Según la estimación avanzada del PIB que elabora el Idescat, en 2022 la economía catalana ha crecido un 5,5%, al mismo ritmo que la economía española y dos puntos por encima de la zona euro (3,5%). La recuperación del turismo extranjero y la evolución favorable del mercado de trabajo han permitido apuntalar el crecimiento en un contexto adverso debido a la guerra a Ucrania, la crisisenergética y la inflación.
En el último trimestre del año el PIB catalán ha experimentado un crecimiento del 0,3%, superior al que se esperaba y por encima de los países del entorno, mientras que en términos interanuales la subida ha sido del 3,3% entre los meses de octubre a diciembre. La economía catalana supera así los valores previos a la pandemia, con un volumen de PIB un 0,4% superior al del cuarto trimestre del 2019, situando el ritmo de recuperación entre el de la zona euro (que está un 2,4% por encima) y la economía española (un 0,9 % por debajo).
Por sectores, se destaca la recuperación de los servicios que en el conjunto del 2022 han crecido un 8% gracias al dinamismo de las actividades tecnológicas y la recuperación del turismo extranjero. El PIB derivado de la construcción también ha generado un crecimiento notable del 4,7%, mientras la industria (-2,5%) y el sector agrario (-13,7 %) han caído en un contexto de encarecimiento de los costes de producción, materias primeras y cadenas de suministro.
Y observando la ocupación, durante el cuarto trimestre del 2022, la ocupación EPA ha desacelerado el crecimiento hasta un 0,6% interanual, mientras que la afiliación también ha perdido ritmo, pero todavía muestra un aumento significativo (2,8% interanual). La tasa de temporalidad sigue a la baja, a raíz de la reforma laboral, y ha logrado un nuevo mínimo (14,5%), por primera vez en linea con la zona euro. El retardo en la ocupación ha provocado un leve repunte de la tasa de paro, aunque en el conjunto del 2022 ha estado de un 9,7%, la tasa anual más baja desde el 2008.