Las compras navideñas previas a la llegada de los Reyes Magos llenan tiendas y supermercados, pero también atraen a ladrones especializados en hurtos. Esta época del año se consolida como la que concentra más delitos en comercios. Concretamente, se producen el 35% de los robos en las tiendas y establecimientos comerciales.
Según revelan los datos del Barómetro del Hurto, el 55% de los hurtos son producidos por bandas organizadas que se aprovechan de estas fechas para maximizar sus beneficios: roban en diferentes establecimientos productos de alto valor para posteriormente revenderlos en mercados paralelos. La mitad de los comerciantes ha apreciado un notable incremento de la agresividad verbal o física de los infractores hacia el personal de tienda y de seguridad.
Dos de cada tres hurtos (el 64%) son realizados por autores multirreincidentes; es decir, que realizan tres hurtos o más al año en los establecimientos. El barómetro también dibuja el perfil más habitual de los autores de hurtos: casi la mitad de los ladrones (un 44%) tienen menos de 30 años.
Dos de cada tres hurtos (el 64%) están realizados por autores multirreincidentes
Los artículos más hurtados en supermercados y grandes retailers por Navidad son perfumes y maquillaje, vinos y licores, embutidos, videojuegos y juguetes, y teléfonos inteligentes. Tal como explican los especialistas de Checkpoint Systems, los perfumes y el maquillaje son los artículos más vulnerables al hurto esta Navidad. Su pequeño tamaño y alto coste constituyen unas características que los convierten en blancos perfectos para los delincuentes. En la categoría de moda, y casi tocando el top 5, destaca el hurto de calzado.
¿Cómo protegen los comerciantes sus productos ante los hurtos?
La totalidad de los expertos encuestados reconoce que dispone de cámaras de vigilancia y alarmas en sus tiendas. El 94% de los establecimientos tienen antenas antihurto y el 81% están protegidas con collares para la protección de bebidas alcohólicas y cajas de policarbonato o keepers para perfumes y cremas entre otros; tan solo el 13% de los productos vienen protegidos con etiquetas antihurto desde el fabricante).
La masificación de las tiendas obliga a los establecimientos a tener un mejor control de su inventario para potenciar sus beneficios y la experiencia de compra de sus clientes. Para ello, cada vez se aplica más la conocida como tecnología RFID, que ayuda a mejorar la seguridad de los productos reduciendo el riesgo de hurto.