El Ayuntamiento de Girona consigue un hito histórico y pionero en todo el Estado: un permiso menstrual de ocho horas al mes. Es una medida que pretende acabar con los tabúes y estigmas relacionados con la menstruación. Esta iniciativa, impulsada por la sección de la Intersindical del Ayuntamiento de Girona, ya fue aprobada en la Mesa General de Negociación, el 30 de abril, y ahora le falta el visto bueno del pleno municipal del mes de junio, que se celebra este mismo lunes. Todo apunta a que será favorable gracias al apoyo que han mostrado los diferentes partidos políticos. Si sigue en esta línea y se acaba aprobando, este cambio se incluirá en el convenio colectivo.
De los 1.050 trabajadores que tiene en plantilla el Ayuntamiento de Girona, aproximadamente la mitad son mujeres. Y es a raíz de las conversaciones con las trabajadoras que el sindicato ha querido sacar adelante esta propuesta. Como cualquier sector y de manera generalizada, son muchas las mujeres que utilizan días de vacaciones durante la menstruación, ante la dificultad de conciliar la vida laboral con la salud.
"La regla no tiene que ser dolorosa, pero puede causar puntualmente molestias y es en referencia a estas molestias en lo que se centra este permiso, que nos puede llevar a necesitar unas horas en momentos concretos", asegura la delegada de la Intersindical en el Ayuntamiento de Girona, Èrica Andreu.
Ocho horas, en una jornada u horas separadas
Así pues, en caso de aprobarse las trabajadoras dispondrán de ocho horas, que podrán distribuir en una jornada laboral o en más de un día, pero las tendrán que recuperar a lo largo del trimestre siguiente. Un hecho que desde la Intersindical destacan que ya están trabajando para que se doblen las horas o para que no se tengan que recuperar.
"Las trabajadoras dispondrán de ocho horas al mes para no ir al trabajo si sienten molestias. No se tramitará una baja laboral y las horas se tendrán que recuperar antes de tres meses"
El sindicato quiere remarcar que este permiso no es por enfermedades asociadas a la menstruación, como la endometriosis, para la que sí se necesita una baja laboral, sino que es para aquellos días que se sienten molestias y que se necesita hacer reposo.
"Es un permiso que permite flexibilizar la jornada laboral y conciliar el derecho a la salud con el bienestar en el trabajo", concreta la tinenta de alcaldía de Hacienda y Régimen Interior, Maria Àngels Planas. "Dará respuesta a aquellas indisposiciones temporales que puedan sufrir las trabajadoras cuando tengan la menstruación; es un adelanto en sus derechos", añade.
El mundo empresarial, a favor si hay una regulación
El permiso menstrual ha abierto el debate en las empresas. ¿Se tendría que aplicar y normalizar este permiso menstrual? Desde el mundo empresarial gerundense se muestran empáticos con la implementación de esta medida, ahora bien, siempre que esté regulada y no se haga ningún abuso.
"Es una medida que se debe tener en cuenta y que es una simple adaptación de una situación que no es nueva", destaca el socio director de Paredes Associats, Enric Paredes. Asegura que no ve motivo de discusión y que entiende que esté recogido en el convenio colectivo pero que "obviamente se tiene que regular de una manera adecuada".
Comparte esta misma opinión la gerencia del Bar Venezia. "En un trabajo de cara al público sí lo implementaría porque si las trabajadoras no se encuentran bien, no pueden trabajar", asegura Carmen Gual, empresaria gerundense y gerente del Bar Venezia en Barcelona.
Por otro lado, la comisión de Economia de la Igualtat i la Diversitat del Col·legi d'Economistes de Catalunya tiene una visión similar. Hay varias multinacionales que ya tienen este permiso menstrual integrado en su política de empresa, como es el caso de la compañía americana deportiva Nike. En esta misma línea, Rosaura Jimenez, abogada y miembro de la comisión, cree que "da vértigo pensar que estamos considerando esta idea como revolucionaria y pionera", hecho que atribuye "a la invisibilización y los tabúes que todavía existen alrededor de la regla".
A raíz de este permiso pionero en todo el Estado, se ha abierto otro debate, el de la productividad a la hora de trabajar. Jimenez tiene una opinión clara y destaca que "una política de este tipo en una empresa puede aumentar la productividad. En España todavía se da demasiada importancia no al trabajo, sino al hecho de estar en el trabajo".
"Una política de este tipo en una empresa puede aumentar la productividad, igual que está demostrado que aumenta la productividad la flexibilidad de todo tipo en el trabajo, en España todavía se da demasiada importancia no al trabajo, sino a estar en el trabajo"
La revista americana Forbes anunciaba en 2016 la política de vacaciones que aplica la plataforma de entretenimiento, también de Estados Unidos, Netflix. "El alto rendimiento está tan arraigado a la cultura de Netflix que recompensa sus trabajadores y trabajadoras con una generosa indemnización. Tienen vacaciones ilimitadas porque nadie hace un seguimiento de su tiempo. El liderazgo se centra solo en lo que importa, los resultados. Se han dado cuenta de que dar a la gente una mayor autonomía crea una cultura responsable. Sin la distracción de sofocar las normas, los empleados están centrados y son más productivos", escribía la periodista Jimena Azinovic.
Rosaura Jimenez hace referencia y pone en valor dar "importancia al trabajo hecho y a los proyectos". "En realidad, nadie quiere estar en un ambiente en que se sienta controlado. Este sentimiento de estar controlado solo tiene efectos negativos en la productividad". De forma que compara esta política de empresa de Netflix con el permiso menstrual y explica que si una trabajadora puede descansar unas horas al mes, por una situación fisiológica, seguramente los resultados del trabajo hecho serán mejores que si, "a la fuerza" tiene que trabajar aquellas horas en las que, justificadamente, no se encuentra bien.
Reconoce, también, que "el coste económico de dar un día extra al mes a las mujeres, posiblemente, se traduzca en muchos ceros, pero se deben tener en cuenta los efectos positivos sobre el bienestar de las trabajadoras y sobre la productividad". Si se hace extensa esta medida, Jimenez da por hecho que también se tendría que aplicar a las estudiantes de ESO, Bachillerato o de la universidad.
El Ayuntamiento de Girona, pionero a nivel europeo
Es una medida precursora en todo el Estado pero también lo es en Europa. En este continente, el debate estuvo sobre la mesa en 2016 en Italia. El país presentó un proyecto de ley que obligaba a garantizar tres días al mes para las trabajadoras que sufrieran dolores menstruales. No prosperó.
Por otro lado, en Asia es común desde hace décadas. Japón fue el primero en implementar un permiso de este tipo, en 1947, y lo siguió Indonesia el año siguiente. A Corea del Sur, las trabajadoras tienen derecho a un día de descanso por molestias menstruales desde 2001 y tienen la misma situación en Taiwán des 2014. Algunas provincias de China también se han sumado desde 2016. Ahora bien, a pesar de tener la legislación, en algunos casos no es tan fácil pedir la licencia: en países como Indonesia o China, por ejemplo, las mujeres prefieren evitarlo para no tener que sufrir una discriminación por este hecho.