
El Pla Juncker, como se denomina el plan de inversiones de la Unión Europea (UE) financiado a través del Banco Europeo de Inversiones (BEI), ha dejado cerca de 1.500millones de euros a través de créditos para financiar 14 grandes proyectos en Catalunya. Poco más de la mitad de la inversión del Pla Juncker ha ido destinada al sector público. Entre otros, la UE ha contribuido a financiar la creación de unas 2.200 viviendas sociales en Barcelona y a la renovación de la flota de autobuses a la ciudad para que sean menos contaminantes. En el sector privado, se financia a Grifols, los laboratorios gerundenses Hipra, Cellnex o CaixaBank.
En cuanto a la financiación a proyectos del sector público, una de las inversiones más importantes y recientes que se han hecho bajo el Plan Juncker es la renovación de los 42 convoyes más antiguos del metro de Barcelona. El BEI destina 205 millones de euros a una operación que se calcula que tiene un coste de 417 millones de euros. Pero esta no ha sido la única financiación del BEI a TMB. También ha recibido 73,5 millones de euros para comprar 254 autobuses –la mayoría híbridos y eléctricos- con el objetivo de contaminar menos. El proyecto también prevé la construcción de la infraestructura para permitir el funcionamiento de los vehículos.
Otro proyecto que ha recibido el apoyo económico del BEI es la construcción de viviendas sociales en Barcelona. El banco de la UE ha otorgado 125 millones de euros al Patronato Municipal de la Vivienda para construir 2.200 viviendas de protección oficial a 23 edificios nuevos en una operación que costará unos 264 millones de euros. Cilsa ha conseguido 100 millones de euros para ampliar su zona de actividad en el Puerto de Barcelona, mientras que el área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha recibido 50 millones de euros para renovar 1.000 viviendas con criterios de eficiencia energética. Además, el Instituto Catalán de Finanzas ha recibido 150 millones de euros para financiar a pymes.
Inversión e investigación
En el sector privado, Grifols ha recibido 300 millones de euros, en dos créditos, para movilizar un total de 500 millones de euros al desarrollar un programa de investigación en investigar proteínas que hay en el plasma con el objetivo de utilizarlas en varias terapias. Este fue el primer proyecto aprobado en el marco del Pla Juncker en toda la UE.
A Grifols lo han seguido otras empresas. Los laboratorios Hipra han recibido 35 millones de euros para un programa de investigación en salud animal, mientras que Almirall ha conseguido 120 millones de euros para desarrollar tratamientos contra enfermedades cutáneas que actualmente no tienen un tratamiento eficaz. Por su parte, la empresa especializada en el desarrollo de vehículos eléctricos QEV Technologies ha recibido 17 millones de euros.
En el ámbito financiero, CaixaBank se ha hecho con 100 millones de euros para invertir en pymes, mientras que Suma Capital ha recibido 20 millones de euros para invertir en un fondo de infraestructuras dirigido a proyectos de eficacia energética y economía circular.