La actividad en el Aeropuerto del Prat en la operación retorno ha sido un tercio de la de años anteriores por estas fechas. Los vuelos previstos este último fin de semana de agosto han sido 446 el viernes, 385 el sábado y 430 el domingo. Son, aproximadamente, una tercera parte de los vuelos que hubo en el último fin de semana de agosto de 2019, con 1101, 998 y 1065, respectivamente.
Son datos similares a las de la operación salida, en el último fin de semana de julio de este año, con 360, 414 y 468. En la estación de Sants tampoco ha habido aglomeraciones. Usuarios han explicado a la ACN que no les sorprende la afluencia y que cumplen las medidas de seguridad por la covid-19 pero tienen dudas de su eficacia.
"Todas las restricciones que tenemos en la vida normal, para viajar no están", critica Tània Gallardo, que con la familia han cogido un avión desde Menorca. "Hay poco gel hidroalcohólico, menos que en los supermercados, tampoco te miran la temperatura, no hay la distancia de seguridad entre los asientos de los aviones...", asegura. Considera que las restricciones a la hora de viajar son menores que en otras circunstancias de la vida porque "se prioriza el dinero del turismo ante la seguridad". En cuanto a los pasajeros de este domingo en el Prat, esperaba encontrar menos gente.
"Yo lo veo un poco perafernalia todo lo que hace referencia a las medidas de prevención de la covid-19", asegura Maribel desde el Aeropuerto del Prat. "Hay mucha publicidad falsa, yo no me lo creo mucho", lamenta escéptica. "Me pongo la mascarilla por respeto, pero no por miedo, pienso que de hecho las mascarillas que llevamos la mayoría no son efectivas, por mí todo es bastante 'hacer el paripé'", ha explicado después de mostrar el billete de avión a un guardia de seguridad de la puerta. Aún así, ha dicho que le parece bien que las medidas no sean más restrictivas y se ha mostrado "tranquila" porque dice que no tiene miedo de la covid-19 a la hora de viajar.
En cambio, Pablo en la Estación de Sants explica que las medidas son suficientes y se están cumpliendo bien. Ha estado unos días en la Cerdaña y ahora se marcha hacia Sitges a continuar las vacaciones. "No tengo miedo, si todos vamos con la mascarilla no tiene que pasar nada, las medidas son buenas, por todas partes hay agentes de seguridad, es verdad que soy joven y la gente mayor podría sufrir más, pero no es mi caso", expone. Reconoce que en las fiestas se cumplen menos las medidas de seguridad que en otros ámbitos, pero dice que "en líneas generales la gente está cumpliendo". No le ha sorprendido la afluencia de gente que ha visto en la estación, ya es lo que se esperaba.
Guille, que es francés, volvía a Alacant después de pasar las vacaciones en Montpellier. Lleva mascarilla a pesar de que no le gusta nada ponérsela. "Parece que tenemos que obedecer como si estuviéramos en los famosos libros de George Orwell", lamenta. "No tengo miedo de la covid-19, sólo tengo miedo de Bill Gates, que quiere poner en marcha el transhumanismo y yo quiero quedarme humano", ha remachado.
En las carreteras, la operación retorno de las vacaciones de verano también ha sido inédita. A las seis y media de la tarde no había habido retenciones en los accesos a Barcelona y la circulación era fluida tanto de salida como de entrada. Fuentes del Servei Català de Trànsit no preveían más retenciones que los domingos anteriores por el volumen de vehículos, en todo caso puntuales, y por las lluvias que afectaban el nordeste de Catalunya.