El crecimiento económico no es sinónimo de igualdad real. Y es que a pesar de que el PIB crece a un ritmo superior al 3%, las mujeres sólo ocupan un 15,4% de los cargos directivos del conjunto de España y a la vez los directivos ganan, de media, un 17% más que las directivas. "Si hay más mujeres mandando, la brecha salarial disminuye", ha asegurado la profesora de Eada,AlineMasuda, durante la presentación del nuevo informe de la escuela de negocios en colaboración con ICSAGroup sobre diferencias salariales y cuota de presencia femenina. Mito o realidad? A pesar de que la tendencia va hacia mejor, sigue sin ser país para mujeres directivas.
La doctora AlineMasuda y la socia de ICSA, IndryCanchila, durante la presentación del nuevo informe de Eada. | VC
A medida que el cargo implica más responsabilidad, la presencia de mujeres disminuye. Entre los trabajadores hay un 40,4% de mujeres, la cuota a los cargos intermedios es del 24,4% y las mujeres sólo representan un 8,6% de las directoras generales de este país. Mayoritariamente, a pequeñas empresas y en recursos humanos. La socia auditora de Grant Thornton, Isabel Perea, ya alertaba en una entrevista a VÍA Emprendida que "la meritocràcia falta cuando se tiene que llegar al alta dirección".
La definición del que hasta ahora conocíamos como trabajo está quedando obsoleta. "El trabajo que os estáis imaginando no existirá", ha repetido en más de una ocasión Aleix Valls, el CEO de Liquid. La tecnología y la digitalización han entrado al terreno de juego para quedarse. Por eso, Masuda explica que "los trabajos están quedando fuera del contexto que necesitamos". Dedo de otro modo, jaque a la rigidez, al presencialisme y a los estereotipos de género.
Masuda: "Si hay más mujeres mandando, la brecha salarial disminuye"
"Por qué las mujeres tenemos afinidad por las posiciones asociadas a las relaciones humanas?", se ha preguntado IndryCanchila, socia de ICSA y responsable también del informe. Y no ha dudado al rematar: "Se tiene que hacer un cambio educativo: ni juegos para niños ni juegos para niñas, trabajos para todos". Ante la irrupción del futuro, más del mismo: ni dinosaurios por los niños ni princesas para las niñas, tecnología para todos.
La discriminación ímplicita
Los datos tampoco admiten dudas por el que hace la desigualdad salarial: la retribución mediana de un directivo es de 79.545 euros sucios por año mientras que la de una mujer directiva es de 68.072 euros. Nuevamente, no es cosa sólo de las altas esferas sino que la brecha salarial también aparece tanto a cargos intermedios (11,7%) cómo entre trabajadores (12,1%). De media, si un hombre y una mujer ocupan la misma posición: ella cobra 100 euros y él, 116,9 euros.
Y no, tampoco es una cuestión de formación puesto que hay un 43,1% de mujeres con máster o posgrado respecto a un 42% de hombres. El mismo con las carreras universitarias: 47,3% versus 45,1%. El secretario general de CCOO de Cataluña, JavierPacheco, no era partidario de masas celebraciones coincidiendo con el Día del Trabajador. "La precarització tiene un efecto de género muy claro", advertía.
Según la socia de ICSA, "estamos ante un problema estructural, el sistema discrimina implícitamente. La desigualdad salarial también afecta las pensiones". Precisamente, ha apuntado que es muy simbólico que cuando se piensa en una cabeza, a menudo todavía se tenga la imagen de un hombre. El problema viene del pasado, persiste en el presente y desestabiliza el futuro. "Durante las movilizaciones del 1 de mayo pasado una de las reivindicaciones claras fue la igualdad; ahora más que nunca tenemos que aplicar cambios reales en las organizaciones empresariales", ha reivindicado.
Cambiarlo todo
Cómo se hace esto? Tanto Masuda como Canchila han coincidido que se tiene que actuar especialmente en el ámbito personal, empresarial y político a la vez que también en la educación y los valores, las estructuras y los modelos de gestión y la legislación. De momento, pero, Masuda recuerda que "las políticas de igualdad son, muchas veces, vagos y poco concretas, de difícil aplicación".
Las comparaciones son odiosas, pero a menudo necesarias. España tiene más presencia femenina a los equipos directivos que Italia (8%) o Francia (13,2%) pero también tiene más brecha salarial: 11,8% y 13,1 %, respectivamente. Según las expertas, convendría emmirallar-se en Islandia o Alemania donde los permisos de paternidad obligatoria de larga duración, la corresponsabilitat o la transparencia están a la orden del día.
Según un estudio de McKinsey , más mujeres en plantilla mejora la economía y la redistribución de la riqueza a la vez que aporta innovación, diversidad y productividad. "La crisis nos volvió el control, la rigidez y la disponibilidad absoluta donde tenemos las de perder pero, por primera vez y después de las diferentes manifestaciones, observo una voluntad real de cambio", ha insistido la profesora de Eada.
Así pues, todavía queda mucho trabajo a hacer para pasar del mito a la realidad de las mujeres directivas y sin discriminación salarial.