La proliferación de las viviendas de uso turístico en Barcelona los últimos años ha sido exponencial. Los pisos turísticos se han convertido en un elemento nuclear en varios barrios de la capital catalana y esta tendencia ahora se está extendiendo más allá de sus fronteras y hace encender algunas alarmas. Y es que el equilibrio entre una nueva actividad económica y el bienestar de los vecinos ha implosionado en determinadas zonas. Y el debate sobre el impacto en el mercado de alquiler, una de las principales problemáticas del Área Metropolitana, también está sobre la mesa. El Vallès Occidental tiene una oportunidad de crecimiento del turismo y los pisos turísticos, pero también tiene que estar alerta para no repetir errores cometidos de Barcelona
De 2017 a 2018 se ha producido un crecimiento importante de viviendas de uso turístico en la comarca, casi doblándose, pasando de 200 a 388. Entre todos ofrecen casi 2.000 plazas. Es todavía una cifra pequeña, menor que la oferta hotelera, y con margen de crecimiento. Pero también un toque de atención para evitar algunas de las problemáticas que han comportado en Barcelona con altas concentraciones de oferta. Y es que el crecimiento es exponencial.
Mientras la cifra de hoteles y otros alojamientos turísticos se ha mantenido estable en los últimos diez años, los pisos turísticos han aumentado de manera importante: pasando de pocas unidades el 2010 a casi 400 el 2018. La previsión es seguir creciendo y esto abre la puerta a nuevas perspectivas económicas por una comarca tradicionalmente industrial, pero que ve en el turismo una oportunidad imporant de diversificación y potenciación de la economía.
Con el objetivo de hacer una radiografía del turismo en la comarca, la Universitat Autònoma, la Escuela de Turismo y Dirección Hotelera y el Consejo Comarcal han elaborado el Plan de Alojamientos turísticos del Vallès Occidental. Es una primera herramienta para conocer en detalle la oferta del sector turístico para promocionar un crecimiento necesario pero sostenible.
Proximidad con Barcelona, la clave
"El aumento de viviendas de uso turístico es una tendencia general y el Vallès Occidental no es una excepción. La proximidad con Barcelona influye y lo hemos visto especialmente en ciudades más grandes, como Sant Cugat, Sabadell o Terrassa", explica el profesor de la UAB y director del estudio, Francesc Romagosa.
Para Romagosa, la proximidad con Barcelona es un factor clave, pero afirma que los pisos turísticos son una "nueva forma de alojamiento" que se está extendiendo a todo tipo de destinos. También en el Vallès, donde la mayor parte del turismo es de negocios.
Francesc Romagosa: "Las viviendas de uso turístico pueden acabar siendo un ingreso para la población local"
Según el director del estudio, el Vallès no se escapa del crecimiento turístico, tanto de la demanda como la oferta. "El sector turístico está creciendo. Se nota el efecto Barcelona, sobre todo en municipios más cercanos". "Puede contribuir a la diversificación económica de la comarca, tradicionalmente muy centrada al sector industrial y cada vez más en el sector servicios. El turismo ha sido poco importante en la comarca, pero cada vez lo es más y puede crear nuevas oportunidades de ocupación", señala el director del estudio.
Y dentro del turismo, los pisos turísticos es un sector que todavía tiene potencial de crecimiento: "No estamos en una situación de saturación, como pueden tener algunos barrios de Barcelona que tienen problemáticas y que superan la capacidad de carga. Todavía hay mucho margen de recorrido". Además, apunta Romagosa, "las viviendas de uso turístico pueden acabar siendo una fuente de ingresos por la población local".
Aún así, recomienda "estar alerta" para evitar masificaciones e impactos negativos.
Municipios con más pisos turísticos
El Vallès Occidental es una comarca muy variada y se registran notables diferencias entre municipios en cuanto a la oferta turística y los pisos turísticos. "Hay municipios con una oferta muy importante y otras que no tienen casi ni una sola plaza de alojamiento y no aparecen al mapa turístico", describe Romagosa.
Sant Cugat es el municipio que más concentración de plazas en pisos turísticos ofrece de la comarca, disponiendo del 24% del total de la oferta del Vallès Occidental. A continuación está Sabadell (19%) y Castellar del Vallès (12%).
De hecho, en Sant Cugat hay más de un centenar de pisos turísticos, mientras que en las dos capitales de comarca, Sabadell y Terrassa, hay 85 y 55. La proximidad con Barcelona y el dinamismo económico de Sant Cugat, con muchas grandes compañías multinacionales, son factores determinantes.
Saturación de la demanda
En términos de sostenibilidad social y económica de la actividad turística, es importante que la oferta de alojamiento turístico de un territorio se encuentre en una situación de equilibrio en el contexto socioeconómico. Una oferta de alojamiento que sobrepase determinados umbrales (aquello que técnicamente se ha denominado capacidad de carga de un destino turístico), puede acabar comportando unos impactos socioeconómicos, pero potencialmente también ambientales y culturales, que pueden ser difíciles de asumir y de gestionar.
Así se ha establecido el índice de presión, que calcula la cifra de pisos turísticos en relación a la población. Los resultados globales para la comarca indican que el índice de presión del alojamiento no llega a 1 plaza de alojamiento por cada 100 habitantes. Por municipios, hay desigualdad y hay un abanico que oscila entre el 0 de Gallifa y Polinyà y el 6,69 de Rellinars.
Aún así, todavía quedan llunys los índices de destinos turísticos, como algunos barrios de Barcelona (19 pisos turísticos por cada cien habitantes), Menorca (76,5) o Andorra (62,1).
Retos de futuro
"Uno de los objetivos es prevenir impactos negativos en el futuro y establecer una herramienta de control y seguimiento del alojamiento turístico", explica Francesc Romagosa sobre el estudio elaborado. Así, pide "hacer el seguimiento de la oferta" y estar atentos por "si hay algunas zonas que se especialicen excesivamente, cómo ha pasado en puntos de Barcelona". "Esto no está pasando, pero teniendo la experiencia de Barcelona, haría falta un seguimiento porque pase esto", determina.
El director del estudio apuesta por "un control del planeamiento urbanístico y herramientas de regulación" para evitar que se creen "zonas muy concentradas de actividad turística" y se pueda aprovechar "el impacto positivo de la actividad económica y los beneficios sociales del intercambio cultural".
Y es que este crecimiento también ha permitido que la población local del Vallès Occidental tenga una nueva herramienta para ganar un sobresueldo, a través del alquiler de pisos turísticos. Y es que a diferencia de la capital catalana, en la comarca vallesana la gran mayoría de los alojamientos turísticos en el mercado están en manso de pequeños propietarios y no de grandes compañías.
La mitad de los pisos turísticos no están registrados
De las 388 viviendas de uso turístico de la comarca, hay 188 que no están registradas. "Las viviendas de uso turístico tienen que apostar por la regularización, que se ofrezcan de forma registrada. Esto facilita mucho más el control del sector y evita impactos negativos".
Una de las ciudades que ya avanza en este sentido es Sant Cugat. Y es que entre el 2013 y el 2016, se pidieron un total de 16 licencias por alojamientos turísticos en la ciudad. El 2017 ya fueron 18, el 2018 se pidieron 35 y durante el primer trimestre de 2019 ya se han solicitado 20. El crecimiento es importante.
Joan Puigdomènech: "Los pisos turísticos se tienen que controlar y regular"
"Hemos constatado una aceleración importante de licencias de pisos turísticos. Hasta el 2016 era residual", explica el teniente de alcalde de Urbanismo, Joan Puigdomènech, que reconoce que empiezan a estar preocupados.
El Ayuntamiento quiere "prevenir problemas" que puedan generar una explosión de apartamentos turísticos. "Puede provocar la rotura de armonía vecinal si se concentran en determinados lugares y también podría tener efecto en el mercado de alquiler", señala el teniente de alcalde de Urbanismo.
"Por eso se tienen que controlar y regular", enfatiza Puigdomènech. Así, el Pleno Municipal estableció una suspensión de nuevas licencias durante un año, con la voluntad de redactar una ordenanza que regule la apertura de los pisos turísticos y las condiciones que tienen que cumplir.
Turismo de negocio, de hombres y solos
Según el estudio Perfil y hábitos de los turistas alrededor de Barcelona (Diputación de Barcelona, 2018), el número de turistas que pernoctaron en la comarca llegó a superar el medio millón el 2017.
Los turistas son principalmente hombres en un 74,1%, mientras que las mujeres son el 25,9%. Los que visitaron la comarca en 2017 tienen nacionalidad española (43,2%), seguida de los europeos como franceses, británicos, italianos, alemanes y otras nacionalidades que suman el 39% del total.
Las visitas en la comarca se hacen principalmente por motivaciones profesionales, como por ejemplo asistencia a jornadas o reuniones y congresos o la visita a empresas y centros de investigación (57,8%), seguido por motivaciones de ocio (26,1%) y, finalmente, por motivaciones personales / familiares (16,1%). 4 de cada 10 turistas que llegan al Vallès lo hacen solos.
447 euros por turista
El gasto por turista en destino logra los 447 euros durante su estancia, que de media es de cuatro días. La mayor parte del gasto se dedica a alojamiento y restauración.
"Una parte muy importante del turismo en la comarca está ligada a los negocios, representa un porcentaje muy grande de la demanda y la oferta está creciente. Hay una oferta importante de plazas de hoteles y especialmente en los municipios grandes y de la mitad sur de la comarca, más cercanos al eje de la AP-7 cómo Barberà, Cerdanyola, Rubí o Sant Cugat", analiza Francesc Romagosa.
Aún así, afirma que "los últimos años se está diversificando" y aparece también un turismo cultural, familiar y de naturaleza. Y es que, a pesar de algunos impactos negativos, el Vallès tiene en el turismo una nueva vía de oportunidad para fortalecer la economía y diversificarla. Así, más allá del consolidado turismo de negocios, el Vallès todavía tiene campo a recorrer para vender sus atractivos culturales y naturales "para cautivar una demanda que actualmente pernocta en Barcelona, pero que con la adecuada promoción podría desplazarse al Vallès Occidental, no sólo para visitar la comarca sino también para pernoctar".