La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha mejorado en una décima la previsión de crecimiento del PIB español para el 2024, hasta el 1,5%. Según los datos publicados, esto situaría a España por encima de la media de la zona euro (+0,6%) y por encima de las economías de Alemania (+0,3%), Francia (+0,6%) e Italia (+0,7%). En cuanto al 2025, la OCDE mantiene la mejora del PIB del Estado en el 2%, también por encima de la media de la zona euro (+1,3%) y del resto de las principales economías del continente. Por otro lado, el documento predice que España cerrará el año con una inflación del 3,3%, cuatro décimas menos respecto a la última revisión publicada en noviembre.
De igual manera, la OCDE también ha revisado a la baja la previsión de inflación para el 2025, del 2,7% al 2,5%. A pesar de la rebaja, la inflación en España en este caso se situaría por encima de la media de la eurozona. En concreto, la organización prevé que esta sea del 2,6% en 2024 y del 2,2% en 2025. En cuanto a la inflación subyacente, que no tiene en cuenta la energía y los alimentos no procesados, la OCDE prevé que en España sea del 2,7% en 2024, cuatro décimas menos en comparación con las estimaciones de noviembre, mientras que para 2025 la sitúa en el 2,1%, una décima menos
Resiliencia de la economía mundial
En el informe publicado, la organización indica que el crecimiento global durante el 2023 se ha mostrado "sorprendentemente resistente", con una inflación reduciéndose más rápido de lo previsto. Buena parte de la mejora ha sido impulsada por el crecimiento de los Estados Unidos, aunque otros puntos como la zona euro han presentado cifras más moderadas. Aunque la OCDE señala que buena parte de las tensiones económicas han tendido a la baja, advierte que las condiciones financieras pueden amenazar el crecimiento económico, así como conflictos como el del Mar Rojo y el Oriente Próximo.
La OCDE indica que el crecimiento global durante el 2023 se ha mostrado "sorprendentemente resiliente"
En este sentido, el organismo recomienda que la política monetaria se mantenga "prudente" para asegurar que la inflación continúe reduciéndose de manera equilibrada, y que se diseñen estrategias de política fiscal que garanticen una reducción de la deuda y la sostenibilidad de la economía a largo plazo