La COVID-19 es un problema mundial. Un hecho que ha llevado a miles de personas a sufrir las consecuencias, sean físicas, sociales o económicas. La enfermedad no se ha visto nunca desde ninguna otra perspectiva sino que se ha establecido como problema global. Aún así, parece que la Unión Europea ha visto la COVID 19 como una oportunidad para invertir en los países que la conforman. Miquel Puig, economista y desde el pasado 6 de octubre coordinador del consejo asesor de la Generalitat para la distribución de los fondos del plan Next Generation, ha explicado en una conferencia de los Amigos del País, la utopía de la distribución de este dinero. "En los próximos años el problema de las administraciones públicas será que tendrán demasiado dinero y pocos proyectos", expone. No es ningún secreto que las tramas de corrupción dejan un gran espacio para la desconfianza hacia las administraciones públicas en la gestión de cualquier fondo europeo. Aún así, Puig ha recalcado que el consejo asesor se encargará "de ayudar a la Generalitat a tomar decisiones".
El plan Next Generation es un despliegue de 750.000 millones de euros que proporcionará la Unión Europea entre 2021 y 2023 a sus estados miembros. España se quedará unos 140.000 millones, una parte a devolver y la otra, de manera totalmente gratuita. "Soy muy optimista con la entrada de este dinero en el Estado español", explicaba Miquel Puig.
Puig: "Soy muy optimista con la entrada de este dinero en el Estado español"
A pesar de que la COVID ha sido la razón principal de esta inyección de dinero, Puig ha explicado que "es sólo la excusa", puesto que en el momento de la llegada de este dinero el coronavirus no será el gran problema que es hoy en día. "Este dinero nos tiene que ayudar a reconvertir el país y crear nuevos horizontes".
La gran pregunta es de qué manera se gestionarán este dinero y en qué se invertirán. Una de las primeras cosas que ha explicado Miquel Puig es que la entrada de los fondos Next Generation tienen que utilizarse para hacer una transición verde y una transición digital. "Europa quiere llegar a ser neutral ecológicamente, construir ciudades y rehabilitar viviendas de acuerdo con los estándares ecológicos".
Además, el economista también ha hablado de una transición digital que conseguiría que Europa pudiera crear su propia inteligencia artificial sin depender de Estados Unidos o China. "El Barcelona Supercomputing Center ya ha manifestado su creación de un prototipo de chip que podría hacer la competencia a los gigantes del digital", explica Puig.
La Catalunya del futuro
Las funciones de este Comité asesor son, básicamente, aconsejar la Generalitat sobre la distribución de este dinero. Desde el Gobierno en Madrid, Pedro Sánchez declaró que la mitad de la primera inyección de fondos europeos iría repartida para las Comunidades Autónomas para poder gestionar el dinero dentro de sus competencias. Puig también ha remarcado que la Generalitat tendrá la potestad de opinar sobre la inversión que hará el gobierno central con el otro 50% de los fondos que se quedará.
Puig: "Siguiendo los pilares de transición digital y verde tendríamos que invertir en el sector automovilístico para conseguir fabricar baterías eléctricas aquí en Catalunya"
Miquel Puig ha expuesto su teoría sobre en qué sectores catalanes se tendría que invertir este dinero: "Siguiendo los pilares de transición digital y verde tendríamos que invertir en el sector automovilístico para conseguir fabricar baterías eléctricas aquí en Catalunya". El economista también ha hablado del sistema de salud y la mejora de la tecnología en este sector. "El Clínic está fabricando máquinas que desinfectan salas en horas, para reducir el riesgo de infecciones".
Puig también ha recalcado la necesidad de coordinación entre empresas públicas y empresas privadas, "tenemos que dejar atrás este pensamiento que las empresas privadas no juegan bien con la competencia y tenemos que crear normativas para poder trabajar conjuntamente". En definitiva, Puig ha dejado claro que la inversión de este dinero tendría que basarse en la innovación y los nuevos proyectos para construir una sociedad que "rompa tabúes".
Sin tabúes
No sólo las grandes empresas tienen cabida en esta creación de nuevos proyectos financiados por la Unión Europea, las pymes también juegan un papel muy importante según Puig. "Las grandes empresas querrán cambiar un ecosistema entero que esto también afectará las pequeñas empresas. Estamos hablando de cambios en sectores enteros que incluyen toda clase de empresas". También ha puesto de ejemplo el sector de la salud explicando que cualquier innovación que se haga será beneficiosa para todo el sector.
Parece que es el momento de ponerse a trabajar y pensar en proyectos innovadores que puedan suponer un cambio para la sociedad. "Los proyectos se presentarán en abril y, muy probablemente estará en Madrid", ha dicho Miquel Puig. De este modo, se espera que las administraciones públicas no tengan tantos problemas para gestionar esta inyección de dinero, "ya no se racionaran recursos sino que se buscarán proyectos para mejorarlos".