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Productividad, la asignatura pendiente que impide a Catalunya estar al nivel de la UE

La economía catalana crece al ritmo de las economías occidentales más potentes, pero el modelo productivo se sitúa por debajo de la media

El sector industrial gana con creces el liderazgo de la productividad en Cataluña | ACN
El sector industrial gana con creces el liderazgo de la productividad en Cataluña | ACN
Barcelona
20 de Mayo de 2019
Act. 20 de Mayo de 2019

Si bien es cierto que "la economía a catalana tiene un crecimiento relativamente diferenciado respecto al de la mayoría de economías occidentales comparadas", también lo es que la productividad se ha situado por debajo del papel que esta juega en las economías líderes de todo el mundo. Así se extrae del informe El modelo productivo y la productividad en Catalunya, que compara 37 economías mundiales líderes, presentado de la mano del presidente del Consell de Treball, Econòmic i Social de Catalunya (CTESC), Lluís Franco, la secretaria de Economía, Natàlia Mas, y el economista Modest Guinjoan, que sostienen que, mientras que "la productividad es una pieza clave para poder garantizar un modelo europeo de salarios", Catalunya mantiene cierta distancia con los modelos productivos otros países líderes.

"Hay que hacer un baño de realismo ante aquellos que estamos satisfechos de nuestra economía porque, a pesar de que tenemos motivos para estarlo, tenemos deberes pendientes". Con estas palabras, Guinjoan ha querido dar una visión general del panorama económico catalán y ha asegurado que, "cuando relacionamos el PIB con la población, los datos no son tan buenos" porque "el PIB por cápita ha avanzado menos que en la mayoría de países avanzados". El problema rae en el hecho de que, mientras Catalunya iba bien durante la época expansiva -e iba a la par con otras economías líderes-, cuando llega la época recesiva "lo hacemos bastante peor": en 2013 el PIB por cápita se situó 2,3 puntos por debajo del que había en el año 2000. "Crecemos en cantidad, pero menos en alta productividad", subraya el economista.

Mas, Franco i Guinjoan durant la presentació de l'informe sobre el model productiu de Catalunya

Mas, Franco y Guinjoan durante la presentación del informe sobre el modelo productivo de Catalunya | MEM

Una de las trabas que frena la productividad es la carencia de difusión tecnológica que impera en Catalunya. Según la secretaria de Economía, "la productividad de un país no depende sólo de la innovación, sino también del proceso de difusión tecnológica, es decir, no sólo se trata de inventar la rueda, sino también al hacerla girar". Y esto pasa poco en territorio catalán.

Los datos son claros. Mientras que en Catalunya el gasto en I+D se sitúa alrededor del 1,47% del PIB, en Europa el porcentaje se eleva hasta el 2% y en Japón se corona con un 3%. Un porcentaje que difiere un poco del incremento de solicitudes catalanas de patentes, que sitúa a Catalunya en el décimo lugar a la Unión Europea. "La brecha demuestra diferencias excesivas en empresas líderes en productividad y las empresas que van detrás, es un problema en la difusión tecnológica", insiste Mas.

¿Dónde está la capacidad productiva?

Definiendo la productividad como la "medida de la eficiencia con que empleamos los factores productivos y cómo se combinan de forma adecuada los factores del trabajo", la secretaria de Economía ha dado la clave para dar la vuelta a la tortilla: "para garantizar un crecimiento económico sostenido y de calidad, tenemos que basar la economía en la mejora de la productividad, de la innovación y facilitar y favorecer la difusión tecnológica de las empresas líderes y tecnológicas".

Guinjoan: "Invertimos y utilizamos poco la capacidad productiva y otros factores"

Pero, ¿en qué fallan las empresas catalanas y en qué se tendrían que poner las pilas? La cuestión de base rae en el hecho de que, en palabras de Guinjoan, "invertimos y utilizamos poco la capacidad productiva y otros factores". Esto quiere decir que "aumenta la relación capital-trabajo y esto es positivo, pero otras economías sacan mejor rendimiento de esta intensificación".

De momento, el sector industrial gana con creces el liderazgo de la productividad porque "tiene unos niveles de productividad, de trabajo y de capital superiores al resto". Y, dentro del mundo de la industria, son las grandes empresas las que cuentan con niveles más altos de productividad. Precisamente por eso, el economista sostiene que "tenemos el reto de aumentar la dimensión empresarial porque hay una relación positiva entre dimensión y niveles de productividad".

La crisis no engaña

A diferencia otros países, Catalunya ha visto como cerraban a muchas empresas durante la crisis. A juicio de Guinjoan, esto demuestra que "el país no tiene mecanismos de ajustamiento bastante afinados en ciclos así", es decir, "aquello que quizás se podría hacer resistiendo y ajustando las capacidades productivas con la confluencia del sector empresarial y del sector del trabajo como se ha hecho en Alemania: una empresa puede ser que cierre antes de plantearse el ajustamiento y esta es una carencia y un reto que tenemos".

Mas: "Vemos un esfuerzo inversor reducido en software y capital humano y esto es negativo para la dinámica de productividad para el crecimiento a largo plazo"

La otra cara de la moneda, en este sentido, es que mientras cerraban empresas, otros iban nacendo. Un factor "envidiable" que demuestra que Catalunya "continúa siendo un país emprendedor". Pero hace falta no olvidar que el PIB por cápita ha tenido un crecimiento discreto que "no es un crecimiento de riqueza", que "invertimos, pero la inversión no se traduce en el mismo grado de mejoras de la productividad otros países que invierten como nosotros" y que, además, "creamos muchas empresas, pero con menos niveles de productividad" y esto quiere decir que "son candidatas a que en periodos complicados puedan cerrar".

¿Cuáles son, pues, las claves para ganar competitividad? Antes que nada, es importante desarrollar el Pacto Nacional para la Industria y, con esto, "adecuar los salarios a los incrementos de la productividad", "mejorar la estabilidad de la ocupación", "reforzar la conciliación", "flexibilizar una parte del horario laboral", fomentar la retención de talento y reforzar la emprendeduría y, también, y entre otras muchas cosas, invertir en activos intangibles. De momento, esto último sólo se está viendo en el mundo de la publicidad, pero, en palabras de la secretaria de Economía, "vemos un esfuerzo inversor reducido en software y capital humano" y esto, subraya, "es negativo por la dinámica de productividad para el crecimiento a largo plazo".

Todo esto sin olvidar la importancia de incrementar la inversión pública y privada en infraestructuras, introducir las medidas necesarias sobre política energética, invertir en innovación logística, pero también en capital humano e incrementar el peso de los activos intangibles derivados de la digitalización. Unos deberes pendientes que, si se hacen correctamente, elevarán el modelo productivo de Catalunya a la altura del resto de las economías más potentes de todo el mundo.