El Gremi de Pastissers confía en vender cerca de 700.000 mones de Pascua y acercarse así a las cifras de 2019, antes de la pandemia. Aún así, calculan que la facturación bajará entre un 15% y un 20%, porque continúan prohibidas los encuentros entre burbujas y, por lo tanto, las mones serán más pequeñas. "El año pasado fue muy atípico, lleno de miedos e incertidumbres. Ahora esperamos que, a pesar de las limitaciones, todo el mundo pueda celebrar la Pascua y disfrutarla con sus ahijados", ha explicado a la ACN el presidente del Gremi, Elies Miró.
La Semana Santa del año pasado se celebró en plena crisis sanitaria y con confinamiento domiciliario. Entonces, muchas pastelerías redujeron el surtido de mones u optaron por trasladar la celebración a la Segunda Pascua. En total, se calcula que las ventas cayeron cerca del 40%.
Este año, el fin del confinamiento comarcal favorecerá a las pastelerías de municipios turísticos y que se han visto especialmente afectadas por las restricciones. "Estoy pensando en pastelerías del Pirineu y de la costa, que normalmente tienen muchos visitantes y a quienes el confinamiento comarcal les habría podido perjudicar mucho la campaña", explica Miró.
Los pocos estrenos en el cine han dejado sin nuevos personajes las mones de 2021, y se han tenido que recuperar personajes de las últimas ediciones. También se han recuperado temas de toda la vida, como el Barça o la saga de Star Wars. Desde el Gremi, recuerdan que una mona artesanal de pastelería es el resultado de un trabajo artístico que implica más de tres horas de trabajo por pieza porque se tienen que crear los moldes, diseñar las figuras, hacer el chocolate y decorarlas.