El 24% de la población de Catalunya se encontraba en riesgo de pobreza o exclusión social en el año 2024, cuatro décimas menos que en 2023, en la línea de descenso iniciada en el año 2020. Sin embargo, entre los menores de 16 años y mayores de 65 la tasa de riesgo crece. La reducción general se explica, según el Idescat, por la mejora de tres componentes: la tasa de riesgo de pobreza, que registra el valor más bajo desde 2013; la población con baja intensidad en el trabajo, que también retrocede; y la población en situación de privación material y social severa, que también disminuye. En cuanto a las privaciones materiales, bajan los que no pueden hacerse cargo de gastos imprevistos de 800 euros (35,2%) y suben los que no se pueden permitir una semana de vacaciones (30,4%).
En cuanto a las privaciones materiales, suben los que no se pueden permitir una semana de vacaciones (30,4%)
La tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE - Objetivo UE 2030) es un estándar europeo que mide la pobreza relativa a partir del número de personas en riesgo de pobreza o con privación material y social extrema o con baja intensidad en el trabajo. En este sentido, los tres indicadores han registrado un descenso en 2024 con respecto al año anterior, según la Encuesta de condiciones de vida 2024 que publica el Idescat este jueves: la tasa de riesgo de pobreza se sitúa en el 17,4%, 6 décimas menos que el año anterior (18,0% en 2023) y alcanza el valor más bajo desde 2013; la población con baja intensidad en el trabajo se sitúa en el 6,1%, 5 décimas menos que en 2023 (6,6%); y el porcentaje de población que vive en situación de privación material y social severa, que se sitúa en el 8,6% (8,9% en 2023).
Dentro de la mejora general de los tres indicadores, y por tanto de la tasa AROPE en general, no todos los datos son positivos. Por ejemplo, entre los hombres ha aumentado medio punto respecto al año pasado (del 22,8 al 23,3%), mientras que en las mujeres hay un descenso de más de un punto en el mismo período, aunque siguen en un nivel más alto que los hombres (24,6%).
Por grupos de edad, la tasa entre la población mayor de 16 y menor de 64 registra una bajada de casi un punto y se sitúa en el 23,6%. Sin embargo, sube entre los menores de 16 y se aproxima al 35% del total. También entre los mayores de 65, con un índice más bajo; sin embargo, ha aumentado del 16,2% hasta el 17%.
Destaca la bajada del índice entre la población extranjera, del 48% en 2023 a un 42,7% en 2024, un descenso más pronunciado que para la población de nacionalidad española, entre la cual también ha retrocedido el riesgo de pobreza y exclusión social, pasando del 19,2% anterior al 17,6%. Entre la población parada es donde se registra un índice más alto de riesgo, aunque ha bajado: del 55,6% al 49,5%.