13
de Octubre
de
2016
Act.
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2016
Como cada año, el Parlamento Europeo fiscaliza el trabajo del Banco Central Europeo (BCE). Lo hace a través del proyecto de informe sobre el Informe Anual 2015 del BCE, aprobado este martes a la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios por 36 votos a favor y 7 en contra. El ponente de este texto es el eurodiputado catalán Ramon Tremosa, que valora de este resultado que el Parlamento Europeo mantenga el apoyo al presidente del BCE, Mario Draghi. Un apoyo que considera positivo; pero advierte que no será indefinido. "En Alemania el debate nacional es el tipo de interés negativo, que penaliza los ahorrativos", ha asegurado este jueves en un encuentro con periodistas antes de presentar el informe al Círculo de Economía.
Sea como fuere, Tremosa ha recalcado la importancia para Cataluña de uno de los compromisos aprobados en este informe. "Pedimos que el BCE estudie si, en lugar de comprar deuda de los estados, sería mejor comprar bonos del Banco Europeo de Inversiones (BEI)". El objetivo de esta medida sería ayudar a llevar a cabo infraestructuras de interés europeo en la línea de la Unión Energética o la Ferroviaria, con proyectos como Corredor Mediterráneo. "Estos bonos buscan hacer más fácil en el inversor privado poner dinero en estos proyectos de regreso muy claro". Al fin y al cabo, "no se trata que los estados gasten menos, sino que gasten mejor", asegura Tremosa.
Un objetivo, el de gastar mejor, que también va por el conocido Pla Juncker. "En los países nórdicos se está aprovechando muy bien por las pymes y la investigación, mientras que en España los ministros decían que sería bueno por Endesa e Indra", ha lamentado Tremosa.
Otra de las recomendaciones que el Parlamento hace al BCE en este informe es instar a la diversificación financiera de los Estados. "Los tres grandes bancos alemanes sólo tienen una cuota de mercado del 12%, es un país federal a todos los niveles", contrasta Tremosa ante la situación de Italia, Francia y España, donde los tres grandes bancos tienen entre el 60 y el 75% de la cuota de mercado. Recuerda que esta diversificación ha sido una de las razones de la mejor resistencia alemana a la crisis. "Si no, cuando un banco estornuda todos se preocupan. El sistema alemán ha evitado la crisis con las cajas de ahorro y ha facilitado más el acceso a la financiación de las pymes".
Tremosa ha citado Joaquín Almunia cuando ya avisó que "Bankia no era too big tono fail, puesto que Alemania ha dejado caer bancos más grandes". Por lo tanto, el Parlamento insta a encaminarse hacia esta diversificación financiera recordando que "ahora las licencias las da el BCE, no el Banco de España, y por lo tanto podríamos volver a tener cajas de ahorros".
La cuenta atrás del dinero barato
"No somos conscientes del gran efecto redistributivo que tiene la política actual del BCE", insiste Ramon Tremosa. "Traemos años extraordinarios de tipos interés muchos bajos para dar alivio a los países del sur de Europa y no lo estamos valorando", asegura. El eurodiputado recuerda que el mandato de Draghi al frente del BCE acaba el octubre del 2019, pero voz "difícil" que llegue a acabarlo. El motivo, las presiones desde el norte de Europa para acabar con las actuales políticas expansivas del BCE.
"Si entra un presidente nórdico se volverán a exigir reformas a los países del sur vía disciplina de mercado. Volveríamos al 2011 con Alemania con los tipos al 1% y España al 7%", advierte Tremosa. El eurodiputado catalán lamenta que todo y el viento de cola favorable con el BCE inyectando dinero, los tipos de interés al mínimo y el precio del petróleo hundido, "los países del sur de Europa no han hecho grandes reformas. Por los nórdicos, sólo las harán cuando tengan el agua al cuello". Una visión que asegura que es "transversal" en todos los partidos de países como Alemania, Dinamarca, Suecia u Holanda. "Incluso los de izquierdas dicen que el quantitative easing genera desigualdades sociales y burbujas a la bolsa e inmobiliarias", ejemplifica.
Todo y el amplio apoyo conseguido en el balance del 2015 al BCE, Tremosa avisa que "quizás es el último año con una mayoría así de confortable". La política redistributiva del BCE está agotando la paciencia de Alemania, por ejemplo, que "no quiere que la UE sea cómo Italia, donde hay mucha redistribución norteña al sur pero las desigualdades siguen aumentando". Según Tremosa, por los alemanes el BCE está haciendo una masiva transfer union por la puerta trasera favoreciendo los endeudados del sur de Europa. "Esta política como mucho tiene dos años de cuello porque las presiones harán que el siguiente presidente del BCE sea nórdico y ponga punto final al quantitative easing", asegura.
En cualquier caso, han funcionado estas políticas del BCE? Por Jordi Galí, director del Centro de Investigación en Economía Internacional (CREI), "han tenido efecto, pero no el que se esperaba e insuficiente para acabar con la situación de carencia de demanda agregada". Galí pone sobre la mesa alternativas a medio plazo como un cambio en el objetivo de inflación o una política fiscal expansiva financiada exclusivamente con creación de dinero. "Esto no se puede ni decir en Alemania, pero tampoco otros cosas que se han acabado haciendo", asegura.
Por Tremosa, pero, las políticas "de helicopter money", es decir, de inyectar capital directamente a las cuentas corrientes, son inviables precisamente por la paciencia a punto de agotar norteña de Europa.
El cambio en la supervisión
El Catedrático de Economía de la UPF Guillemos López Casasnovas se fija en los cambios que está viviendo la supervisión de las políticas monetarias. "Los supervisores van con los ojos clucs. Hacen cosas fuera del común y parecen Lost intranslation ", ironiza. López Casasnovas apunta que "vamos a una supervisión global única basada en modelos matemáticos, hecho que va en contra de la tradición de inspecciones in situ".
Sea como fuere, insiste que "solmo en una situación donde hay que alinear incentivos en una nueva governança europea. Hay que aclarar más las competencias y las responsabilidades de cada cual".
Sea como fuere, Tremosa ha recalcado la importancia para Cataluña de uno de los compromisos aprobados en este informe. "Pedimos que el BCE estudie si, en lugar de comprar deuda de los estados, sería mejor comprar bonos del Banco Europeo de Inversiones (BEI)". El objetivo de esta medida sería ayudar a llevar a cabo infraestructuras de interés europeo en la línea de la Unión Energética o la Ferroviaria, con proyectos como Corredor Mediterráneo. "Estos bonos buscan hacer más fácil en el inversor privado poner dinero en estos proyectos de regreso muy claro". Al fin y al cabo, "no se trata que los estados gasten menos, sino que gasten mejor", asegura Tremosa.
Un objetivo, el de gastar mejor, que también va por el conocido Pla Juncker. "En los países nórdicos se está aprovechando muy bien por las pymes y la investigación, mientras que en España los ministros decían que sería bueno por Endesa e Indra", ha lamentado Tremosa.
Otra de las recomendaciones que el Parlamento hace al BCE en este informe es instar a la diversificación financiera de los Estados. "Los tres grandes bancos alemanes sólo tienen una cuota de mercado del 12%, es un país federal a todos los niveles", contrasta Tremosa ante la situación de Italia, Francia y España, donde los tres grandes bancos tienen entre el 60 y el 75% de la cuota de mercado. Recuerda que esta diversificación ha sido una de las razones de la mejor resistencia alemana a la crisis. "Si no, cuando un banco estornuda todos se preocupan. El sistema alemán ha evitado la crisis con las cajas de ahorro y ha facilitado más el acceso a la financiación de las pymes".
Tremosa ha citado Joaquín Almunia cuando ya avisó que "Bankia no era too big tono fail, puesto que Alemania ha dejado caer bancos más grandes". Por lo tanto, el Parlamento insta a encaminarse hacia esta diversificación financiera recordando que "ahora las licencias las da el BCE, no el Banco de España, y por lo tanto podríamos volver a tener cajas de ahorros".
La cuenta atrás del dinero barato
"No somos conscientes del gran efecto redistributivo que tiene la política actual del BCE", insiste Ramon Tremosa. "Traemos años extraordinarios de tipos interés muchos bajos para dar alivio a los países del sur de Europa y no lo estamos valorando", asegura. El eurodiputado recuerda que el mandato de Draghi al frente del BCE acaba el octubre del 2019, pero voz "difícil" que llegue a acabarlo. El motivo, las presiones desde el norte de Europa para acabar con las actuales políticas expansivas del BCE.
"Si entra un presidente nórdico se volverán a exigir reformas a los países del sur vía disciplina de mercado. Volveríamos al 2011 con Alemania con los tipos al 1% y España al 7%", advierte Tremosa. El eurodiputado catalán lamenta que todo y el viento de cola favorable con el BCE inyectando dinero, los tipos de interés al mínimo y el precio del petróleo hundido, "los países del sur de Europa no han hecho grandes reformas. Por los nórdicos, sólo las harán cuando tengan el agua al cuello". Una visión que asegura que es "transversal" en todos los partidos de países como Alemania, Dinamarca, Suecia u Holanda. "Incluso los de izquierdas dicen que el quantitative easing genera desigualdades sociales y burbujas a la bolsa e inmobiliarias", ejemplifica.
Todo y el amplio apoyo conseguido en el balance del 2015 al BCE, Tremosa avisa que "quizás es el último año con una mayoría así de confortable". La política redistributiva del BCE está agotando la paciencia de Alemania, por ejemplo, que "no quiere que la UE sea cómo Italia, donde hay mucha redistribución norteña al sur pero las desigualdades siguen aumentando". Según Tremosa, por los alemanes el BCE está haciendo una masiva transfer union por la puerta trasera favoreciendo los endeudados del sur de Europa. "Esta política como mucho tiene dos años de cuello porque las presiones harán que el siguiente presidente del BCE sea nórdico y ponga punto final al quantitative easing", asegura.
López Casasnovas y Jordi Galí han acompañado Ramon Tremosa en la presentación del informe. PGF |
En cualquier caso, han funcionado estas políticas del BCE? Por Jordi Galí, director del Centro de Investigación en Economía Internacional (CREI), "han tenido efecto, pero no el que se esperaba e insuficiente para acabar con la situación de carencia de demanda agregada". Galí pone sobre la mesa alternativas a medio plazo como un cambio en el objetivo de inflación o una política fiscal expansiva financiada exclusivamente con creación de dinero. "Esto no se puede ni decir en Alemania, pero tampoco otros cosas que se han acabado haciendo", asegura.
Por Tremosa, pero, las políticas "de helicopter money", es decir, de inyectar capital directamente a las cuentas corrientes, son inviables precisamente por la paciencia a punto de agotar norteña de Europa.
El cambio en la supervisión
El Catedrático de Economía de la UPF Guillemos López Casasnovas se fija en los cambios que está viviendo la supervisión de las políticas monetarias. "Los supervisores van con los ojos clucs. Hacen cosas fuera del común y parecen Lost intranslation ", ironiza. López Casasnovas apunta que "vamos a una supervisión global única basada en modelos matemáticos, hecho que va en contra de la tradición de inspecciones in situ".
Sea como fuere, insiste que "solmo en una situación donde hay que alinear incentivos en una nueva governança europea. Hay que aclarar más las competencias y las responsabilidades de cada cual".