La economía española retrocedió en 2020 un 10,8% por culpa de la pandemia, según el INE, que rebaja en dos décimas la caída estimada a finales de enero. Por lo que hace al cuarto trimestre, registró una variación del 0% ante las estimaciones que apuntaban a un crecimiento del 0,4% y 17,1 puntos inferior a la registrada al tercer trimestre. En 2020, la demanda interna contribuyó en -8,8 puntos al crecimiento del PIB del año pasado respeto a 2019, es decir, 10,2 puntos menos en comparación al año anterior. Por su parte, la demanda externa presentó una aportación de -2 puntos, 2,6 menos que al 2019. El valor del PIB a precios corrientes para el conjunto de 2020 se situó en 1.121.698 millones de euros, un 9,9% menos que al 2019.
La revisión de los datos definitivos de la Contabilidad Nacional Trimestral correspondiente a 2020 por parte del INE también ha comportado una revisión a la alza del crecimiento del tercer trimestre, coincidiendo con los meses de verano y de una cierta apertura de la economía, en siete décimas y ha quedado fijado en el 17,1% ante el 16,4% calculado inicialmente.
La caída del 10,8% de la economía española es un poco menor a la estimada por otros organismos como el Banco de España, que previó un descenso del 11,1% el diciembre pasado; del Gobierno, que lo hizo en un 11,2% -de acuerdo con las previsiones del otoño pasado-; de la OCDE, que a finales del año pasado estimaba una variación del -11,6% y más lejos del -12,4% que pronosticó la CE en diciembre.
En el cuarto trimestre se registró un descenso del -8,9% ante el -8,6% del tercer trimestre, dos décimas más que la cifra avanzada el 29 de enero. La contribución de la demanda interna al crecimiento interanual del PIB fue de -6,2 puntos, cinco décimas más que el tercer trimestre, y la de la demanda externa de -2,7 puntos, ocho décimas menos.