Si Girona es la palabra de moda por los excelentes resultados del equipo de fútbol en primera división, la comarca de Osona no se queda atrás. Y, en esta ocasión, no tiene que ver con el deporte sino con la liga de oro del ámbito empresarial. Compañías de la talla de Bon Preu, La Farga o Casa Tarradellas forman parte del selecto club de Osona que se ha convertido en una de las locomotoras económicas de la provincia de Barcelona, junto con el Barcelonès, Vallès Oriental y Vallès Occidental. Todo gracias a una facturación anual de más de 1.000 millones de euros por empresa, plantillas formadas por centenares de trabajadores o con planes de expansión en todo el país. En medio de una llanura, varias colinas y con una niebla característica como la del Segrià, se levantan fábricas y almacenes que van desde los servicios hasta la industria alimentaria, con los embutidos y los cerdos como los auténticos "reyes" de la comarca.
Osona no se entiende sin una privilegiada ubicación, una gastronomía con productos autóctonos y un predominante sentimiento independentista, en el que durante la época del proceso todos los municipios se adhirieron a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI). Asimismo, cuentan con El Esquirol, el pueblo más independentista de Catalunya (92% de los votos) y que ha despertado la curiosidad de varios medios internacionales, como la BBC, que le ha dedicado un extenso reportaje. Ideología aparte, la comarca está situada al noreste de Catalunya y limita con el Ripollès, la Garrotxa, la Selva, el Moianès y una parte del Lluçanès. Conocida para muchos por ser un lugar de paso para acceder a los Pirineus, hacer camino hacia la frontera francesa o disfrutar del turismo rural, tiene una población de 164.555 habitantes y 42 municipios.
La economía de Osona ha estado tradicionalmente ligada durante el siglo XX a la agricultura y la ganadería, aunque durante las últimas décadas ha experimentado un crecimiento en sectores como la industria y los servicios. La producción agrícola incluye cereales, legumbres y frutas. También es conocida por la producción de embutidos, especialmente el fuet. Si nos fijamos en detalle, la zona se caracteriza por contar mayoritariamente con empresas de servicios (68,5%), industria (16,8%), construcción (10,3%) y agricultura (4,3%), según detalla el Informe trimestral del tejido empresarial y mercado del trabajo del 2023 elaborado por la Cambra de Comerç d'Osona. En cuanto al tamaño de las empresas, mayoritariamente son pymes, ya que el 80% de ellas no llega a 9 trabajadores, mientras que solo hay 27 empresas que tengan más de 250 empleados en la comarca, lo que corresponde al 0,5% del total.
Un 'top 10' de lujo
La comarca no se entendería sin emblemas como Bon Preu, La Farga, Casa Tarradellas, Costa Food Meat, Patel, Grup Baucells, Seidor, Mafriges, Seidor Consulting y Alacer Mas, que conforman el top 10 del listado de empresas con sede en la comarca según los ingresos de explotación, según detalla la Cambra de Osona. A continuación, un repaso de las diez empresas más importantes.
1. Bon Preu y la radiografía de una expansión cuidadosa
Bon Preu está de enhorabuena en 2023. Después de cerrar el 2022 con una facturación de 2.076 millones de euros y convertirse en uno de los principales líderes del ranking de supermercados, genera más de 22.900 puestos de trabajo, de forma directa e indirecta, en Catalunya. Una apuesta de crecimiento en años de máxima complejidad en el sector de la distribución debido al aumento de precios y la inflación de los alimentos, que no les ha frenado en la construcción de una nueva central logística en Montblanc, para expandirse al sur de Catalunya, uno de los deberes pendientes. Y, sin ocultar tampoco sus orígenes, como es "el orgullo osonense" con la apertura de un ambicioso supermercado en el municipio de Tona, de 8.100 habitantes, con una inversión de 6,5 millones de euros y 26 puestos de trabajo en la histórica Plaza Mayor
Los orígenes de lo que hoy es uno de los grupos de distribución más importantes con sede en Catalunya no están muy lejos de Tona, según detallan desde la empresa a VIA Empresa. Todo comenzó en el Carrer del Pont, en Torelló (Osona), cuando el presidente y único propietario de Bon Preu, Joan Font (1951), se incorporó desde muy joven al negocio que regentaban sus padres, conocidos como los bacaladeros Font. Después de varios viajes por Europa y haber visto nuevas formas de comercio, con tan solo 23 años abrió en 1974 su primer supermercado en la población vecina de Manlleu. Su hermano Josep, que era dos años más joven, se incorporó al negocio que quedaría repartido a partes iguales.
Con el paso de los años, abrieron un nuevo servicio en Vic y, poco después, en Vilafranca del Penedès con el primer hipermercado bajo la enseña Esclat. Como curiosidad, en el caso osonense tuvo que intervenir la Guardia Civil durante el primer día de apertura debido a la gran expectación popular desatada que obligó a los agentes a tener que poner orden en la calle. Cabe destacar que, con el paso de los años, uno de los motivos de su crecimiento tiene que ver con la apertura de nuevos establecimientos. En cuanto a adquisiciones, solo han comprado las redes de Orangután e Intermarché.
Joan Font ha impregnado Bon Preu con una militancia activa a favor de la lengua y la cultura catalanas, hasta convertirse en símbolo del empresariado que ha respaldado al independentismo
Entre las principales características del modelo de negocio destaca la variedad de productos, la mayoría de kilómetro cero y la importancia del catalán en todos los productos y en la atención al cliente. De hecho, muchos trabajadores de origen extranjero que trabajan en la cadena de supermercados confiesan que "han aprendido de forma exprés el idioma debido al énfasis en utilizar el catalán en todas las comunicaciones". Además, Font ha impregnado la marca con una militancia activa a favor de la lengua y la cultura catalanas, llegando a convertirse en símbolo del empresariado que ha respaldado el independentismo. Además, Joan Font desempeña un papel destacado en el lobby empresarial Femcat, como patrón y cara más mediática.
2. La Farga y los reyes del cobre
Quien también pertenece al lobby empresarial Femcat es Oriol Guixà, quien ha liderado durante más de 42 años La Farga. De hecho, la empresa metalúrgica especializada en cobre de Les Masies de Voltregà (Osona), disparó la facturación en el 2021 hasta los 1.499 millones de euros, un 38,5% más que los 921 millones del 2020 y un 32 ,5% que los 1.011 millones de 2019, antes de la pandemia.
El volumen de ventas al extranjero de La Fragua equivale aproximadamente al 1 % de las exportaciones catalanas
Cuando se pregunta por el éxito de La Farga, desde la organización recuerdan que es una empresa con 215 años de existencia y que su volumen de ventas en el extranjero equivale aproximadamente al 1% de las exportaciones catalanas. Así se lo recordaron al entonces consejero de Economía, Jaume Giró, cuando visitó las instalaciones en junio de 2022. El 49% de las ventas de 2021 fueron exportaciones a 74 países, aunque la mayoría se dirigieron a la Unión Europea.
Es una empresa metalúrgica especializada en la fabricación de semielaborados de cocer y sus aleaciones por los mercados eléctricos, envases metálicos, ferroviario, tubos, automoción y conductores especiales. Pero su rasgo diferencial es la apuesta por el reciclaje: son líderes mundiales en tecnología de reciclaje del cobre. Han vendido su tecnología además de una treintena de plantas metalúrgicas de todo el mundo. La Farga es una empresa familiar liderada por Oriol Guixà, presidente del consejo de administración, y por su hija Inka Guixà, que es la CEO. La directora general entró en la última edición del ranking de las mejores CEO de España que elabora la revista Forbes.
3. Casa Tarradellas: el imperio de la alimentación de los 1.100 millones de euros
Casa Tarradellas es posiblemente una de las compañías más conocidas de Catalunya y del resto de España. Además, cuentan con buenas noticias ya que cerraron el 2022 con una facturación de 1.161 millones de euros, un 8,5% más si se compara con el 2021. En los próximos meses se anunciarán los resultados del 2023. Pese a que el contexto inflacionista ha afectado al precio de las materias primas y de la energía, desde la compañía apuntan que "han asumido este aumento de los costes para evitar una subida de precios e impacto en el consumidor". Los objetivos a corto y medio plazo: inversiones en proyectos de innovación y sostenibilidad.
El catapultador de Casa Tarradellas ha sido la alianza con Mercadona, como proveedor de la marca blanca Hacendado para las pizzas, que le ha permitido llegar a más de 1.600 supermercados de la compañía valenciana
¿Quién está detrás de este imperio de la alimentación? Como indica el nombre, se encuentra Josep Terradellas y su esposa Anna Falgueras, quienes en 1976 crearon el Hostal d'Osona en Vic, un pequeño obrador dedicado a la elaboración de productos cárnicos que contaba con una fábrica, una tienda y un pequeño restaurante. De esta iniciativa surgió el fuet Espetec, un embutido en barra que se ha popularizado y ha situado la ciudad de los Santos como un referente en el mercado. Debido al éxito, pasó a denominarse Casa Tarradellas en 1985. Introdujeron un pequeño cambio ortográfico en la primera vocal, cambiando la "e" por la "a", para hacerlo más "comercial". Otra fecha destacada en su historia fue en 1996, cuando impulsaron la pizza fresca que creció tanto que preocupó, y mucho, a la competencia, que solo las vendía congeladas.
No obstante, el impulsor definitivo fue la alianza con Mercadona, primero como proveedor de la marca blanca Hacendado para las pizzas, lo que le permitió llegar a más de 1.600 supermercados de la compañía valenciana. Sin embargo, solo tiene algunas manchas en su expediente: las conservas. No tuvieron éxito y las retiraron en los años 90. También ha enfrentado algún boicot por su "supuesto apoyo al proceso independentista", del cual nunca han hablado públicamente ni tienen previsto hacerlo, ya que el 89% de su negocio corresponde al mercado estatal, según informan varios medios.
A pesar de la entrada de capital privado en diversas ocasiones, Casa Tarradellas sigue en manos de la familia fundadora. En este caso, el CEO de la compañía es Josep Tarradellas Falgueras, hijo de los fundadores y que ejerce el cargo desde 2006.
4. Costa Food Meat
El Grupo Costa entró en Osona después de comprar en 2016 la antigua Cárnicas Toni Josep, una empresa creada en 1978 por los hermanos Ramisa, que se convirtió en Costa Food Meat, que es a la vez la pata de Osona del grupo aragonés Costa Food Group. Costa Food Meat tiene tres centros productivos, uno en Gurb, uno en Roda de Ter y uno en Vic, con un gran polígono con gran cantidad de mataderos, salas de deshacer y otras empresas agroalimentarias, además de otros sectores. El complejo industrial de Costa Food en Osona ocupa 27.000 metros cuadrados, donde se producen 170 millones de kilos de carne de cerdo al año y se exportan a más de 56 países. En total, tienen 553 trabajadores, según detalla la Cambra d'Osona.
El origen del holding cárnico Costa Food Group está ligado al nacimiento en Huesca de Piensos Costa en 1966 y la familia Costa. Como explican en sus espacios corporativos, la empresa empezó su actividad con la compraventa de cereales, y desde entonces, ha aplicado "modelos de integración, expansión y crecimiento". Hoy, el Grupo Costa, del que depende Costa Food Group, está presente en un centenar de países, factura unos 1.700 millones anuales y tiene alrededor de unas 4.000 personas trabajadoras.
5. El caso de Patel y el Grup Vall Companys
Patel es la marca comercial de los productos de porcino del Grupo Vall Companys, que cuenta con cuatro mataderos propios y cuatro salas de despiece y genera al año más de 300.000 toneladas de carne fresca de cerdo, que exporta a los mercados internacionales más exigentes. Según señala la Cambra d'Osona, la compañía cerró el 2021 con 338.912 euros de facturación y cuenta con 197 trabajadores en la comarca. La sede osonense se encuentra en El Esquirol. Entre los principales productos destacan el jamón, las paletillas, pancetas, lomo y lomos, magros, grasas y menudillos. Por otro lado, la empresa mantiene un perfil bajo en el ámbito comunicativo y es difícil conocer más detalles
El resto del top 10 está formado por Grup Baucells, que es una cárnica que cerró con unas pérdidas de 5,8 millones el 2022 y cuenta con 455 trabajadores. Su amo es el gigante aragonés Grupo Jorge, que ya tiene tres potentes industrias procesadoras del cerdo a la Catalunya central. Al ranking la sigue Seidor, impulsada por su CEO Josep Benito, que es una consultora de gestión de software que llega a un récord de ingresos de 750 millones el 2022 por su política de adquisiciones, que ha continuado el 2023 con la integración de cinco empresas del sector. El grupo prevé llegar a los 1.000 millones con grandes clientes y la entrada a nuevos mercados. Seidor también ocupa la octava posición con la rama de Seidor Consulting.
Finalmente, también destaca en novena posición Mafriges, que se constituyó en 1984 con el nombre de Escorxador Frigorífic del Ges por iniciativa de Francisco Javier Puigvila Bigas. El negocio es dirigido hoy por el hijo Jordi Puigvila Barcons. Desde los inicios de la firma, la fábrica se ubicó en Sant Vicenç de Torelló y en estos momentos trabajan en ella 285 empleados. Las instalaciones cuentan con capacidad para sacrificar 17.000 cerdos semanales. Además, hay salas de despiece y envasado, así como un almacén frigorífico. Mafriges suministra a mayoristas y minoristas.
Por último, está el caso de Alacer Mas, que facturó 140 millones y ganó 14 en 2022. Ramon Mas, el propietario, vendió el negocio a principios de 2023 por una suma multimillonaria. Los inicios de la compañía se remontan a 1978, cuando se funda AlacerOsona. Alacer es la unión abreviada de aluminio y acero. La empresa cerró sus puertas en 1982 y fue tomada por el empresario vigatà Ramón Mas, quien fundó Alacer Mas. Mas impulsó la compañía durante cuarenta años y la proyectó al resto de España.