¿Te imaginas que un algoritmo escoge a un amigo tuyo para acceder a una nueva vivienda y a tú no? ¿O que escogen a alguien para una oportunidad laboral debido a una segmentación de color de piel más clara? ¿O que te piden una compensación económica muy elevada para no revelar archivos confidenciales de tu empresa? Bienvenidos a la era de la emergencia digital. "Nos hemos tragado las grandes novedades tecnológicas de los últimos años sin conocer el verdadero impacto", afirma Cristina Colom, directora de Digital Future Society, en un encuentro con VIA Empresa que ha dado para muchos titulares. Y reflexiones.
En primer lugar, tenemos que recordar este nombre, porque será la tendencia predominante de este 2022: el humanismo tecnológico. Un concepto que trata de situar a las personas en el centro de esta revolución tecnológica para reconducir este crecimiento hacia un futuro digital sostenible, justo y equitativo para la ciudadanía. "Unas afirmaciones en las cuales muy posiblemente todo el mundo estará de acuerdo, pero la emergencia digital va a la velocidad de la luz. Y es el momento de gritar a la acción. Tenemos que actuar porque nos afecta como colectivo y hay que fomentar el espíritu crítico desde muy pequeños", continúa Colom.
Una pausa para reflexionar
Colom es la directora de la iniciativa Digital Future Society del Mobile World Capital Barcelona desde febrero del 2020, tres semanas antes de que el mundo que conocemos cambiara para siempre. De la antigua normalidad. Cuando apenas se hablaba del teletrabajo o de la brecha digital. "Evidentemente, antes de asumir el cargo no sabía la situación que vendría poco después. Aun así estoy en el reto profesional y personal más importante de mi vida, después de más de 20 años de experiencia en el sector. Soy inquieta, curiosa, colaborativa y me encanta sumergirme en este estímulo trepidante. Hace unos años estaba todo para hacer y ahora Barcelona es la ciudad líder en humanismo tecnológico. No diré ningúna capital del mundo como modelo ejemplar porque a la ciudad condal somos el modelo que seguir e implementar. Tenemos el ecosistema perfecto", continúa Colom.
"Es el momento de gritar a la acción contra la emergencia digital. Tenemos que actuar porque nos afecta como colectivo"
Dentro de la tendencia que marcará el relato de las tecnologías emergentes cómo la inteligencia artificial, el big data o el blockchain se quiere dar voz a los retos más inminentes que puede provocar. Retos cómo: las brechas digitales, una realidad evidenciada durante las primeras semanas del confinamiento (no solo de acceso, también de alfabetización, de género, de edad...); el creciente uso de datos y la necesidad de garantizar el derecho a la privacitat a los ciudadanos; nuevas profesiones en plataformas digitales, en algunos casos precarias y sin la adecuada cobertura, o bien la falta de normativas éticas en torno a la aplicación de la inteligencia artificial, por ejemplo, en el uso de algoritmos.
"Atención a las cifras que mencionaré. El 50% de la población del mundo todavía no tiene acceso a Internet. Además, en unos años el 90% de las profesiones de la Unión Europea serán digitales y muchos de los ciudadanos no disponen de las habilidades para llevarlas a cabo. Por ejemplo, un 43% de ellos no saben responder con facilidad a retos digitales, cómo puede ser enviar un correo electrónico", añade Colom.
"Hace unos años estaba todo para hacer y ahora Barcelona es la ciudad líder en humanismo tecnológico"
Hablamos de emergencias digitales, de cifras preocupantes, pero también de soluciones. Colom está a favor de fomentar el debate, de investigar, pero sobre todo de actuar. "Entre las principales soluciones para potenciar el humanismo tecnológico hace falta la colaboración activa de las entidades públicas y privadas, la regulación en el ámbito europeo con un marco de referencia impecable y con el empoderamiento de la ciudadanía. La alfabetización de la sociedad. Y, sobre todo, hace falta más asignaturas en nuestras escuelas para fomentar el pensamiento crítico y ético. Para luchar contra la desinformación y para destacar la parte más humanista de la tecnología". Todo está para hacer y es posible. Empezamos con Barcelona, ciudad líder del humanismo tecnológico. Y el Mobile World Congress de este año, off the record, la primera parada.