La XXXV Reunión del Cercle d'Economia ha cerrado con la intervención del presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, y del todavía presidente del Cercle d'Economia, Juan José Bruguera. El título de esta edición era Un mundo desordenado: economías en transición, democracias en peligro. Pero, Sánchez ha preferido dar una vuelta y cogérselo en positivo.
"Imaginaos que no es el mundo que nos presentan en las películas distòópicas, sino aquel que nosotros queremos construir", ha empezado. Aquello que él mismo define como "filosofía de la buena vida" le ha servido para hacer aterrizar la ciencia ficción con una lluvia de ideas: ocio, arte, sostenibilidad, biotecnología, cura del cáncer, medicina personalizada, "muchos viajeros pero pocos exiliados e inmigrantes", democracia, igualdad de género, respeto a la diversidad y a las minorías o liderazgo colaborativo, entre otros.
Sánchez: "España es un gran país y Europa es un gran proyecto compartido y es en España y en Europa donde se escribirá la historia del futuro"
"Queremos cambiar el mundo y creemos que quien no lo quiere hacer, tiene que apartarse y no molestar y dejarnos trabajar a aquellos que queremos avanzar con justicia social", ha defendido apelando al Cambiemos el mundo de la activista Great Thunberg. Y tratándose de "mundos muy próximos", los ejemplos eran significativos: Barcelona, Sitges, Catalunya, España, Europa...
No ha habido tiempo o voluntad de hablar de Barcelona, Sitges o Catalunya, pero sí de España y Europa. Sánchez ha calificado España de "gran país" por partida doble, "amigo del futuro", "democracia segura y consolidada" o "unidos en nuestra diversidad". A la vez, ha explicado que Europa es "nuestra casa", "nuestra otra patria" o "una protagonista que tiene que marcar el paso".
Entre dos aguas, el presidente del Gobierno español en funciones ha lanzado un mensaje compartido: "España es un gran país y Europa es un gran proyecto compartido y es en España y en Europa donde se escribirá la historia del futuro". Y qué es el futuro? La receta socialista incluye productividad, disciplina fiscal, cohesión social y territorial, transformaciones estructurales, transición ecológica o atracción de talento.
En este sentido, Sánchez ha reivindicado que "España es el primer país de Europa y el tercero del mundo en extensión de la fibra óptica" o que "España es y será un vivero de talento". Sin noticias de Catalunya, pero sí del mercado laboral. "Nunca estuvo escrito que los trabajos de España estuvieran ligados a la baja calidad", ha añadido justo antes de recordar el accidente de un repartidor de Glovo: "Esta misma semana han vuelto a atropellar a un trabajador en condiciones precarias en Barcelona". Un caso que le ha servido de preludio para proponer un Estatuto de Trabajadores y acomodar así "las normas a la realidad cambiante" en cuanto a desigualdad laboral entre géneros, derechos de propiedad intelectual en el trabajo o racionalización de los horarios laborales.
Sánchez: "Esta misma semana han vuelto a atropellar a un trabajador en condiciones precarias en Barcelona"
"La sociedad española necesita pasar página y no podemos cerrarnos a una interminable rotonda sobre los antiguos problemas del siglo XIX con respuesta del siglo XX. Propongo afrontar riesgos del siglo XXI con respuestas del futuro", ha concluido Sánchez. En el turno de preguntas, ha detallado su cena en el Elíseo con su homólogo francés Emmanuel Macron así como la voluntad de que "la política fiscal esté alineada con el objetivo vital del crecimiento económico".
Incluso, ha recordado una anécdota entre el entonces presidente de los Estados Unidos Ronald Reagan y el primer ministro sueco Olof Palme posteriormente asesinado. El primero le preguntaba si quería acabar con los ricos y el segundo respondía: "Queremos acabar con la pobreza, no con la riqueza". Crecer para redistribuir.
No se lo han perdido una larga fila de empresarios y directivos como Josep Oliu (Banco Sabadell), Jaume Giró (La Caixa), Gonzalo Gortázar (CaixaBank), Javier Faus (Meridia Capital), Carles Tusquets (Banco Mediolanum), Mercè Conesa (Port de Barcelona), Josep Sánchez Libre (Foment del Treball), Pau Relat (Fira de Barcelona), Antoni Abad (Cecot), José Luis Bonet (Cámara de Comercio de España), Josep Maria Pujol (Ficosa) o Laura Urquizu (RedPoints), entre muchos otros.
Para acabar una nueva edición de la Reunión del Cercle d'Economia en Sitges, nada mejor que una imagen histórica con el presidente del pasado (Antón Costas), el presidente del presente (Juan José Brugera) y el presidente del futuro (Javier Faus) de la institución. Un tridente acompañado por un cuarto presidente (Pedro Sánchez), el del Gobierno español en funciones.