"El sistema de pensiones no está en crisis, tiene que adaptarse a las realidades económicas y demográficas". La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha querido dejar bien claro durante la XXXV reunión del Cercle d'Economia que "la joya de la corona del Estado del Bienestar", como bautiza ella a las pensiones, "seguirán siendo dignas para nuestros nietos e hijos" y, precisamente por eso, ha pedido "no alarmar a la gente". Dejando a un lado la economía catalana, la ministra se ha centrado en defender el momento que vive la economía española, que ha recordado que en 2018 creció un 2,6%, "por encima de la zona euro", olvidándose, así, de mencionar el crecimiento del 2,8% en Catalunya.
Tras ser presentada por el presidente de Caixabank, Jordi Gual, y dar las "buenas tardes" en catalán, Calviño ha subrayado que la "evolución de la producción se ve reflejada en el mercado laboral" y ha aplaudido a su gobierno (en funciones) recordando que "nuestros costes de financiación están a mínimos históricos".
Dicho esto, Calviño se ha centrado, sobretodo, en hablar de sostenibilidad. "Sin perder de vista los riesgos y los desafíos, lo cierto es que es un momento propicio para desplegar un proyecto económico sostenible porque necesitamos garantizar que se piensa en términos de sostenibilidad medioambiental y social", ha puesto encima de la mesa.
¿Sincronizar elecciones?
La gran cantidad de elecciones que hemos vivido últimamente, también en muchos países del resto de Europa y del mundo, retardan la puesta en marcha de muchos proyectos y, justamente por eso, Gual ha bromeado con el hecho de que "igual no iría mal sincronizar todas las convocatorias electorales porque se retrasan las tomas de decisiones".
La realidad, en este sentido, es que el populismo está creciendo en Europa, como ya apuntaba la opinión del Cercle titulada Respuestas a la tentación populista. En este sentido, Calviño ha sostenido que "hay un riesgo provocado por los populismos y por una economía cambiante debido a la transición ecológica y la digitalización", cosa que considera que, para remediarlo, hay que "pensar de forma creativa, a hablar y a llegar a acuerdos".
Sostenibilidad, pensiones, productividad y populismo. Pero ninguna mención concreta en Sitges a la economía catalana.