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El triángulo de las sillas de plata

Tensiones entre Pimec y Foment contra la Cambra por el decreto que el Govern aprobará para regular la representatividad cameral

Joan Canadell, Josep Sanónchez Libro y Josep González
Joan Canadell, Josep Sanónchez Libro y Josep González
Barcelona
26 de Julio de 2020

Giro de 180 grados en el mundo empresarial. Después de 12 años de batalla entre Pimec y Fomentdel Treball por la representatividad empresarial paritaria, en marzo de 2019 las dos patronales firmaban la paz, mientras la Cambrade Comerç de Barcelona calentaba motores para las elecciones que se celebrarían en mayo y que, por sorpresa de muchos, coronarían como clara ganadora a la candidatura de Eines de País. Esta victoria no gustó a algunas candidaturas, que más tarde presentarían un recurso de altura para reclamar la repetición de la convocatoria electoral. El Departament d'Empresa lo desestimaba en septiembre y CarlesTusquets y RamonMasià se planteaban impugnar las elecciones directamente por la vía judicial. Mientras tanto, la pugna por la ley de Cambras empezaba a sacar la cabeza en las disputas entre la corporación y las patronales, una situación que a medida que avanza 2020 todavía va a peor. El pulso se intensifica y las relaciones empresariales empiezan a sacar humo.

El anuncio del Govern de avanzar 2,5 millones de euros a las cámaras para su funcionamiento ya fue la gota que hizo derramar el vaso. A pesar de que esta partida forma parte de las actividades de urgencia en el marco del plan de reactivación económica por la crisis de la covid-19, el president de la Generalitat, Quim Torra, aprovechó la reunión con el Consell de Cambres para debatir con los representantes de los entes camerales el texto del futuro decreto ley que regulará su papel institucional y representatividad, un decreto que se está elaborando al margen de la ley de cámaras y que, presumiblemente, se aprobará por carácter de urgencia durante el Consell Executiu de la última semana de julio.

Pero esto no gustó nada a Pimec, que ya tildó de "muy preocupante" el decreto sobre las cámaras. Su secretario general, y presumiblemente próximo presidente de la patronal de las pimes, Antoni Cañete, ya advirtió la semana pasada durante la junta directiva de la patronal que esta propuesta supone un "gran problema" en relación a las funciones establecidas porque considera que "querer poner en una interlocución a una entidad de derecho público podría romper las reglas del juego en cuanto al diálogo social y la defensa de los intereses".

González: "Si la Generalitat quiere ayudar económicamente a que las cámaras se fortalezcan, nosotros no somos partidarios, y lo pagará la ciudadanía"

El presidente de Pimec, Josep González, va más allá y, en una conversación con VIA Empresa este fin de semana, avisa que con ello "la Generalitat quiere ayudar económicamente a que las cámaras se fortalezcan" y que "ya lo pagarán los ciudadanos ", al tiempo que rechaza de que" se quiera dar este intento de invadir competencias institucionales "porque, repite," esto no tiene ni pies ni cabeza". "No somos partidarios", persiste.

Guerra de competencias

En este sentido, recuerda que "este intento de las cámaras de amenazar la esencia de la participación institucional" ya comenzó cuando el presidente de la Cambra de Comerç de Barcelona, Joan Canadell, presentó el borrador de lo que para ellos debería ser la ley de cámaras. "Pretenden invadir las competencias de los que hasta ahora son los agentes sociales", vuelve a lamentar, y se pregunta: "¿Cómo es que esto no se ha hecho primero con los agentes sociales y no se les ha consultado este proyecto?".

Mientras tanto, el secretario general de la Cambra, Xavier Coronas, recuerda en Twitter que "la representatividad es diferente", así como que, "en todo el mundo, lo que define a una cámara de comercio es la defensa de los intereses generales. En cambio, las patronales, defienden los de una parte", sentencia.

Coronas: "En todo el mundo, el que define a una cámara de comercio es la defensa de los intereses generales. En cambio, las patronales, defienden los de una parte"

Pocas voces se oían en octubre, cuando los 13 presidentes de las Cambras catalanas se reunían con la consellera d'Empresa, Àngels Chacón, para consensuar las líneas básicas de la normativa. A principios de año, Pimec anunciaba que, junto con Foment, habían encargado un dictamen jurídico al abogado Manuel Silva al considerar que la propuesta de ley era un intento de la Cambra de asumir las competencias de los agentes sociales. Después de esto, los de Canadell impulsaban una reunión sobre el déficit en infraestructuras, un encuentro que contó con la presencia del Racc, FemCat, el Col·legi d'Economistes, d'Enginyers i de Camins y el Consell de Cambres, pero no con la de las dos patronales, que declinaron la invitación. Mientras tanto, Foment, que tenía que celebrar la cuarta noche de las infraestructuras en abril, decidió moverla a octubre por la pandemia de covid-19 y, en esta ocasión, y si finalmente se puede realizar, la Cambra sí que asistirá porque se les ha invitado.

Las sillas decisivas

Pero vayamos hacia atrás. 2020 empezaba con una pugna entre los de Canadell, y los de Llibre y González, que, después de haber firmado la paz patronal, iban a la par contra la Cambra porque veían como una amenaza el documento del Consell General de Cambres de cara al anteproyecto de la ley de cámaras y consideran que "quiere alterar y perjudicar la representatividad de los agentes sociales". Pero la tregua que firmaron las dos patronales en marzo de 2019 con la mediación de la Conselleria de Treball no se había visto nunca tan clara como ahora.

Una vez pasada la jornada histórica, en que hubo idas y venidas que no acababan de dejar claro que hubiera llegado la paz, los tira y afloja entre patronales continuaban candentes. Ya aquel 19 de marzo en el Departament de Treball, Llibre insistía mucho en que "Foment-Fepime es más importante porque lo dicen los porcentajes: Foment-Fepime es la gran patronal de las pymes, autónomos y grandes corporaciones y hay otra no tan grande que es Pimec", mientras González intentaba rebajar el tono en beneficio de la paridad, del acuerdo y, sobre todo, de las empresas y los trabajadores.

Después llegaban las elecciones camerales y, con ellas, se votaba la representación de las seis sillas patronales, donde Pimec ganó el partido a Foment por 4-2 y, por primera vez, se rompía el tradicional reparto de sillas, que siempre había estado a partes iguales. José Maria Torres, Emili Rousaud, Martina Font, Anna De Quirós, Jaume Roura y Anna Cornadó eran los representantes de las dos patronales escogidos. Seis sillas que se sumaban a las 14 sillas de plata reservadas a las empresas que aportan al menos 75.000 euros por año al ente cameral y que juntas son las voces decisivas de la Cambra. Antes, sin embargo, los de Sánchez Llibre habían optado por rechazar la propuesta de Pimec de ir a las elecciones con una candidatura patronal única bajo el argumento que "la neutralidad es la posición más adecuada ante las elecciones de la institución cameral y más cuando ya se ha abierto el plazo establecido para efectuar el voto".

González: "Puede haber coincidencias o no, y entendemos que Foment representa unos intereses diferentes que, a veces, son incluso contradictorios y esto no quiere decir que siempre haya buen entendimiento"

Y es que, como recuerda González, por mucho que llegasen a un acuerdo de paridad 12 años después, y hayan entrado en una "etapa de colaboración", esto no quiere decir que sea de "carácter permanente". "Puede haber coincidencias o no, y entendemos que Foment representa unos intereses diferentes que, a veces, son incluso contradictorios y esto no quiere decir que siempre haya buen entendimiento", explica. Ejemplo de ello es el régimen sancionador y de morosidad que, según apunta el presidente de Pimec, "no hemos podido imaginar nunca una colaboración o coincidencia ni con Foment ni con la CEOE, quizá porque los que nosotros pensamos que pagan mal están en estas organizaciones".

¿Relaciones rotas...?

Un año después, el borrador de la ley de cámaras sumado al decreto que el Govern está a punto de aprobar por carácter de urgencia lo ha cambiado todo. Pimec acusa a la Cambra de invadir competencias de los agentes sociales de Catalunya, mientras que Canadell reprocha a González que "sus declaraciones son desafortunadas", al mismo tiempo que le recuerda que "Pimec tiene una función pública que le reconoce el Estado y la Generalitat y le aporta una partida de dinero público y esto no nos pasa en las cámaras". De hecho, subraya, los 2,5 millones de euros que el Govern ha dado a las cámaras, "no tienen nada que ver con la covid", sino que, según el también presidente del Consell de Cambres, "es para atender a los empresarios porque sino las cámaras pequeñas tendrían que cerrar todas".

Esto no convence a la patronal de las pymes, que continúa insistiendo en que la inminente aprobación del decreto de cámaras se comerá el terreno de los agentes sociales y señala, además, que esto "pone en cuestión" sus funciones. La Cambra no está de acuerdo y advierte que "si se rompen las relaciones no será por parte nuestra" porque, asegura Canadell, "iremos allí donde se nos llame para colaborar todos a una". En este sentido, vuelve al principio y recuerda que en enero ni Pimec ni Foment asistieron a la reunión de infraestructuras, cosa que, a su parecer, "hace un mal favor para el país porque tenemos que ir siempre unidos".

De hecho, para el presidente de la Cambra, "es bueno que las patronales tengan sus ayudas y nosotros queremos que cuántas más entidades haya mejor para ayudar las empresas". El decreto que previsiblemente se aprobará a finales de mes será un reconocimiento de la representatividad de las cámaras en los órganos de la Generalitat, para permitirles la participación, y también regulará la financiación mínima que tienen que tener para poder llevar a cabo sus actividades en el contexto actual de crisis por la covid-19.

...y un objetivo común

Ahora bien, no se tiene que confundir el decreto con la ley de cámaras que prepara el Departament d'Empresa y que, probablemente, cambiaría muchas cosas como, por ejemplo, las 14 sillas de plata. La consellera d'Empresa ya avanzó en octubre que el Govern es partidario de reducir al mínimo posible el número de asientos reservados en los plenarios a las empresas que más pagan.

Sea como sea, la guerra continúa abierta y Foment prefiere no hablar. Tanto es así que VIA Empresa ha probado de saber cómo es que en enero se descolgaron del acto promovido por la Cambra como también hizo Pimec o el Cercle, y también cómo están las relaciones con los de Canadell, pero las fuentes de la patronal no han querido responder a estas cuestiones. "No se quiere decir nada".

Guerras patronales, guerras camerales y un objetivo común que queda eclipsado por estas disputas: se tiene que hacer algo con la infrainversión en infraestructuras en Catalunya por parte del Estado español, que ya hace tiempo que se ha cronificado y, al parecer, no hay un cambio de tendencia a la vista. Quizás, el cambio de tendencia comienza a materializarse si todos van a una y, desde el Gobierno, se ve a los agentes sociales y las cámaras como una unidad con unos mismos objetivos. ¿Se impondrá el bien común a las guerras de poder?