El intercambio de golpes cruzados entre los diferentes actores políticos que hemos vivido esta semana ha sido realmente espectacular. La doctora Elisenda Paluzie ha protagonizado un capítulo más de la incorporación de la élite intelectual catalana a los órganos de poder al destripar, literalmente, a sus rivales en las elecciones de la ANC a pesar de que esto le proporciona una silla al Secretariado Nacional pero no la Presidencia, mientras que Jordi Sánchez ha dejado de ser el candidato a la presidencia de la Generalitat, honor que ocupará, tal como los he anunciado en varias ocasiones,Jordi Turull.
Sábado más de 7.000 socios del ANC se citaron con las urnas para decidir la composición de su Secretariado Nacional. Los dos principales candidatos a la presidencia, Adrià Alsina y David Minoves, se vieron superados contra pronóstico por Paluzie por una diferencia superior a los 2000 votos. Después de la polémica generada por la exclusión de Antonio Baños del proceso electoral no han sido pocos los socios que le han pedido a la ganadora que se postule como candidata a la presidencia el que ha hecho replantear las cosas a Paluzie. En una entrevista al Nacional ha manifestado que intentará construir una candidatura de consenso que le permita delegar funciones y atender sus obligaciones profesionales. Viernes, Alsina anunció su renuncia a la Presidencia y su apoyo a la candidata. El fin de las divisiones internas dentro de la ANC sin duda es una buena noticia para sus socios mientras que por otro lado, el hecho de tener una presidenta independiente sin intereses cercanos a ningún partido político garantizaría que el sistema político catalán lo tendrá difícil para influir en las decisiones que tome el Secretariado Nacional.
Jordi Graupera llenó a tope el Teatro Victoria en sesión doble para presentar su proyecto por Barcelona. Graupera, a quien la doble paternidad le ha dado un toque de madurez, propuso unas primarias dentro del bloque independentista. Su idea es que estas primarias sean abiertas a candidatos independientes argumentando que es el formato ideal para proporcionar el mejor marco para debatir y porque el talento haga aportaciones de política económica y proyecto político para hacer del independentismo un proyecto atractivo por los barceloneses. Alfred Bosch no quiso esperar a escuchar la propuesta de Graupera y justo unas horas antes del acto del Teatro Victoria anunció una conferencia suya por el 17 de abril.
A pesar de que los partidos han recibido con mucho nerviosismo la propuesta, Antoni Castellano de Demócratas ha aceptado el reto y someterá a votación de los militantes la propuesta de primarias. Neus Munté, candidata a las primarias del PDEcat, no ha querido apoyar a la propuesta. Ciertamente, las primarias no están ni mucho menos aseguradas, pero hay dos elementos que pueden suponer un golpe de teatro. El primero es si aparece un rival de peso por Graupera. Si esto pasara la amenaza latente de una plataforma cívica que se presente sin los partidos será una amenaza latente que ni ERC, PDEcat ni JxC pueden pasar por alto. El segundo, el factor Carles Puigdemont. El presidente guarda silencio. Buena señal por Graupera, el silencio de Puigdemont marca el tiempo de juego.
El fiscal del Tribunal Supremo pidió martes la libertad con fianza de Quim Forn y en base esto su abogado anunció que sería puesto en libertad. Este cambio de postura de fiscalía tuvo consecuencias inmediatas en la candidatura de Sánchez, que anunció que renunciaba a presidir la Generalitat con el objetivo de conseguir la libertad con fianza por parte del fiscal, cosa que creó una serie de decisiones encadenadas: el presidente Roger Torrent anunció que Sánchez ya no era el candidato, Puigdemont anunció una reunión del grupo parlamentario para designar Turull, tal como los voy avanzando hace semanas, a la vez que el juez Llanera ha citado Turull y cinco diputados más por este viernes presuntamente para notificarlos que serán procesados por rebelión y sedición, y miércoles al atardecer Torrente convocó la sesión de investidura por el día siguiente.
Estas decisiones han dejado una situación muy incierta. Los seis citados se arriesgan a entrar a prisión viernes, cosa que implica inhabilitación y por lo tanto imposibilidad de delegar el voto con la consecuencia que sábado el bloque no independentista tendrá mayoría en el Parlamento. Desconozco si Inés Arrimadas puede utilizar esta mayoría para cambiar la orden del día y forzar su investidura como Presidenta de la Generalitat, pero el hecho que Arrimadas pueda emerger de este tacticisme con mayoría parlamentaria y el reloj en marcha tendría que hacer reflexionar seriamente al bloque independentista sobre las decisiones que se han tomado esta semana. La CUP anunció que se abstendría en la sesión de investidura el que descarta la posibilidad que Jordi Turull vaya al Supremo como Presidente electo pero el cierto es que no los sé decir qué diferencia hace ir como diputado o como presidente electo con menos de veinticuatro horas de vigencia.
El bloque independentista afronta unos días muy difíciles. Si la semana pasada los decía que Torrent era uno de los políticos más en forma, el cierto es que esta semana ha cometido errores muy graves. La convocatoria del pleno sin un acuerdo firme con la CUP para investir Turull ha dejado a cuerpo descubierto las graves carencias del sistema político catalán. Si los decía que pasar el tiempo sin que el reloj corra beneficia al bloque independentista, este viernes los tengo que decir que los independentistas han puesto en marcha el reloj sin ningún motivo ni sin obtener nada a cambio y, además, exponiendo la mayoría absoluta, a pesar de que es cierto que esto se puede corregir.
Existe un plano D entre jueves y sábado? No los puedo dar respuesta después del espectáculo de esta semana pero el que es seguro que la doctora Elsa Artadi se perfila como la próxima presidenta de Cataluña si finalmente Turull no puede ser investido en segunda convocatoria. Desde estas líneas deseo toda la suerte del mundo a los seis diputados que enfrentarán al juez Llarena.