Los planes del BBVA

Últimas actualizaciones de los planes del BBVA y sus motivos para tratar de comprar el Banco Sabadell

El CEO del BBVA, Onur Genç, el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, y el secretario general y del Consejo de Administración de BBVA, Domingo Armengol, durante una Junta General de Accionistas del BBVA | Europa Press
El CEO del BBVA, Onur Genç, el presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, y el secretario general y del Consejo de Administración de BBVA, Domingo Armengol, durante una Junta General de Accionistas del BBVA | Europa Press
05 de Agosto de 2024
Act. 05 de Agosto de 2024

El pasado miércoles el BBVA presentó los resultados del segundo trimestre, de los que aquí que ya hablamos, en un evento en el que también tuvieron tiempo para informar sobre la situación de la opa sobre el Sabadell. A diferencia de la reciente junta general de accionistas, donde el protagonista fue el presidente del banco, Carlos Torres Villa, en esta ocasión la cara más visible fue el consejero delegado, el turco Onur Genç (1974). Antes de entrar en detalles sobre la actualidad de la opa, hay que hacer un vistazo sobre la figura de Genç, que todavía no había aparecido en esta serie. Si en anteriores entregas habíamos explicado que tanto el consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno Mayer Wittgenstein (1960), como el presidente del BBVA, el mencionado Carlos Torres Villa (1966), tenían en común que formaban parte del plantel de la consultora americana McKinsey, ahora tenemos que decir que Genç también tiene este mismo origen, dado que trabajó en la firma entre 1999 y el 2012. No deja de ser curiosa la capacidad de esta compañía con sede en New York City para empolvorar las élites corporativas mundiales con sus hombres.

Volviendo a lo que nos ocupa, la opa sobre el Sabadell, conviene recordar cuáles eran las razones que esgrimió el BBVA para tratar de comprar el banco catalán:

  • Ganancia de escala en el Estado para ser más competitivos.
  • Combinar negocios muy complementarios (hay que pensar que se refieren a la penetración del Sabadell en el terreno de las pymes, porque desde el punto de vista geográfico, la presencia de los vizcaínos en Catalunya ya roza la saturación).
  • Capturar sinergias sustanciales (una manera esotérica de decir que mirarán de hacer el mismo trabajo con menos gente, aunque ellos lo atribuyan básicamente a sinergias tecnológicas).
  • Crear una franquicia más fuerte y rentable, con más capacidad de inversión (una razón que, en cierto modo, parece redundante con la del primer punto).

En la actualización de la situación comunicada el pasado miércoles, se concretaban algunos de estos puntos. En primer lugar, aseguraban que el nuevo banco resultante tendría una capacidad adicional de conceder créditos a familias y empresas de unos 5.000 millones de euros. Como que uno de los aspectos de los cuales más se ha hablado alrededor de la fusión es la posibilidad real que las pymes catalanas queden desamparadas ante el nuevo gigante de la banca, los gestores del BBVA han querido recalcar que harán "una apuesta por el segmento de las pymes del Estado".

En el apartado de las famosas sinergias, también conocidas en el argot como "redundancias", ya podemos empezar poner números en el body count: la previsión es cerrar unas 300 oficinas (no queda claro si serán todas del Sabadell) y realizar despidos hasta conseguir un ahorro de 300 millones de euros (hace unos meses el mismo banco habló de unos 5.000 despidos). El impacto laboral repercutiría no solo en las oficinas que se cerrarán, sino también a servicios centrales y otros centros corporativos.

El total de las sinergias lo valoran en 850 millones de euros, que se dividen en 450 millones ahorrados en el ámbito administrativo y tecnológico, los 300 mencionados en gastos de personal y 100 más en ahorros puramente financieros. También estiman que el incremento del beneficio por acción del cual disfrutarán los accionistas del Sabadell se ensartará hasta el 27%.

También ha quedado claro que tan pronto como se pueda se producirá una fusión entre las dos entidades, lo que hace pensar que la marca del Sabadell puede tener una vida efímera si estos planes salen adelante (recordemos lo que pasó con Caixa Catalunya  y con Unnim). En el acto, los representantes del BBVA insistieron en que la oferta es "extraordinariamente atractiva" para los accionistas del Sabadell, a la vez que aseguraron que el proceso avanza en línea con el calendario previsto. Para que el procedimiento pueda continuar, ahora se está pendiente de la aprobación de tres entidades reguladoras: el Banco Central Europeo, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (según el mismo banco, este último organismo acostumbra a tardar entre cinco y seis meses a definirse). Ya se ha recibido el visto bueno de las autoridades de la competencia de Estados Unidos, Francia, Portugal y Marruecos.

Seguiremos atentos a la evolución de esta operación que, por su envergadura y trascendencia a todos los niveles, parece que pasará a la historia de las finanzas españolas.