Desde el año 2013, momento en el que se inicia la actividad del Clúster Mercabarna-Export, hasta la actualidad, las empresas del sector hortofrutícola de Mercabarna se han duplicado. En 2014, este segmento de negocio comercializó 1,7 toneladas de productos, de los cuales un 25% se exportaron a Italia, Francia y países de Europa del Este. Ocho años después, el movimiento de alimentos ha sido de 2,2 millones de toneladas de frutas y hortalizas, de las cuales un 35% se han distribuido por todo el continente europeo. Todo esto provoca que Barcelona se haya convertido en un punto estratégico del tráfico de alimentos frescos desde el sur de Europa hacia el resto del territorio.
Según datos del gobierno español, el consumo de hortalizas y frutas frescas en los hogares españoles se redujo un 19,5% y un 22,3%, respectivamente, en 10 años (2012-2022), pasando de los 62,3 kg por persona al año en los 50,2, en el caso de las hortalizas, y de los 103,8 kg por persona al año en los 80,7, en el de las frutas. En paralelo a los datos, Mercabarna y la Asociación de Empresarios de Frutas y Hortalizas también han impulsado protocolos de investigación de nuevos mercados, misiones comerciales, procesos de detección de grandes clientes o tareas relacionadas con la optimización de la logística.
Antes del verano, un informe del Observatorio de Productos Frescos de ALDI en España dio a conocer que los productos frescos (pan, charcutería, huevos, carne, pescado y marisco, frutas y verduras) representaron un 43, 2% del gasto anual en alimentación de los hogares catalanes en 2022 (2 de cada 5 euros invertidos). El documento también pone de manifiesto que en 2022 el presupuesto anual de los catalanes y catalanas para la compra de estos productos ha sido de 2.089 euros, 188 euros más que la media nacional. El informe apunta que las frutas y verduras integran la mayor parte del gasto dentro de la cesta de frescos de las familias catalanas, con el 37,4% del desembolso. A esta categoría le siguen la carne fresca (25,4%), la charcutería (15,3%) y el pescado y marisco (13%). Sin embargo, el informe también constata que el 99,1% de los consumidores notó el aumento de los precios de los alimentos frescos en el último año y hasta un 61,4% recortó su compra.