La economía catalana va bien, pero también tiene sus peròs. Si durante la inauguración de la XXXV reunión del Cercle d'Economia en Sitges el president del Govern, Quim Torra, ya aseguraba que la economía catalana "va bien", durante el segundo día de la jornada, el vicepresident del Govern y conseller d'Economía, Pere Aragonès, ha seguido en esta línea haciendo una mención especial al "potencial innovador" de la economía catalana, pero también ha hecho una lista de los deberes pendientes que tiene tanto el Govern como el Ejecutivo estatal.
Si bien ya es sabido que "afrontaremos en el futuro unas tasas de crecimiento más moderadas", también es cierto que Catalunya crecerá "de acuerdo con el potencial de crecimiento de nuestra economía y asimilándonos a las economías más maduras de la Unión Europea". El problema, sin embargo, y ya se apuntaba durante la presentación de de el informe El modelo productivo y la productividad en Catalunya, es que, mientras que "cuando hay apertura económica el país avanza", en momentos de recesión la cosa no va tan bien.
Precisamente por eso, Aragonès ha querido hacer un llamamiento a todo el empresariado presente al encuentro del Cercle para advertirlos de la importancia de "avanzar con un aumento salarial" y, por lo tanto, no afrontar una futura crisis volviendo a devaluar los salarios de los trabajadores. "No lo podremos afrontar trabajando más barato cómo hemos hecho ahora porque esto tiene consecuencias", ha subrayado, al mismo tiempo que ha insistido en la idea que "la ganancia de competitividad basado en el sector trabajo no puede ser la pauta futura".
Un Estado emprendedor
¿La solución? Para el vicepresident y conseller d'Economia es clara: que la Generalitat actúe "como un Estado emprendedor". Esto quiere decir que, por ejemplo, tenga la capacitado de "impulsar la reforma del mercado energético" y que, "aunque no tengamos capacidad regulatoria, seremos un actor en este ámbito". Pero el hecho de tener "los recursos públicos limitados", frena muchas de las iniciativas del Govern que, aún así, continúa yendo al día con el mandato "unilateral" del Estado y, entre de altas cosas, ha cumplido con el objetivo de déficit.
Justamente en este momento, Aragonès ha optado para cambiar del catalán al castellano para recordar a todo el empresariado que, mientras que el Ejecutivo catalán, "aunque no lo viéramos justo", han cumplido con los objetivos de déficit, "ellos no han cumplido cono lo que ellos mismos se marcaron", motivo por el cual ha aprovechado la ocasión para emplazar al Gobierno central a "derogar la intervención de las finanzas".
Más allá de todo esto, el también conseller d'Economia ha puntualizado la importancia de no sólo "centrar los esfuerzos en el gasto corriente", sino también de "no olvidar los intereses a medio o largo plazo" porque considera que "esta es la asignatura pendiente, también para la administración del Estado por la inexecució presupuestaria".
Un futuro más moderno y... ¿más precario?
Aragonés también ha abogado para "recuperar una agenda para trabajar para conseguir la prosperidad compartida, fomentando el crecimiento económico" y para cerrar la puerta en el inmovilismo porque "es un elemento de inestabilidad y hacer una política de brazos caídos". Lo ha dicho en relación a las incertidumbres que genera la "inestabilidad del Brexit", a la guerra comercial entre los Estados Unidos y China, al proceso que vive Argelia o del futuro de Italia con el extremadreta gobernante. Si los países se quedan mirando la situación y no hacen nada, se genera más inestabilidad.
Aragonès: "Los oligopolios que hoy están naciendo son en el ámbito tecnológico y serán mucho más peligrosos que los que hoy conocemos"
Pero también hay que poner hilo a la aguja al futuro cercano que ya vivimos con la revolución tecnológica, la robotización, los cambios en la localización y la descentralización de buena parte de la producción que, según el vicepresident del Govern, "ponen en peligro puestos de trabajo y que hacen emerger de nuevos mucho precarizados". En este sentido, ha recordado que "la libertad en el mercado quiere decir evitar posiciones de dominio, de monopolios u oligopolios, y evitar barreras de entrada" y ha aprovechado para advertir que "los oligopolios que hoy están naciendo son en el ámbito tecnológico y serán mucho más peligrosos que los que hoy conocemos".
Un futuro incierto que se junta con el traslado de sedes sociales a otros territorios del Estado que, a pesar de que el estudio del Colegio de Economistas de Catalunya (CEC) concluye que ha tenido un efecto nulo en la economía catalana, ha remarcado la importancia de que las sedes sociales de las empresas vuelvan a tierra catalán y "se adecuen a sus centros de decisión".