“¡Mira, inteligencia al servicio de Barcelona!” le dice con su euforia habitual, y sin ninguna capa de cinismo, el actual ministro de Industria y Turismo de España, Jordi Hereu, en pequeño comité, a la secretaría de Estado de Industria Rebeca Mariola Torró. Lo hace en el stand de la Mobile World Capital Barcelona, en el MWC 2025, acompañado por su CEO, Francesc Fajula, mientras realizan un recorrido por las cinco experiencias que ha preparado la Capital -bajo un ágora digital, de madera, inspirada en el Parc Güell de Gaudí- enmarcadas dentro de un relato muy humanista: Living in Tech. No son los únicos que han tirado hacia el aspecto -y discurso- más humanista de la tecnología. La propuesta del Govern respira similar. ¿El lema? Catalunya, el corazón digital de Europa.
En el stand del Govern, dentro de un túnel inmersivo que simula el interior de un corazón digital, y una vez que ya han marchado las autoridades para continuar con su paseo oficial -Salvador Illa, Felipe VI y Jaume Collboni, seguidos de consejeros y representantes del Mobile y de las principales entidades tecnológicas del país-, se queda Maria Galindo, secretaria de Políticas Digitales, que nos acompaña al interior del corazón para poner voz a este relato: “Queremos mantener vivo el latido de este corazón tecnológico. Con ética, con humanismo y poniendo a la persona en el centro”, explica. “Es más necesario que nunca, teniendo en cuenta los tiempos convulsos que corren”. No dice cuáles son esos tiempos, pero sabemos que la democracia está muriendo lentamente en la nube, esa nube digital que dominan los amos de las tecnológicas y los algoritmos.
¿Y en qué se traduce este latido? En cuatro ejes que fundamentan “el posicionamiento de Catalunya como un hub tecnológico y digital de Europa”: la economía digital, la gobernanza digital, el talento digital y la conectividad. En el interior del corazón, el visitante puede elegir cualquiera de estos cuatro ejes, para adentrarse en una explicación inmersiva sobre las actuaciones y estrategias que la Generalitat despliega en estos cuatro ámbitos. Aparecen nombres clave, como el Sincrotró Alba y el Barcelona Supercomputing Center, y ciudades de todo el territorio -Igualada, Mataró…-, así como mensajes estratégicos para el posicionamiento de Catalunya que señalan, por ejemplo, las tecnologías punteras del ecosistema catalán: la inteligencia artificial, la fotónica avanzada y la supercomputación. Son un ejemplo de ello las casi 100 empresas y centros tecnológicos que han asistido al congreso bajo el paraguas del Goverrn, tanto en el congreso del MWC como en el 4YFN.
Y también son un ejemplo las más de 250 empresas restantes que se han presentado al congreso, ya sea con stand propio o bajo el paraguas de un aglutinador. Las cifras, de hecho, aún no son oficiales: la GSMA no ha hecho público el número de empresas catalanas que han asistido este año al Mobile World Congress. Nada apunta, sin embargo, a que el volumen del 2024 se haya reducido (360 empresas), sino al contrario. La cifra crece año tras año, y del 2023 al 2024 se incrementó un 8%.
Casi 100 empresas y centros tecnológicos han asistido al congreso bajo el paraguas del Govern
Tomando las cifras del 2024, por lo tanto, las empresas catalanas representan el 13,3% del total de compañías que asisten al congreso (2.700 empresas). Si lo redondeamos mucho: 1 de cada 10 empresas que asisten al Mobile son catalanas. Y si jugamos un poco: tenemos una empresa por cada día del año. La Catalunya del Mobile tiene latido de sobras para mantenerse viva los 365 días del año. Y si no, que se lo digan a la MWCapital.
Una mirada a la ciudad y a las personas
De hecho, volvamos al stand de la Mobile World Capital, la fundación que vela por mantener vivo el legado del congreso tecnológico en la ciudad de Barcelona, precisamente los 365 días del año. Su propuesta de este año es un reflejo de la mirada catalana de este congreso y también del talento y tecnología que se desarrolla en el territorio y que está a la altura de las demostraciones más llamativas que se hacen estos días en los stands de las compañías telefónicas más importantes del mundo. No faltan los robots humanoides, las experiencias inmersivas, las pantallas interactivas ni el arte -en el stand de la Capital hay una cúpula inmersiva construida con 170 pantallas curvadas inspirada en el arte de Gaudí-. Y más allá del efecto wow, no faltan tampoco la supercomputación, los gemelos digitales, la inteligencia artificial, la visión artificial, la tecnología satelital, y la trazabilidad y gestión de los datos, que la MWCapital ha aglutinado con un objetivo: mostrar su capacidad para redefinir la vida en las ciudades. “Para devolver las ciudades a las personas”, ha asegurado Francesc Fajula, acompañado de Eduard Martín, CIO de la fundación.
Tres ejemplos: el robot de Invelon, fabricado en China pero con un software made in Lleida. El robot humanoide, más allá de interactuar con los visitantes, muestra el potencial de la robótica del presente y futuro en ámbitos como la salud, la seguridad o la asistencia a las personas. “Puede hacer las tareas más básicas de un operario”, explica uno de sus representantes. Otro ejemplo: el Barcelona in your Pocket, una demostración del gemelo digital de Barcelona que está desarrollando el Barcelona Supercomputing Center (BSC). Y el último: la experiencia Mind Your Delivery, impulsada con el Ayuntamiento de Barcelona y EIT Urban Mobility, en la cual, a través de un mapa interactivo, se muestran las posibilidades de movimiento que pueden tener los vehículos de las empresas logísticas para hacer la distribución de mercancías en la ciudad, teniendo en cuenta, en tiempo real, el tráfico, la calidad del aire y la eficiencia de la operación.
La mirada catalana… y la lengua
Ahora bien, para encontrar la mirada catalana del Mobile, el visitante debe estar dispuesto a caminar. Porque esta culmina, sobre todo, en el último hall del congreso: en el 4YFN, la rama emprendedora del Mobile, que nació hace 11 años, apartada como lo ha hecho este año el Talent Arena, pero que desde hace unas ediciones disfruta de plaza propia en el mismo MWC, un hall entero, en el cual startups, inversores y grandes compañías conectan e innovan, compartiendo una tecnología que va mucho más allá de los teléfonos móviles. Y como en el resto del congreso, obviamente, la mayor protagonista es la inteligencia artificial.
A pesar de que aún no hay cifras oficiales, conocemos todas las entidades catalanas que han ido al 4YFN acompañadas de su séquito de startups. Son Acció, Barcelona Activa, Tech Barcelona, Biocat, Barcelona Health Hub, el Puerto de Barcelona, Mobile World Capital con The Collider, el Barcelona Supercomputing Center, el Digital Impulse Hub, el Instituto Catalán de las Empresas Culturales, las entidades bancarias y, por supuesto, las principales universidades y escuelas de negocios del territorio: la UAB, la UOC, EAE, la UPF, la UPC, Elisava, La Salle, Esade, la Universidad de Girona… La cifra total de empresas emergentes catalanas presentes en el 4YFN se aproximará a las 300 startups, en línea con las 290 del año anterior.
El liderazgo catalán del 4YFN es un reflejo, de hecho, de lo que sucede fuera del recinto ferial. Con datos publicados recientemente por Acció, Catalunya cuenta actualmente con 2.285 startups, cifra que le otorga cierto liderazgo emprendedor en Europa. Es, de hecho, el quinto ecosistema con más startups de Europa, siendo la única ciudad no capital de estado dentro del top 5. Barcelona es el segundo destino preferido por los fundadores para crear una startup en la UE, solo detrás de Berlín. Una cifra más para redondear la fotografía: las startups catalanas aportan el 0,8% del PIB de Catalunya y generan más de 22.800 puestos de trabajo.
Y a pesar de que los nombres de las startups catalanas del 4YFN no son casi nunca en catalán -recurren con facilidad a anglicismos-, es el hall del congreso donde más se escucha la lengua catalana. Allí se encuentra la mirada catalana más innovadora, y la lengua también. Y seguramente, su futuro. Este es el lugar en el cual la tecnología pasa de la promesa -y la ilusión- a la implementación. Ahora es el turno de pasar de la mirada humanista de la tecnología a su implementación y poner, como ha exclamado Hereu, “la inteligencia -y la tecnología- al servicio de Barcelona”, o de cualquiera de nuestras ciudades.