Empezamos un nuevo año lleno de expectativas, de ilusiones y de optimismo, después de cerrar un 2020 marcado por la pandemia de covid-19; un 2020, sin embargo, que a pesar de los contratiempos causados por la pandemia, también nos deja buenas noticias y nuevas oportunidades. Muchas. Tanto es así que, mientras Nissan anunciaba a finales de mayo su decisión irrevocable de cerrar sus plantas de Barcelona -finalmente el 31 de diciembre de 2021- y tantas empresas han tenido que bajar la persiana por falta de recursos, otras multinacionales hacían públicas sus intenciones -y las perpetraban- de invertir en Catalunya. Se trata de más de una treintena de compañías que han centrado su mirada en el territorio catalán para ampliar su negocio, establecer aquí su hub del sur de Europa y elevar su expansión territorial.
Los países de Europa son los que más invierten en Catalunya y, entre ellos, Alemania destaca por encima del resto. Entre los datos aportados por Acció a VIA Empresa y las recopiladas por este propio medio, 11 empresas del país germánico han anunciado a lo largo de este 2020 inversiones en el territorio catalán. Entre ellas, destacan Henkel, Seat, Aldi, MediaMarkt o Porsche, entre otras muchas. A Alemania, la sigue Francia con cuatro empresas atraídas por Catalunya y el Reino Unido, los Países Bajos y los Estados Unidos, con tres por cada país. De hecho, a pesar de que Europa domina las inversiones hechas en Catalunya y el territorio norteamericano es el primero de fuera del terreno europeo que más invierte, Asia es el segundo continente donde más países eligen a Catalunya para expandirse a nivel internacional.
De entre las 12 empresas que han recibido el apoyo de Acció para invertir en Catalunya, muchas de ellas han elegido el territorio catalán para estrenar sus sedes o bien del sur de Europa o bien de toda Europa. Lo que está claro es que, entre todas, han creado más de 500 puestos de trabajo y todavía tienen previsto crear centenares más.
Es el caso de Smilegate, la empresa surcoreana que ha elegido a Barcelona para abrir un centro de desarrollo de videojuegos. Un centro que da trabajo a 35 personas y que se ha convertido en la central en Europa de la compañía de Corea del Sur. ¿Su objetivo de establecer una de sus ramas en Catalunya? "Desarrollar un juego de mundo abierto, hecho que supone un paso adelante para Catalunya a la hora de establecerse como hub tecnológico del sector, porque hasta ahora se centraba en el desarrollo de servicios móviles u otros productos independientes", según su CEO en la capital catalana, Yongil Kim.
Entre las empresas que eligen a la ciudad condal, también se encuentran la compañía alemana de moda de lujo Mytheresa, que ha venido para estrenar su hub tecnológico en la Rambla de Catalunya, que cuenta con una capacidad para 70 trabajadores. La acompaña la suiza Ypsomed, que abrirá un hub digital en la capital catalana, donde prevé crear unos cuarenta puestos de trabajo en los próximos dos años. Un espacio que la empresa de tecnologías médicas utilizará para desarrollar nuevos dispositivos digitales y conectados para el tratamiento de enfermedades crónicas.
Todavía en Barcelona, la empresa de los Países Bajos Ohpen, que provee servicios en la nube para la banca, duplicará su plantilla de la oficina de la ciudad condal -la única del sur de Europa- con la creación de una treintena de puestos de trabajo en un año. También la editorial británica Scan Cliente Publishing ha optado por la capital catalana para establecer su sede en el sur de Europa. La singapuresa TDCX se estableció en Barcelona a principios de año con el objetivo de expandirse en Europa, mientras los coworkings franceses Wojo inauguraban un centro en la ciudad y la italiana Digital PA abría filial en Barcelona para empezar la internacionalización de su software de whistleblowing.
Fuera de la capital catalana, nos topamos con la italiana Dopla, que ha invertido 18 millones de euros y ha creado 44 puestos de trabajo en la apertura de dos nuevas plantas de producción de vasos y platos sostenibles en Polinyà; con la francesa SQLI, que elegía a Sant Just Desvern para abrir la primera sede en la Península y creaba 100 puestos de trabajo; la alemana Giesecke+Devrient, que consolidaba el centro de I+D que tiene en Catalunya desde hace 33 años como hub europeo para desarrollar proyectos basados en tecnología 5G; y la también alemana Henkel, que invertía 22 millones de euros en un centro logístico automatizado en Montornès del Vallès.
Pero además de estas 12 multinacionales, VIA Empresa añade 22 más que también han anunciado inversiones este 2020. Es el caso de Seat, una de las que más dinero invertirá en los próximos cinco años con 5.000 millones de euros destinados a potenciar la I+D a la planta de Martorell. Esta inversión incluye las obras para construir el futuro laboratorio de baterías de la planta de Martorell, el Test Center Energy (TCE), que permitirá desarrollar y probar varios sistemas de energía para vehículos eléctricos e híbridos con una inversión de 7 millones de euros o los 30 millones de euros destinados al centro de pruebas de motores que da trabajo a 200 personas y que tiene por objetivo realizar pruebas para validar proyectos de motorización para marcas de Volkswagen.
También destacan la estación logística de Amazon en Rubí y el décimo centro en Catalunya de la compañía norteamericana, que se ubicará en la antigua General Cable, en Montcada i Reixac, junto con el nuevo centro administrativo internacional que MediaMarkt ha situado en el Prat de Llobregat y que dará trabajo a 500 personas.
La lista es larga y alentadora. Catalunya ha visto como este 2020 marcado por la covid-19 se cargaba empresas y con ellas puestos de trabajo, pero también continúa manteniendo su atractivo para hacer venir a multinacionales de todas partes. Alemania es el país más enamorado del territorio catalán, pero todo el mundo tiene los ojos puestos en él. Cómo decía este miércoles el vicepresident del Govern y conseller d'Economia, Pere Aragonès, en un encuentro con periodistas, este ha sido "un año extraordinario desde el punto de vista económico con las caídas de PIB más grandes" y "nos tendríamos que remontar a la Guerra Civil para encontrar caídas más grandes que estas", a pesar de que, a pesar de esto, los países de todas partes nos continúan mirando.
Y así cerramos un año diferente y extraño, pero que también ha traído buenas noticias, y empezamos uno nuevo lleno de expectativas, ilusiones y optimismo. Porque sino vemos las cosas con este optimismo, las malas noticias nos tapan la luz, una luz que continuamos teniendo y que continuará creciendo por mucho que nos cueste de ver.