Ya es oficial: El Mobile WorldCongress 2020 (MWC) no se celebrará, tal como estaba previsto entre los días 24 y 27 de febrero en Barcelona. La GSMA -organizadora del acontecimiento- se ha reunido este miércoles de urgencia por partida doble -mediodía y al atardecer- para decidir si se mantenía el congreso, se aplazaba o se suspendía después de las cancelaciones de decenas de expositores -grandes y pequeños- debido al coronavirus. Era el momento de la decisión final. Y a pesar de que primero se ha hecho público que la organización salía adelante con la celebración del MWC, se ha dictado sentencia poco después de las siete y media de la tarde: El Mobile World Congress queda finalmente suspendido. La "situación del coronavirus cambia rápidamente", aseguraban desde la organización, que insistía estar rodeada de expertos sanitarios. Pero, aún así, el coronavirus se ha impuesto al MWC. Ya lo anticipaba Genís Roca en un artículo de opinión en VIA Empresa: "En Catalunya estamos siguiendo el tema como si en vez de una crisis sanitaria fuera una crisis empresarial".
El máximo portavoz del GSMA, John Hoffman, indicaba a través de un comunicado poco después de que empezara a difundirse la cancelación, que "la preocupación global en el entorno del brote de coronavirus y la preocupación por los viajes y otras circunstancias, hacen imposible para la GSMA mantener el acontecimiento". También ponía de manifiesto que los anfitriones de la ciudad "respetan y entienden" la decisión, y afirmaba que todos juntos continuarán trabajando "juntos" para el encuentro de 2021 "y para futuras ediciones" del acontecimiento. See you next year, que decían el año pasado y que se ven obligados a repetir este año antes de tiempo.
Hoffman:" La preocupación global en el entorno del brote de coronavirus y la preocupación por los viajes y otras circunstancias, hacen imposible para la GSMA mantener el acontecimiento"
Visto esto, todo apunta a que no habrá un aplazamiento del congreso, pero tanto Hoffman, como la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; la del Hospitalet de Llobregat y presidenta de la Diputación de Barcelona, Núria Marín; la delegada del Gobierno en Catalunya, Teresa Cunillera; el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat; y su director general, Constantí Serrallonga; concretarán durante este jueves cuáles son los pasos que seguirán después de la cancelación del MWC.
Y es que el acontecimiento tenía que generar un impacto económico para la ciudad de 492millones de euros, así como 14.100 puestos de trabajo provisionales para la fecha en los más de 240.000 metros cuadrados de feria, donde se reunían más de 8.000 consejeros delegados y delegaciones de los gobiernos de más de 179 países. Pero unos cuantos estands y montajes del acontecimiento se han quedado a medias porque ya había operarios trabajando para vestir la feria de punta en blanco. Además, los proveedores globales de soluciones de espacio Losberger De Boer ya habían construído un estand de tres pisos y con terraza, que ha tenido un coste de 3 millones de euros. ¿Quién lo pagará todo esto? ¿Cómo repercutirá en las cuentas de la Fira y en la ciudad de Barcelona?
Sólo ha pasado una semana desde que la primera empresa, LG, anunció que no asistiría en el congreso para evitar exponer sus trabajadores al coronavirus. Y sólo ha pasado una semana desde que los organizadores del MWC afirmaban que el impacto de la infección es "mínimo". Pero el anuncio de la compañía surcoreana fue sólo la punta del iceberg. El preludio de un degoteo. En tan sólo siete días, han caído entorno a 40 empresas del acontecimiento que reservaban un gran espacio del recinto. Empresas de la talla de Amazon, Facebook o Rakuten. Y su dirección no lo podía ignorar.
La junta (clave) de la GSMA
La última gran empresa que se ha borrado del acontecimiento es Vodafone. Esta es miembro de la junta de la GSMA, la cuarta que forma parte de la cúpula con poder de decisión que cancela la participación, después de NTT Docomo, AT&T y Deutsche Telekom. También forman parte de la junta de la GSMA empresas como las chinas Huawei y Xiaomi, que hasta ahora mantenían la decisión de viajar a Barcelona, u otras como Telefónica, Orange, Telenor, Verizon y Turkcell.
Eran una cuarentena las compañías que habían ido anunciando ya sus bajas del Mobile. Todas argumentaban lo mismo: el peligro que supone para la salud de sus trabajadores, socios y clientes asistir al congreso, en pleno auge del coronavirus. Los mensajes de calma provenientes de la organización y de las administraciones públicas no han sido suficientes para celebrar el congreso más grande de móviles del mundo en las fechas previstas. De hecho, el Govern y el Ayuntamiento de Barcelona han hecho suyos los argumentos de las autoridades sanitarias, que recordaban que no hay, de momento, ningún caso de infección por coronavirus a la Península Ibérica.
Tampoco han sido suficientes para convencer las empresas que se han retirado del MWC 2020 las medidas preventivas que anunció la organización. Entre estas había prohibir la entrada a cualquier persona que haya estado en China dos semanas antes del inicio de la feria, hecho que se tenía que acreditar por medio del pasaporte o un certificado médico. Además, las personas que provengan de Hubai, la provincia donde se ha generado el brote del virus, tampoco podían entrar al recinto de Gran Via de Fira de Barcelona.
La GSMA también anunció que introduciría controles de temperatura, reforzaría los servicios de limpieza, instalaría puntos con desinfectante y obligaría a acreditar a los asistentes que no han estado en contacto con ningún enfermo de coronavirus. Todo ello, por la cifra récord de 110.000 asistentes de 200 países diferentes que estaban previstos. El lema era Limitless intelligent connectivity y preveía generar alrededor de 14.000 puestos de trabajo temporales, a la vez que contaba con más de 3.000 expositores y entre un 55% y el 60% de asistencia tenía que ser de ejecutivos sénior.
Respuesta solvente ante un clima exagerado
Ante esto, el Gobierno -que ya había hecho un llamamiento a la calma en esta cuestión- quería dejar claro que esta reacción de la GSMA y de las empresas que se han bajado del barco del congreso no responde a "razones sanitarias", sino que, subrayaba, hay que transmitir un mensaje de tranquilidad porque el clima de alerta "no se corresponde con la situación real" en el Estado. "Entendemos que se pueda producir la suspensión para evitar que la convocatoria no sea lo que tiene que ser en un acontecimiento tan prestigioso como el Mobile de Barcelona para España", insistía.
Las empresas (no)participantes aplaudían la decisión de la junta. Telefónica consideraba que la suspensión del MWC la decisión "más prudente y responsable", mientras que CCOO de Catalunya atribuía su cancelación a la "gestión alarmista" de las empresas tecnológicas y el Gremio de Hoteles de Barcelona criticaba la "alarma infundada" que se ha generado con el contagio del coronavirus al MWC. También el empresario hotelero, Joan Gaspart, pedía que no se acepte que Barcelona sea "discriminada" por la crisis del coronavirus en comparación con otras ciudades europeas como Amsterdam o Ginebra, donde sí que se celebrarán el congreso ISE y el salón del automóvil respectivamente. "Si los informes médicos son negativos, lo serán para toda Europa, no sólo para Barcelona", pedía el empresario horas antes de que estallara la noticia.
Gaspart: "Si los informes médicos son negativos, lo serán para toda Europa, no sólo para Barcelona"
Sea como sea, el MWC se cancela. Adiós, de momento, al impacto económico del congreso. A los puestos de trabajo que tenía que generar. Adiós a la primera zona reservada para la inteligencia artificial y a otra para el 5G. Adiós a dedicar talleres y charlas para favorecer que las niñas estén en contacto con la tecnología desde muy pequeñas para que después quieran estudiar carreras tecnológicas y haya más referentes femeninos en este terreno. Adiós, de momento, a reafirmarse como la feria más grande neutra en carbono. Adiós a las novedades, al transporte público pleno a rebosar y a no encontrar sitio para sentarse en una terraza de un bar. Adiós al 4YFN, al YoMo y al XSide. Adiós a todo aquello que generaba el Mobile.
Y adiós, de momento, porque la GSMA ha decidido dar un paso en firme para "respetar el ambiente seguro y saludable" de Barcelona, pero también por el problema global que supone una crisis sanitaria como esta y por la cascada de cancelaciones de las empresas más representativas que iban a dejar espacios vacíos en el recinto Gran Via de la Fira. "Nuestro apoyo en este momento está con los afectados en la China y en todo el mundo", sentenciaban. Punto y aparte. Pero la historia continúa.