La movilidad sostenible empieza mucho antes de circular. "Un coche respetuoso con el medio ambiente no se crea únicamente utilizando energías verdes. Tenemos que diseñar nuestros vehículos para que sean sostenibles desde el primer día: reduciendo la cantidad de materiales utilizados para fabricarlos y, sobre todo, planificando su reutilización y el reciclaje desde el principio". Estas son palabras de Oliver Zipse, presidente de BMW, pronunciadas hace poco más de un año. Toda una declaración de intenciones que refleja un cambio del modelo de negocio de la empresa automovilística y un cambio de filosofía, cada vez más presente en la sociedad. El futuro de la movilidad mira hacia las tendencias RE (reaprovechar, reutilizar, reciclar…) y así han dejado constancia el largo listado de expertos que han participado en la tercera edición del Catalunya Mobility Day.
El evento, organizado por el Hub Industrial de Movilidad Sostenible (Hubims), liderado por la Cambra de Barcelona, ha tenido como hilo conductor, precisamente, estos res, que los han conjugado a través de cuatro mesas redondas, que han debatido sobre los conceptos re-profit, re-energy, re-cycle y re-start. ¿La filosofía? Que el reaprovechamiento, las energías renovables, el reciclaje y la innovación sean los protagonistas de la movilidad del futuro, que será sostenible o no será.
La movilidad ha estado históricamente "en el centro de la economía, de las personas y de las ciudades", ha indicado Ricard Font i Hereu, secretario general del Departament de la Vicepresidència i de Polítiques Digitals i Territori de la Generalitat. Es lógico, por lo tanto, que si la economía acontece circular y sostenible, la movilidad también lo haga. La transición energética comporta "una transformación de las ciudades y también de la movilidad", ha afirmado Font. Y Catalunya tiene mucho que decir en la construcción de estos nuevos modelos, pues ha sido "a lo largo de la historia un país pionero desde el punto de vista de la movilidad".
El equilibrio entre el vehículo nuevo y el reaprovechado
El retrofit es la práctica de convertir un coche de combustible tradicional —diesel o gasolina— a uno de híbrido o eléctrico. El retrofit eléctrico incorpora baterías allá donde antes había componentes de motor térmico. El de hidrógeno tiene una filosofía parecida, también es una tecnología que implica cero emisiones de CO2, pero genera la energía a medida que esta se necesita. Por lo tanto, "los modelos eléctricos son útiles por autonomías cortas o medianas, y los de hidrógeno para distancias más elevadas", ha indicado Eduard Pagès, manager de ventas de Ayats.
Pagès: "Un producto que no se puede reciclar ni reutilizar no se tendría que haber fabricado nunca"
"Como fabricantes, obviamente, nos sale mejor hacer vehículos nuevos, pero nosotros queremos crecer de manera sostenible y en equilibrio con las tres R: reducir la compra de productos innecesarios, reutilizar productos y reciclar materiales", ha compartido Pagès, quien cree que "un producto que no se puede reciclar ni reutilizar no se tendría que haber fabricado nunca".
Para lograr un contexto de movilidad sostenible, no se pueden sustituir todos los vehículos del mercado por vehículos nuevos. Se trata de encontrar un equilibrio entre el vehículo nuevo y el reaprovechado, porque los hay que todavía tienen por delante una larga vida útil, pues han sido fabricados poco tiempo atrás.
Kevin Tena, responsable de tecnología de Moventia, por ejemplo, indica que ellos hacen retrofit especialmente con vehículos de larga distancia, donde casi no hay soluciones verdes. Y, en cambio, para trayectos urbanos y semiurbanos tiran más de vehículos eléctricos, híbridos y de gas natural nuevos. "Si en vehículos de larga distancia la oferta es limitada, no esperamos al mercado y lo hacemos nosotros mismos", ha indicado Tena.
Una segunda vida, también para las baterías
Sólo en el 2021 entraron en circulación en España 30.000 nuevos automóviles eléctricos puros (no híbridos), pero si sumamos otros vehículos que también utilizan baterías, el 2021 cerró con 320.000 nuevas baterías en la carretera. De hecho, tenemos en circulación casi un millón de baterías eléctricas. Son cálculos de Agustí Chico, director de proyectos de Eurecat, quien apunta que este panorama empieza a hacer "necesario que las baterías se puedan reutilizar".
Reutilizar una batería quiere decir darle una segunda vida. Si con los años pierde potencia, puede encontrar otras utilidades, que tengan menos consumo energético. Si la batería de un coche en su origen tiene una potencia de 13 KW y pasados cinco años ya no es útil para el vehículo porque solo tiene una capacidad de 8 KW, puede cambiarse por otra y acabar siendo útil para el uso doméstico, siendo un complemento para las placas fotovoltaicas. Una familia de cuatro miembros consume, de media, 8 KW cada hora. Voilà! Salen los números.
Jordà: "Si antes hablábamos de la triple hélice, que eran gobierno, empresas y universidades, ahora necesitamos también de la cuarta: la sociedad"
Chico critica, pero, que hoy en día la mayoría de baterías no se están fabricando pensando en esta segunda vida y resulta "muy costoso desmontarlas o ver los módulos para cribar aquellos que sean reutilizables". La segunda vida, como decía Zipse de BMW, se diseña desde un buen inicio.
¿Y la sociedad?
Para hacer esta transición es imprescindible tirar de innovación. También de "generosidad y perseverancia", indicaba Andrés Espuelas, COO de Stark Future. Para Elisabeth Jordà, presidenta de la Xarxa de Parcs Científics i Tecnològics de Catalunya, se trata "de innovar o morir". Y en el camino para conseguirlo, es básico contar con la cuádruple hélice. "Si antes hablábamos de la triple hélice, que eran gobierno, empresas y universidades, ahora necesitamos también de la cuarta: la sociedad".
La innovación también necesita inversión, según apunta Marta Recasens, CEO de VadeBike. Y ser capaces de cambiar las empresas desde dentro. Cree que son las personas que están dentro de las empresas las que pueden animarlas "a ser atrevidas. Porque innovar quiere decir ser atrevidos, andar por lugares donde nadie lo ha hecho antes." De hecho, Recasens recuerda una frase que su padre le decía hace años y que ahora, pasado el tiempo, entiende mejor: "Vigila que los árboles no te dejen ver el bosque". Desde dentro, a veces, cuesta ver bien.
Nadal: "En la moda estoy dispuesto a pagar más por un producto que tiene un alto porcentaje reciclado"
Josep Nadal, manager del Clúster de la Industria de Automoción de Catalunya, lo compara con la industria de la moda. "En la moda estoy dispuesto a pagar más por un producto que tiene uno al porcentaje reciclado. ¿Esto puede pasar con la movilidad?", pregunta. Sergi Artigas, director de estrategia de Leitat, le sigue el ejemplo: "la moda rápida se acaba. La CE se ha puesto muy firme y ya ha explicado en qué año se acabará este modelo". Apunta, por lo tanto, que la normativa es una pieza clave para avanzar hacia estos modelos.
La movilidad sostenible necesita normativa y colaboración publicoprivada. También innovación y talento. Y, por supuesto, muchas res.