Innovación y talento digital van muy ligados. Pero también formación, pymes y administraciones públicas. Una mezcla de todo esto permite que la sociedad avance, según Pedro Mier, presidente de la Asociación de empresas de electrónica, tecnologías de la información, telecomunicaciones y contenidos digitales (Ametic). Cree que la FP Dual es buena parte de la solución de la falta de perfiles digitales, que actualmente no cubren la demanda de las empresas. Mier también es el presidente de la comisión de innovación de la CEOE, miembro de la junta de Digital Europe, socio del fondo de capital riesgo Future Plus y consejero de la empresa de componentes electrónicos Premo Group. Antes de todo esto, sin embargo, había dedicado la vida profesional a su propia compañía, Mier Comunicaciones, dedicada a la creación de equipos electrónicos de radiofrecuencia para satélites espaciales.
La innovación ha estado presente en todas las etapas de su carrera. Ahora, pone a Estados Unidos como buen ejemplo en tres aspectos: la gobernanza de las universidades, la inversión en defensa como motor de innovación y la financiación de empresas. Pero "cada sociedad es un mundo" y tiene que seguir su camino de innovación. Tanto las pymes como las grandes empresas tienen que jugar un papel importante en ella, como también en la búsqueda y "fidelización" del talento.
¿Es más importante que nunca la innovación?
Siempre lo ha sido, pero ahora más que nunca. La primera razón es que ahora la competencia es global. Además, el cambio es mucho más rápido y si no te pones al mismo ritmo que quienes estiran, estás perdido. Siempre ha sido importante, pero antes teníamos tiempo.
¿Las pymes pueden competir en este campo?
¡Claro! Para innovar se necesitan muchos recursos, pero sobre todo mentales. Hay ámbitos que sí requieren una inversión económica importante, pero no todos. Hoy en día, cualquier móvil –que no supone un gran gasto– es una gran potencia. La posibilidad que tienes de colaborar con gente de todo el mundo a través de los dispositivos, es muy importante.
¿Qué papel juega la administración pública?
Las administraciones de todos los niveles tienen que invertir; todas tienen capacidad y todas son importantes. La demanda es lo más importante para la innovación. Y esto lo tienen muy claro en EE.UU.: han utilizado la demanda del departamento de defensa para innovar continuamente. Y es un espectro muy amplio; hablar de defensa es hablar de ciberseguridad, de conocimiento científico singular... no estamos hablando de armas. La pantalla táctil del móvil se desarrolló en un programa de defensa, como la inteligencia artificial de Siri. Y ahora la Unión Europea está copiando este modelo.
¿Por qué no se ha hecho hasta ahora?
A la sociedad le cuesta ver el retorno de ello, pero es tan básico como el anorak de Gore-Tex, el teflon de la sartén o los pañales... y así, muchas cosas que no se relacionan con el espacio, pero que salen de aquí. Si pones recursos y un criterio de seguimiento, claro que se moviliza. Las pymes pueden hacer mucho.
"Los países que lideran los rankings de innovación destinan a ella un 4% mientras que en Catalunya estamos en un 1,6%"
¿Las administraciones catalanas lo han hecho bien en innovación?
Se ha hecho una buena política científica, pero no en el ámbito de la empresa. Si miramos los presupuestos de la Generalitat, los programas de empresa son muy pequeños. Se tiene que equilibrar. ¿Esto quiere decir que no se innova? No. Todas las compañías que siguen vivas, todas, innovan. ¿Estamos haciendo todo lo que podríamos hacer a la velocidad que podríamos traer? No. Finlandia, Suiza y Dinamarca son países pequeños y ocupan los primeros puestos del ranking en innovación. Ellos destinan un 4%, mientras que en Catalunya estamos en un 1,6%.
¿Nos tenemos que fijar en estos países?
Cada sociedad es un mundo y tiene sus características. A veces, queremos copiar el modelo, pero no copiamos la razón de fondo. El capital riesgo es un buen modelo para copiar, pero nació en EE.UU. porque si hay una oportunidad de hacer negocio, se vuelca todo el mundo; y si no hay inversión, se la inventan. Lo importante es la voluntad de hacerlo. Y aquí no hay el mismo espíritu.
¿Sale de perfiles rompedores como Steve Jobs o Elon Musk?
Apple y SpaceX son empresas que no nacen porque se juntan cuatro tíos con mucho dinero, sino porque uno tiene un sueño. Steve Jobs fue un revolucionario absoluto. En el sector nos habíamos pasado años discutiendo que cada sistema requería su terminal. Ahora ya tienes un terminal universal y esto ha revolucionado el mundo. Elon Musk no quiere hacerse rico, a pesar de que lo ha hecho. Es un visionario que piensa en los retos de la humanidad, ve los problemas antes que el resto y busca solución. Los trabajadores de SpaceX son conscientes que el propósito de la empresa es llegar a Marte porque Musk cree que la humanidad tiene que salir de la Tierra a colonizar el universo. La gente del sector dice que está loco, pero tiene los mejores ingenieros porque les propone un gran proyecto que les supone un reto.
"Elon Musk no quiere hacerse rico; es un visionario que piensa en los retos de la humanidad, ve los problemas antes que el resto y busca una solución"
¿Por qué hay problemas para encontrar talento digital aquí?
Hay mucha demanda de este tipo de perfiles porque toda la economía se está digitalizando. La previsión es que irá in crescendo. Primero, hay un problema de vocaciones en la escuela: los niños y niñas no quieren estudiar carreras en esta línea. El segundo problema es la cantidad de profesionales del sector, insuficiente para hacer frente a la demanda. En tercer lugar, los estudios universitarios y de FP no están adaptados a las necesidades de las empresas. Y además, los profesionales se tienen que adaptar, tienen que hacer un esfuerzo de reskilling. Esto último no sólo va para los trabajadores, sino también para los directivos.
¿Qué solución tiene cada caso?
Para acabar con el problema de vocación, hay que generar conocimiento, inquietud y ganas a través de discusiones y charlas para que los niños y niñas vean lo que realmente se hace. A la Formación Profesional se le tiene que dar prestigio. Hemos hecho un acuerdo con el Ministerio de Educación, por el que nos comprometemos a dar criterios para que los currículums se adapten al mercado laboral. De las universidades sale gente muy preparada en conocimientos científicos, pero las habilidades más prácticas no se generan. Esto pasa porque todo cambia muy rápido y no pueden estar actualizados. La clave es la FP Dual.
¿Quién tiene que dar el primer paso en el acercamiento entre empresas y centros formativos?
Es un terreno importante; la responsabilidad es de ambos. Sí es verdad que las universidades requieren un cambio de criterios de gobernanza. Por ejemplo, con los que se valora al profesorado y las colaboraciones con las empresas. El caso de Estados Unidos es paradigmático: si un profesor de universidad no es capaz de generar contratos con las empresas, la lectura es que lo que hace no interesa a la sociedad y, por lo tanto, no lo renuevan. El actual sistema no lo permite porque es endogámico.
Hablas de la dificultad de encontrar talento, pero una vez atraído, ¿cómo se retiene?
La palabra retención no me gusta, quizás sería mejor fidelización. La gente se tiene que comprometer con el proyecto, se lo tiene que hacer suyo. Creo que se gana la gente por el corazón; si una persona se siente parte de un proyecto, de una empresa que tiene un propósito que lo hace sentir bien y que a la vez representa un reto desde el punto de vista intelectual, seguro que la fidelizas.
"La calidad del proyecto y el propósito de la empresa son cada vez más importantes para atraer y retener al talento"
Pero la rotación es muy elevada.
La gente joven es fiel a su proyecto vital y después al profesional, que es una parte del primero. Tener proyectos suficientemente atractivos como para ganar el interés de la gente es la mejor manera. Por ejemplo, todas las nuevas generaciones están sensibilizadas con el medio ambiente. Si tienes la oportunidad de trabajar en una empresa que tiene un proyecto atractivo e innovador y con un impacto en la sociedad, quizás los trabajadores no cambiarán tanto de trabajo. Y si, además, te permite tener una vida propia porque ofrece flexibilidad y otras condiciones, mejor. La calidad del proyecto y el propósito de la empresa son cada vez más importantes.
¿Las pymes pueden ofrecer todo esto?
Sí; en mayúsculas. Incluso más que las grandes.
¿En qué sentido?
Las características a las que me refería son más propias de la empresa pequeña. De hecho, las grandes empresas muy innovadoras se organizan como una federación de pequeñas empresas. En una organización pequeña tienes mucha más visibilidad; tu trabajo tiene un impacto mucho mayor.