En Catalunya hay un problema y es la pobreza del tiempo. Así de claro lo tiene Marta Junqué, directora de la Time Use Initiative y activista del tiempo. Hace poco más de 100 años, fruto de una larga lucha del movimiento obrero internacional, se logró la jornada laboral de ocho horas diarias. Desde entonces, la sociedad ha cambiado mucho y, especialmente en las últimas décadas, ha desarrollado un malestar horario generalizado que genera graves impactos en la igualdad, salud, productividad y sostenibilidad. Y una batería de cifras alarmantes: el 30% de la población catalana tiene pobreza del tiempo. Es decir, no tiene tiempo libre para ellos. Además, el 60% de las bajas laborales son por estrés laboral y la natalidad es más baja que nunca, con cifras similares a las de la Guerra Civil. Es necesario encontrar un nuevo equilibrio y de ahí que el gobierno catalán y español se hayan "puesto las pilas". Bienvenida la reducción de jornada para todos los sectores, sin pérdida del sueldo y la aprobación de una Ley de los Usos del Tiempo.
Junqué (Time Use Initiative): "Con la pobreza del tiempo estamos ante una emergencia social y hay que combatirla"
"No llego en todas partes, estoy cansada todo el día y siento que no puedo", esta frase es más recurrente del que nos podemos pensar y la pronuncian una parte muy elevada de los catalanes. "Estamos ante una emergencia social", continúa Junqué y "hay que combatirla". De aquí que se haya organizado La reducción de la jornada y más allá, una transformación completa de la organización del tiempo, unas jornadas que durarán dos días y que han dado el pistoletazo de salida al CCCB ante numerosos agentes sociales y económicos. El curso forma parte de la programación académica del Consorcio Universidad Internacional Menéndez Pelayo Barcelona (CUIMPB)-Centre Ernest Lluch. De ahí, se promueve un diagnóstico en profundidad de la problemática de la gestión del tiempo y el liderazgo de Catalunya para reducir la pobreza del tiempo.
¿Cómo hemos llegado hasta aquí?
El quid de la cuestión sobre la pobreza del tiempo tiene que ver con una problemática relacionada con el tiempo de trabajo, o así lo constata Anna Ginés, profesora titular de Derecho del Trabajo en Esade, Universidad Ramon Llull. La experta catalana, que está asesorando al gobierno español para promover la nueva ley, tiene claro que "tenemos unas jornadas excesivamente largas con una larga pausa para el almuerzo que no ayuda a la conciliación". Y unas cifras, dignas de enmarcar: el 11% de los europeos trabaja durante el tiempo libre, el 18% de los europeos trabaja más de la jornada máxima permitida y el 40% mira el correo electrónico profesional durante el tiempo libre. Y, lo más alarmante: en España se incrementan aún más los porcentajes. Si se califica coloquialmente al Estado de ser un país que "disfruta de una larga vida nocturna", no les falta razón, pero también por otros motivos y no siempre relacionados con el ocio. Según Ginés, el 30% de los españoles continúa trabajando a partir de las 19 h de la tarde y si el trabajador es padre o madre o cuida personas dependientes, la "conciliación" es prácticamente inexistente. Aún más, el 10% continúa trabajando a partir de las 22 h de la noche, sin tratarse de un trabajador con un contrato de régimen nocturno.
El 11% de los europeos trabaja durante el tiempo libre, el 18% trabaja más de la jornada máxima permitida y el 40% mira el correo electrónico profesional durante el tiempo libre
Como contrapartida, la pobreza del tiempo tiene un efecto boomerang con la renuncia a la carrera profesional, sobre todo por parte de las mujeres. En estos momentos, el 75% de los contratos parciales los realizan el género femenino y alegan que optan por ellos para conciliar la vida personal y profesional. Además, el 85% de las excedencias profesionales las efectúan las mujeres. Evidentemente, la brecha salarial no ayuda, tal como se constata reiteradamente desde el Observatori Dona, Empresa i Economia de la Cambra de Comerç de Barcelona. "La brecha salarial no ayuda, porque a la hora de renunciar, siempre se opta por el miembro de la familia que tiene el salario más bajo y en las parejas heterosexuales, desafortunadamente hay más probabilidades de que la mujer cobre menos que el hombre", añade la profesora de Esade.
Relacionado con esto, las largas jornadas laborales generan problemas de salud y aumentan las lesiones. Como se ha mencionado anteriormente, el 60% de las bajas laborales obedecen al estrés y el 25% de las depresiones están relacionadas con el malestar en el trabajo. Y en el caso catalán es preocupante: el 40% de los españoles cree que el trabajo les afecta la salud mental. De ahí que también se convierta en un problema de productividad. España es uno de los países donde se trabaja más horas y se genera menos productividad. En cambio, como constata Ginés, "tenemos evidencias de que cuando se concede a las personas más autonomía y flexibilidad, aumenta el bienestar y se reduce el absentismo".
Un plan de acción "ambicioso"
La experta de Esade ha participado en el grupo de trabajo español para elaborar la futura Ley de los Usos del Tiempo. Con un plan de acción "ambicioso" y lleno de medidas: 100 propuestas de mejoras del tiempo, 30 de ellas en materia laboral. La primera, ya conocida por muchos, tiene que ver con la reducción del tiempo de trabajo y la jornada laboral máxima de 37,5 horas de trabajo. Además, esperan llegar pronto a las 32 horas semanales. ¿Más medidas? Mejorar la conciliación de la vida familiar. De ahí que propongan que la reducción de la jornada laboral no tenga que ser uniforme y pueda ser irregular y variable, ya que todo depende de las circunstancias de cada uno. ¿Qué sucede con una pareja que se ha separado y cada miembro tiene al hijo una semana sí y la otra no? ¿O qué sucede con un familiar de edad avanzada que es cuidado por los diversos hijos y se lo dividen por semanas? A esta circunstancia también se suma poder acompañar a un familiar a las visitas médicas y que no tenga consecuencias.
Ginés (Esade): "¿Qué sucede con una pareja que se ha separado y cada miembro tiene al hijo una semana sí y la otra no? ¿O qué sucede con un familiar de edad avanzada que es cuidado por los diversos hijos y se lo dividen por semanas?"
Otras medidas que promulgan tienen que ver con "saber el tiempo de trabajo". Es decir, poder organizar la vida en torno a este tiempo de trabajo, de ahí que la empresa hable de la jornada laboral, si se trabaja por turnos, cuál es el régimen de horas extras, cómo se compensan y distribuyen. También las vacaciones y evitar las jornadas inciertas, haciendo valer la transparencia y la previsión.
En relación con esto, también proponen ampliar el descanso a dos días, como por ejemplo ha promovido Ametller Origen recientemente. Aún ahora, en la legislación como mínimo hay un día y medio de descanso de la jornada laboral, mientras que en algunas instituciones ya se habla de la jornada de cuatro días. Y, sobre todo, incorporar un derecho a cambio de turno para las personas mayores de 50 años, ya que el tiempo de salud tiene más afectación en una edad avanzada. Y sobre todo, la sensibilización con un fenómeno como la pobreza del tiempo, a menudo invisibilizada, que impacta el bienestar más de lo que pensamos.