Después de haber gobernado ni más ni menos que 4.741 días, casi 13 años de la historia de Catalunya, los expresidentes José Montilla (2006 - 2010), Artur Mas (2010 - 2016) y Pere Aragonès (2021 - 2024) se han reunido en el Col·legi d'Economistes de Catalunya en el marco de una exclusiva edición de Conversas del decano, para hablar del pasado, presente y, especialmente, del futuro de Catalunya. “Ser presidente de la Generalitat imagino que es un buen trabajo”, ha apuntado con humor el decano del Col·legi, Carlos Puig de Travy, quien fugazmente ha sido respondido, y en el mismo tono, por Mas: “No lo imaginas lo suficiente”. Todos cuatro juntos han reflexionado sobre la situación económica del territorio, cuestiones tan relevantes como el vivienda y el famoso modelo de financiamiento singular, que "debe aprovechar el momento de coyuntura política española", a pesar de que “que salga bien es casi tan difícil como el referéndum de autodeterminación”.
Un rato antes de que Mas lanzara esta afirmación, que no ha dejado indiferente a ninguno de los asistentes, ha participado en un breve cuestionario -que tampoco ha dejado indiferente a nadie-, junto con los otros dos expresidentes. Montilla, Mas y Aragonès han respondido, ante personalidades tan reconocidas en el tejido empresarial como la exconsejera Natàlia Mas, el presidente de Femcat, Oriol Guixà, el de la patronal Cecot, Xavier Panés, o el economista Oriol Amat, cuestiones como su lugar preferido para descansar en Catalunya. “Soy más de montaña que de mar”, ha dicho Montilla; “No podemos descansar casi en ningún lugar, pero diría en medio del mar, lejos de la costa”, ha respondido Mas, mientras Aragonès se ha quedado con Pineda de Mar, “mi pueblo”.
Tres expresidentes, múltiples batallas
Ahora, los tres comparten una visión económica de Catalunya “optimista”, después de haber librado sus batallas durante sus mandatos. El expresidente menos reciente, Montilla, enfrentó la gran recesión producida por la crisis de las hipotecas subprime; por su parte, Mas gobernó durante “los años de los recortes”, mientras Pere Aragonès decretó el confinamiento perimetral de municipios y enfrentó unas elevadas tasas de inflación. A pesar de los retos y batallas que enfrenta y tendrá que enfrentar el actual presidente, Salvador Illa, sus predecesores coinciden en “la oportunidad única” que vive Catalunya, fruto de la coyuntura política actual en el estado español.
“Dice la tradición que quien no conoce su pasado, está obligado a repetirlo”. Puig de Travy ha animado a los expresidentes con esta cita a hacer un breve repaso de sus respectivos mandatos, y, cronológicamente, los tres han tomado la palabra: “Cada mandato viene caracterizado por cada momento”, ha apuntado Montilla. “Durante el inicio del mío, los recursos de la Generalitat permitían tener una política económica expansiva; después vino una etapa muy diferente, protagonizada por la gestión de la crisis, en un momento en que los recursos no eran ni mucho menos los que teníamos al inicio”, ha añadido, haciendo referencia al escenario que recogió Mas al iniciar su mandato en el año 2010, de unos cinco años y algo: “A mí, en lugar de desplegar, me tocó replegar durante prácticamente todo el mandato”, ha apuntado, en su turno.
Mas ha descrito el inicio de la segunda década del siglo como un período “muy intenso”, y no es para menos: Catalunya se resentía de una gran crisis financiera, económica y social, que registraba cifras tan preocupantes como un 25% de desempleo en Catalunya -28% en el Estado-, o un 65% de desempleo juvenil. “Además, el euro estaba amenazado de muerte, a pesar de que se salvó in extremis”, ha agregado Mas, quien no se ha olvidado de la pérdida de autonomía que vivió el territorio: “Dependemos del gobierno español, tuvimos que paralizar todas las inversiones, decir que no a todo el mundo y recortar los salarios de la función pública”. Definir de “muy intenso” este panorama es, probablemente, un ejercicio propio del optimismo por el cual han abogado los tres expresidentes durante el coloquio.
Montilla: “Cada mandato viene caracterizado por cada momento”
Con un recuerdo más reciente, Aragonès ha valorado el hecho de “pasar de una dinámica de conflicto no gestionado con el Estado, a una dinámica de negociación”, haciendo referencia a “las negativas” con que los dos anteriores expresidentes se encontraron. Como hitos de su mandato, también ha destacado la propuesta de financiamiento singular -presentada, precisamente, en el mismo Col·legi d'Economistes-, la recuperación con las instituciones europeas y el desarrollo de políticas sectoriales clave para el territorio, como el Pacto Nacional por la Industria. “Debemos ser mucho más industriales y competitivos”, ha agregado.
Catalunya, "optimista tocando de pies a tierra"; Europa, "muy preocupante"
Esta última afirmación de Pere Aragonès ha sido la puerta al abordaje, desde una perspectiva crítica, de la economía actual de Catalunya. Si bien el decano del Col·legi d'Economistes de Catalunya ha mencionado el crecimiento de la economía -por encima del 3%-, y las tasas, al alza y a la baja, del empleo y el desempleo, ha puesto énfasis en los indicadores “que no van tan bien”: “Tenemos un modelo de baja productividad, hay carencias en las infraestructuras catalanas, poca innovación y poca inversión”. Una visión no tan optimista, pero que los tres protagonistas del coloquio también han compartido.
Puig de Travy: “Tenemos un modelo de baja productividad, hay carencias en las infraestructuras catalanas, poca innovación y poca inversión”
“Si miramos el presente estricto, Catalunya es una economía que está funcionando, dinámica, muy exportadora, crea empleo y tiene un circuito logístico que funciona. Podemos tener una visión optimista, tocando de pies a tierra, pero optimista”, ha dicho Mas. Ahora bien, si elevamos el foco hacia la economía europea, la situación cambia considerablemente: “La situación en Europa me preocupa mucho. Europa en su conjunto ha creado un modelo de éxito desde un punto de vista social, el estado del bienestar, pero noto unas actitudes que me preocupan, porque no nos damos cuenta del valor que tiene lo que hemos llegado a crear y lo que habrá que hacer para preservar su esencia. Nos pensamos que es un regalo que durará para siempre, y pienso que nos equivocamos, es una conquista”, ha agregado, citando la preservación de este modelo como “los deberes que debemos hacer colectivamente de cara al futuro”.
La población crece y la vivienda se complica
A la visión de Mas, Aragonès ha agregado “las grandes olas de crecimiento poblacional” que ha vivido Catalunya, que se traducen en un crecimiento de 800.000 habitantes en los últimos 15 años, hasta alcanzar, el pasado 2023, la cifra de ocho millones. La cifra se ha introducido en el centro de la conversación junto con la vivienda, uno de los temas que más protagonismo ha acaparado en el transcurso de la reunión. Montilla no ha dudado en intervenir: “El problema de la vivienda se soluciona haciendo viviendas. Es lo que debe hacer la administración, y para eso necesita crear suelo”.
Desde una óptica más escéptica, Mas ha añadido que “si ahora el tema de la vivienda aflora como un problema tan grave es porque objetivamente es así para muchos colectivos, pero también porque damos por resueltos toda una serie de retos en materia social que, a mi criterio, no están garantizados de cara al futuro si no hacemos nada”. “Damos por garantizado nuestro modelo sanitario, y esta es una pelota enorme: cada año genera un déficit de entre dos y tres millones de euros, y parece que no pasa nada; damos por garantizado el modelo educativo, el modelo de atención a la dependencia, el sistema de pensiones, y todo esto, como lo damos por garantizado, ahora resulta que la vivienda es el gran tema, y es cierto, pero damos por hecho que tenemos toda la resta resuelto”, ha remarcado.
Montilla: “El problema de la vivienda se soluciona haciendo viviendas. Es lo que debe hacer la administración, y para eso necesita crear suelo”
En este sentido, Mas ha apuntado que “toda idea de interés público -como la vivienda- comporta un gasto público”: “Cuando hemos querido garantizar la sanidad universal, ¿qué hemos hecho? Poner dinero, igual que con la educación gratuita en una franja de edades significativa. ¿Alguien piensa seriamente que no tendremos que poner dinero públicos para resolver la cuestión de la vivienda?”. Aragonès ha aprovechado el momento para citar los usos de vivienda “que no son residenciales”, principalmente, el turístico: “Es un ámbito en que hay que actuar y regular de manera continuada, lo que costará muchos dinero”. También ha mencionado la construcción de viviendas de protección oficial, destacando que hacerlo alrededor de Barcelona “tiene su complejidad”.
2025 y la oportunidad de desplegar el modelo de financiamiento singular
La propuesta de este modelo es el resultado que nace a raíz de la reforma de los principios de transparencia y equidad reclamados por parte del tejido económico y empresarial, así como de las principales patronales como Foment, Pimec o las Cámaras de Comercio a inicios del mes de marzo de 2024. Se basa en la “soberanía fiscal plena”, e implicaría que el Gobierno gestionara y recaudara tributos como el IVA, el IRPF, el impuesto de sociedades o los impuestos especiales, pasando de gestionar el 9% de los impuestos al 100%.
Mas: “Según mi criterio, que esto salga bien es casi tan difícil como el referéndum de autodeterminación”
Montilla ha manifestado que “hay que poner manos a la obra en el acuerdo que hay, aprovechando la correlación de fuerzas que hay en el Congreso de los Diputados”, ya que “cambia siempre que hay elecciones”. En su línea, Mas también ha subrayado la importancia del acuerdo: “Sin autonomía financiera no hay autonomía política ni ningún tipo de autonomía”, pero ha asegurado que la garantía de éxito es más bien limitada: “Según mi criterio, que esto salga bien es casi tan difícil como el referéndum de autodeterminación. Si en algún momento puede haber una pequeña puerta hacia la esperanza, es ahora, y el partido socialista español se lo tiene que creer de verdad y las fuerzas políticas catalanas tienen que hacer piña”.