El peso de Rusia en las importaciones energéticas de la Unión Europea se ha reducido en todos los ámbitos. Según los datos publicados por Eurostat, las compras de gas natural en Rusia por parte de la Unión Europea representaron un 17,4% del total al final del primer trimestre de 2023, por debajo de la cuota del 38,8% registrada durante el mismo período del año pasado. De hecho, Moscú era el principal proveedor de gas natural de la Unión, mientras ahora ocupa la segunda posición. A raíz de las sanciones impulsadas por la guerra de Ucrania, Noruega ha pasado a ser el primer suministrador -pasando de una cuota del 38,1% al 46,1%-, mientras que Argelia (13,4%), el Reino Unido (12,9%) y Azerbaiyán (7,2%) también han ganado peso.
Lo mismo ha sucedido con el gas natural licuado (GNL), donde la cuota de las importaciones procedentes de Rusia ha descendido del 18,1% en el primer trimestre de 2022 al 13,2% durante los tres primeros meses de 2023. Sin embargo, Rusia se mantiene como el segundo principal proveedor de GNL en la Unión Europea, sólo por detrás de Estados Unidos (40,2%). Sin embargo, países como Qatar (13,1%), Argelia (6,7%) o Noruega (6,6%) han incrementado el volumen de transacciones con la Unión.
En cuanto al petróleo, Rusia ha pasado de tener una cuota del 26% durante el primer trimestre de 2022 a una del 3,2% en 2023. Antes del inicio de la guerra, Moscú era el principal proveedor de petróleo de la UE mientras que actualmente ocupa la séptima posición. En este caso, la reducción de la dependencia de Rusia ha beneficiado a Noruega (su cuota ha pasado del 9,5% al 13,3%), Estados Unidos (del 13,1% al 10,4%), Kazajstán (del 8,5% al 10,1%) o Arabia Saudí (del 4,8% al 8,2%), entre otros.