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Melón, la fruta que refrescaba a los egipcios

Como competidor directo de la sandía en verano, el fruto ovalado tiene como principal origen La Mancha, a pesar de que Lleida y Ontinyent ofrecen un producto autóctono y con sello de calidad

El consumo de melón ha caído en los últimos años | Pixabay
El consumo de melón ha caído en los últimos años | Pixabay
Barcelona
10 de Julio de 2019

Si hay una fruta que puede hacer la sombra a la sandía durante el verano, esta es el melón. Son las dos reinas de la temporada estival, y también representaron el 2017, junto con la fresa , el 40% de la producción de fruta dulce al Estado español, según el estudio Alimentación en España 2018 elaborado por Mercasa. Pero no es un descubrimiento moderno, su origen se remonta en el Asia meridional, dicen algunos expertos, o en la África, según otras opiniones, donde sí que se han encontrado pinturas con representaciones de melones en tumbas egipcias. Sea qual sea su lugar de nacimiento real, es una fruta que en el mundo moderno nos ayuda a refrescarnos  y a combatir las oleadas de calor de julio.

 

A pesar de que el consumo de sandía y melón en Catalunya es bastante similar, la primera gana ligeramente. Y, además, en los últimos años ha incrementado su producción de manera progresiva, mientras que la del segundo ha ido a la baja. Esto se ha notado también en el consumo: en 2017 los consumidores se llevaron a casa unos 58.523 miles de kg de esta fruta amarillenta, un 7% menos que el año anterior, tal como apuntan los datos del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación.

El consumo de melón ha caído un 7% respecto del 2016

La tendencia se ha reproducido en todo el Estado. En 2014 los agricultores españoles produjeron 751 miles de toneladas de melón, mientras que tres años más tarde la cifra cayó hasta los 611,4 miles de toneladas. Comparando la situación con la sandía, esta pasó de los 923 a los 1.115 miles de toneladas.

 

Melones con sello de calidad

Por territorios, Castilla-La Mancha es la principal zona de cultivo de este fruto. En el último informe de Mercasa la producción se eleva hasta los 202 miles de toneladas, seguidos de los 179,5 miles de toneladas de Murcia o los 147,3 miles de toneladas de Andalucía. En cuanto a Catalunya, el 2017 produjo 5,5 miles de toneladas, una cantidad un poco superior a la del 2015, cuando fueron 4,8 miles de toneladas.

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Font: Alimentación en España 2018 de Mercasa

Según el DARP, Tarragona es la demarcación más productiva para el melón. A lo largo del 2018 se cultivó aproximadamente la mitad de la producción catalana en sus 117 hectáreas, también un 50% de la superficie total del Principat. Lleida es la segunda zona de cultivo, con una cuarta parte de las toneladas y poco más del 25% de los campos.

A pesar de que es al sur donde más fácilmente se puede encontrar melón de km 0, uno de los más cotizados de Catalunya se encuentra en Lleida, en Artesa de Segre. Después de una crisis productiva a principios de los años 90, los agricultores de la comarca de la Noguera lo han podido recuperar y dignificarlo. Es un Piel de Sapo, incluido dentro de la clase de los melones Verdes, y que se cosecha entre julio y agosto, con una carne tirando a blanca y dulce.

Entre los melones Verdes también hay el Tendral, mucho menos típico, mientras que de la clase Amarilla (denominado así por el color de la cáscara) se distribuyen las variedades Canario y Ors. Precisamente este segundo es autóctono del País Valencià, más concretamente de Ontinyent (València), y su tradición se remonta a más de siete siglos. Cómo pasó con el melón de Artesa de Segre, una iniciativa local ayudó a su recuperación y en 2012 se creó el sello de calidad Meló d'or d'Ontinyent.

Los melones de Artesa de Segre y Ontinyent son las variedades de proximidad que podemos encontrar en las fruterias y cooperativas

Algo más lejos, encontramos el Melón de La Mancha. De la verdad Piel de Sapo, tiene el distintivo de Indicación Geográfica Protegida (IGP) y se cultiva en 13 municipios de la comarca que lleva el mismo nombre. Sus más de 1.500 productores, alcanzan el mercado con cerca de 3,5 millones de kg de la fruta con IGP y con más de 120 millones de kg de melón, pero sin el sello.

Otras variedades muy comercializadas en el Estado español son el Cantalup, de forma redonda y con pulpa de color más anaranjado, y el Galia, también redondeado, pero con carne más amarillenta.

Con origen La Mancha

En relación al bolsillo, el precio del melón se encuentra alrededor del 1,10 euros/kg, con un consumo que el 2018 fue de 8,33 kg por cápita y un gasto por persona de 9,21 euros. En los supermercados, en plena temporada, se puede encontrar la fruta por menos de 0,75 euros/kg, mientras que fuera de los meses principales de cosecha, pero de temperaturas suaves, puede superar los 1,50 euros/kg. Si se busca un melón de cierta calidad y con un sello específico, el precio puede ascender tranquilamente hasta los 2 euros/kg en función del momento del año.

Las grandes superficies comercializan melón de La Mancha, principal zona productiva del Estado español

Es habitual es encontrar de más bajo coste en las cadenas de supermercados. Dada la gran capacidad productiva de Castilla-La Mancha, Bon Preuo, Mercadona, Lidl, Carrefour o Alcampo, comercializan de esta tierra. Para encontrar de Lleida o de Ontinyent hay que dirigirse a fruterías que los distribuyan o bien buscar productores o cooperativas de consumo de estas zonas.