La libertad es una de las cosas que más se echan de menos desde que hemos entrado en esta llamada nueva normalidad. Las restricciones de movilidad han hecho que en cierto modo todos nos sintamos encerrados dentro de algún círculo. Aparte, esta situación no ayuda a uno de los sectores que sostiene gran parte de la economía española: el turismo. Con todo lo que está pasando, pues, España se ha lanzado a la oportunidad de hacer que las cosas mejoren un poco. El pasaporte sanitario es la tierra prometida para la recuperación del turismo, una herramienta que según muchos gobiernos podría reactivar el tránsito aéreo en Europa, una idea, pero, que ha llevado a muchos Estados de la Unión Europea a replantearse su legalidad, todo bajo la misma pregunta: ¿será realmente efectivo?
No hay ninguna duda que estamos pasando por un mal momento en términos de viajes y tránsito aeroportuario. Según los datos publicados hace unos días, el aeropuerto del Prat tuvo un 91,3% menos de pasajeros que el mes de febrero de 2019. Exactamente unas 286.000 personas fueron las pocas que transitaron por el aeropuerto del Prat. "Barcelona ha perdido rutas porque no hay bastantes pasajeros para llenar los aviones", explica Òscar Oliver, profesor de posgrado en la UPC School.
Y es que en términos de recuperación, parece que los viajeros siguen a la cola de una larga lista de cosas que hacer. Es aquí donde algunos gobiernos de la Unión Europea, sobre todo España y Grecia, se levantaron para poner de manifiesto la necesidad de crear un pasaporte sanitario que agilizara las tramitaciones a la hora de volar. La idea desde un buen inicio era hacer más efectiva la tarea de presentación de papeles sanitarios correspondientes a la hora de viajar, aún así, según parece esta propuesta ha empezado a generar dudas sobre lo que podría hacer dentro de las sociedades. "Es una herramienta que podría llegar a crear ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda", remarca Oliver.
Oliver: "Es una herramienta que podría llegar a crear ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda"
Lo que describe el profesor es que el pasaporte sanitario acabará por dividir la población entre los vacunados y los no vacunados y, por lo tanto, podría convertirse en un conflicto. Además, también recuerda que dentro de España el ritmo de vacunación es muy lento, cosa que todavía podría acabar por perjudicar mucho más la efectividad de un pasaporte sanitario: "Me da miedo que una propuesta beneficiosa como esta, con el ritmo de vacunación que llevamos, sea sólo beneficiosa para una minoría", añade.
Ante este gran debate sobre la eficacia de este pasaporte sanitario, la Asociación Española de Vacunologia también presentaba sus dudas ante esta necesidad de obtener un pasaporte sanitario cuando poco más del 7% de la población española ha sido vacunada. El presidente de la asociación, Amós García hacía unas declaraciones en una rueda de prensa en las que "dudaba de la legalidad de un documento obligatorio que hacía referencia a ponerse una vacuna no obligatoria". En este sentido, desde la asociación recriminaban que si la vacuna no era algo que podías ponerte cuando quisieras sino que seguía unos tempos señalados y no era obligatoria, utilizar un documento legal como el pasaporte sanitario se convertía en una segmentación ante los vacunados y los no vacunados.
Fue la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien también se mostró muy contraria a la decisión de implementar un documento que pusiera las vacunas como requisito para viajar, puesto que "todavía no se conocían sus efectos ni tampoco se aseguraba la inmunidad de los vacunados".
Travel Pass
La primera iniciativa del pasaporte sanitario, la diseñó la Asociación Internacional por el Transporte Aéreo (IATA). La empresa quería crear una aplicación de uso voluntario donde tener en regla todos los papeles para poder viajar. "Nuestro objetivo es ofrecer a todos los gobiernos la confianza de reabrir fronteras, basándose siempre en datos verificados correctamente", expresaba el vicepresidente de IATA, Nick Careen en unas declaraciones.
El Travel Pass fue la primera piedra para construir el muro en el cual se convertiría el pasaporte sanitario. En aquel momento, la vacuna todavía no era una certeza y, por lo tanto, IATA había diseñado la aplicación para conseguir un control de las PCR que se hacía una persona 72 horas antes de coger el avión. La compañía aérea Etihad Airways fue la primera en implementar esta aplicación, pero según IATA, era "esencial" que todas las aerolíneas se pusieran de acuerdo, una opinión que también comparte el profesor de posgrado en la UPC School: "Tanto las aerolíneas como los gobiernos de la Unión Europea tienen que ir todos a una si no esta implementación podría ser contraproducente y convertir las que lo implementaran en las menos elegidas por la población".
La Comisión Europea
Ante la insistencia de algunos países como Grecia o España, la Unión Europea ha decidido preparar un borrador de lo qué podría ser el pasaporte sanitario europeo. Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, explicó hace días que la propuesta se sometería a la votación el día 17 de marzo de este 2021, a pesar de la constante oposición de Francia y Alemania, países que declararon que les parecía un "atentado contra la libertad de las personas", puesto que la vacuna todavía no es algo efectivo al 100%.
El coronavirus ha producido una sensación de no regreso en las poblaciones mundiales, y parece que en Europa e incluido en Catalunya y España tenemos la necesidad de Salvarel verano y lo haremos a cualquier precio, pero, tal como explica Oliver, "yo estoy a favor del pasaporte sanitario si lo hacemos bien, no de este manera rápida y torpe".