El mercado de oficinas en Barcelona dispone de unos 757.014 metros cuadrados para comercializar, según el informe El mercado de oficinas en la ciudad de Barcelona, elaborado por BarcelonaRegional. Son espacios de un mínimo de 1.000 metros cuadrados (para albergar medianas y grandes empresas) y esta disponibilidad representa, de media, el 12,9% de los 5,8 millones de metros cuadrados existentes. El análisis se ha llevado a cabo con datos de noviembre de 2023 del catastro y los anuncios de diferentes portales inmobiliarios especializados como Savills, CBRE, Forcadell, Cushman &Wakefield y JLL.
En el 22@ se acumula más del 40% del techo de oficinas (331.000 metros cuadrados)
En la zona centro es del 11,6%, en el 22@ del 21,3% y en la Marina del 39,5%. Precisamente, en el ámbito del 22@ se acumula más del 40% del techo de oficinas (331.000 metros cuadrados) y sitúa áreas con "concentraciones importantes" como Glòries-Diagonal, Vila Olímpica, Diagonal Mar y al final de la avenida Diagonal, entre los barrios Besòs y el Maresme.
En el centro de la capital catalana, en el eje paseo de Gràcia-Diagonal (hasta la Zona Universitaria), que reúne el 28% de la superficie total (1.610.397 metros cuadrados), hay 186.439 metros cuadrados sin ocupar, el 25% del total. Esta área, sin embargo, cuenta de media con 3.804 metros para poner en el mercado, cuando en el 22@ es de 4.854, donde hay 1.375.482 metros cuadrados de techo de oficinas (24% global).
El estudio también detecta que en la ciudad hay 1.675 edificios dedicados a oficinas y el 21% se encuentran en el centro y un 15% en el 22@ y señala que, más allá de estos puntos, el 45% de toda la superficie destinada a oficinas no se engloba dentro de estos ámbitos y precisa que hay áreas destacadas como el Eixample, les Corts, Sant Gervasi-Galvany, Paral·lel y Via Laietana.
"Una situación de equilibrio entre la oferta y la demanda"
Por todo ello, Barcelona Regional sostiene que los datos muestran "una situación de equilibrio entre la oferta y la demanda" de este sector y lo justifica por el hecho de que la prolongación de las negociaciones produce "un desajuste entre los espacios ofrecidos y su ocupación final". Aun así, indica que "el volumen de demanda es más alto que en los últimos años", a pesar de que el teletrabajo en Barcelona "da signos de reducción".