"No estamos en 2016 y el mercado de trabajo tiene unos indicadores diferentes. Un salario mínimo de referencia en Catalunya requiere necesariamente la mejora de la productividad y debe ser moderado y progresivo para no afectar a la competitividad o a la pérdida de puestos de trabajo". Así se ha expresado el secretario general de la patronal Pimec, Josep Ginesta, durante la comparecencia en la comisión de Empresa y Trabajo del Parlament de Catalunya para informar sobre el salario mínimo de referencia catalán. Ginesta ha añadido que este indicador "debe ser necesariamente concertado con los agentes sociales", en el marco del Consejo del Diálogo Social con informes de expertos y análisis previo y de seguimiento de los impactos que pueda tener.
Ginesta ha justificado que mientras en 2016 España presentaba un índice de Kaitz -cociente entre salario mínimo legal y salario medio- del 41%, el pasado año fue del 60,3%. Por eso ha propuesto diferentes medidas como que el salario mínimo "se determine a partir de la media salarial, no del salario medio", que, ha subrayado, también es un indicador admitido por la Unión Europea a la hora de establecer las retribuciones mínimas por países.
En este contexto, el presidente de Pimec ha reclamado "soluciones urgentes" porque la mejora del poder adquisitivo de la ciudadanía es "necesaria", pero también lo es "el equilibrio de los costes laborales". Ginesta recordó que el salario mínimo creció un 67% entre 2015 y 2023 y por ello consideró que cualquier incremento puede tener "efectos no deseados, más cuando los indicadores de productividad lejos de mejorar han empeorado".