De la delta a la ómicron. La variante delta de la covid-19 llegó a las puertas del verano y ahora la ómicron amenaza las fiestas de Navidad. El nivel de vacunación sigue subiendo, empujado ahora por la obligatoriedad de presentar el pasaporte covid en la entrada de bares, restaurantes, residencias y gimnasios. Después de unos meses casi sin medidas para frenar la pandemia -más allá del uso de la mascarilla en los espacios cerrados-, vuelve una restricción nueva que coincide con el puente de la Purísima y que ya es efectiva en ocho territorios del estado español: el País Valencià, las Illes Balears, el País Vasco, Aragón, Galicia, Navarra y Murcia, además de Catalunya. La entrada en vigor de esta nueva norma coincide también con el inicio de la temporada de nieve en los Pirineos. Aún así, las previsiones de ocupación turística son buenas.
El Servei Català de Trànsit prevé que 485.000 vehículos saldrán del área metropolitana de Barcelona entre el viernes y el sábado. Esta previsión coincide con la cifra de coches registrada el año pasado y es solo un 5,3% inferior a la de 2019, antes del estallido de la pandemia. Esto y el ritmo de reservas en alojamientos, especialmente alto en el Pirineu, hacen prever un puente con buenas ocupaciones. El Pirineo de Lleida es el que contempla previsiones más positivas, con más de un 90% de ocupación media, con establecimientos que colgarán el cartel de completo. Siendo los festivos lunes y miércoles, es un puente especialmente largo, que puede llegar a los cinco días.
La llegada de la nueva variante a Europa se ha notado con un freno en las reservas en hoteles barceloneses, pero no ha habido cancelaciones
El Pirineo de Girona sitúa la ocupación media por encima del 85%. Las perspectivas en este caso son mejores que las del año pasado, según explican los empresarios turísticos de la zona, cuando había restricciones de movilidad que impidieron escapadas de fin de semana durante meses. Las primeras nevadas que se han producido durante las últimas semanas y el inicio de la temporada de esquí en muchas estaciones coincidiendo con la Purísima tienen buena parte de culpa de estos niveles de reservas. La Molina y Masella darán el pistoletazo de salida a la temporada de esquí 2021/2022 con la apertura de 120 kilómetros de pistas a partir del sábado.
Pero hay estaciones que han sido más rápidas y ya han abierto antes del puente. La primera estación del Pirineo que abrió las puertas fue Port Ainé (el 26 de noviembre), mientras que Vallter y Boí Taüll lo hicieron el 27. Espot está operativa desde el día 2 de diciembre y la Vall de Núria, desde el 4.
El aeropuerto del Prat multiplica este 2021 por cuatro los vuelos programados el año pasado por el puente de la Purísima
Pero no todas las zonas turísticas lograrán el pleno. Tarragona y las Terres de l'Ebre tendrán una ocupación de entre el 60% y el 70%, mientras que la costa de Girona rondará el 60%. Barcelona es la que peor previsiones hace y espera un "puente flojo", con solo un 40% de reservas en sus hoteles. El director general del Gremi d'Hotels de Barcelona, Manel Casals, ha asegurado en declaraciones a la ACN que la variante ómicron se ha notado, no tanto en las cancelaciones -que ha habido pocas- sino en el freno de las reservas.
Pasaporte a punto
En cuanto al turismo internacional, la diferencia con el puente de la Purísima del año pasado es muy evidente. En el aeropuerto del Prat hay programados 4.254 vuelos durante estos festivos, mientras que durante las mismas fechas de 2020 había pocos más de 1.000. Pero si se comparan los datos con los anteriores a la pandemia también es evidente que la situación todavía no es de normalidad. En el año 2019 hubo un 21,4% más de operaciones por el puente de diciembre, 5.416.
Todos los pasajeros internacionales que lleguen a Catalunya tendrán que contar con el certificado covid, no solo para acceder al país, sino también si quieren hacer uso de alguna de las instalaciones que a partir de este mismo viernes tienen la obligación de exigirlo a sus clientes. El sector de la restauración ha recibido la novedad con resignación. "Es una pérdida de tiempo", indicaba a la ACN un camarero del restaurante Los Gallos de Barcelona, Ismael Castro. Y es que se quejan de que cuando hay mucho trabajo les juega en contra tener que escanear los códigos QR y comprobar el DNI. Los viajeros que vengan a Catalunya por el puente ya tienen el pasaporte de su país a punto y también el de vacunación contra la covid. Objetivo: esquivar la ómicron.