros. El economista Enric Llarch asocia su figura al "efecto Streissand contra el Estado español y para aquellos que querían pasar de puntillas sobre el tema."
Una situación que el mismo Àlex Mas ya definía como "kafkiana". Tanto es así que en solo cuestión de horas, Mas-Colell recibió el apoyo del International Economy Association, el American Mathematical Society, 33 Premios Nobel de Economía cómo Jean Tirole, Joseph Stiglitz, Esther Duflo, Robert Solow o Daniel Kahneman o más de una veintena de destacados economistas internacionales.
El economista Xavier Sala-i-Martin también ha manifestado su apoyo a través de la campaña de change.org que ya acumula más de 12.000 firmas, así como el Nobel Paul Krugman a través de Twitter donde tiene más de 4,5 millones de seguidores. De hecho, Krugman y Sala-i-Martin son los economistas con más impacto en las redes sociales de todo el mundo.
Para Mas-Colell, "el servicio público era [realmente] un paréntesis" y estaría muy bien que la política parlamentaria fuera una suma de paréntesis de mucha gente, del sur y del norte, con vocaciones y formaciones diferentes pero todos con un oficio común: servir a la sociedad. Recordando la calidad de aquello que se va a hacer y se acaba haciendo más que el tiempo que se le dedica.
Marcet: "Catalunya no ha ayudado nunca seriamente a las industrias a innovar. No ha tenido a nadie que hiciera el papel que Mas-Colell hizo con la investigación y que ha puesto Catalunya en el mapa de las potencias científicas europeas"
Decía Xavier Marcet en un artículo de análisis reciente en VIA Empresa que "Catalunya no ha ayudado nunca seriamente a las industrias a innovar. No ha tenido nadie que hiciera el papel que Mas-Colell hizo con la investigación y que ha puesto Catalunya en el mapa de las potencias científicas europeas".
Seguramente, faltan más economistas cómo Andreu Mas-Colell en Catalunya, España y el mundo. Y que puedan cambiar la política de siempre.